La pregunta que ronda en el mundo científico es si se trata o no de un plato volador. La extraña figura circuló durante cerca de 80 horas. Mirá.
Se difundieron imágenes que muestran a una gigantesca figura que ronda el sol y que pareciera estar absorbiéndolo. Esta esfera de cola fue visible durante casi 80 horas y luego desapareció, y a lo largo de su camino dejó las huellas de una serie de llamaradas solares que no se calmaron hasta casi seis horas más tarde.
Las imágenes las otorgó el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA, que es uno de los más sofisticados satélites hasta el momento conocido.
De este informe de la entidad se desprende que las dimensiones de la esfera superan el planeta Júpiter y se trata de una especie de hueco transitorio en el plasma solar, es decir, «nubes ardientes de materia» que son expulsadas por el propio Sol, en periodos de actividad máxima.
El informe indica que estas expulsiones podrían ser muy peligrosas para la Tierra porque pueden ocasionar inconvenientes varios como averías en satélites, sistemas eléctricos y de comunicaciones.
Sin embargo, la principal hipótesis de los investigadores deja de lado la posibilidad de que aquella aparición se tratase de un ovni gigante o de agujeros negros. Simplemente, se podría tratar de un fenómeno natural que es habitual para el mundo científico.
Los agujeros coronales también se pueden producir poco antes de una tormenta solar y, cuando se forman en el borde de la corona son perfectamente visibles, ya que su perfil destaca contra el fondo negro del espacio.
Estas tormentas energéticas proyectadas por el Sol pueden llegar a abastecer de energía a la Tierra. No existe una forma práctica de recoger toda esa energía, ya que se encuentra muy lejos de la superficie terrestre y la mayor parte vuelve rebotada al espacio.
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