“Sabemos cómo y dónde buscar signos de vida alienígena”

¿Hay alguien ahí fuera?

Es titular de la cátedra del departamento de Física y Astronomía de la Universidad Rochester en Nueva York, y en el 2019 fue requerido como investigador principal del primer proyecto subvencionado por la NASA destinado a las señales de presencia de civilizaciones avanzadas en otros mundos, así que no es de extrañar que fuera consultor científico de la película de Marvel Doctor Strange . Mirar ahí fuera es su pasión y asegura que hasta ahora no se sabía ni dónde podían estar ni cómo encontrarlos, pero que eso ha cambiado. En su El pequeño libro de los aliens (Espasa) revisa la historia de la búsqueda de extraterrestres y los avistamientos de FANI (fenómenos aéreos no identificados), la mayoría hoy explicables. “Por primera vez en la vida estamos bien orientados para responder a la gran pregunta de si estamos solos en el universo”.

Ha investigado usted para la NASA cuestiones alienígenas.

En el 2019 me convertí en el investigador principal del primer proyecto de la NASA destinado al estudio de las tecnofirmas , que son las señales de la presencia de civilizaciones avanzadas en otros mundos.

¿Qué ha descubierto?

Mi trabajo no se basa en buscar otras civilizaciones potenciales, sino en qué tipo de huellas pueden dejar como rastro antiguos o actuales civilizaciones alienígenas.

¿Por ejemplo?

La contaminación de la atmósfera de su planeta con cloroformo, carbono o químicos industriales. Otro factor que confirmaría su existencia sería captar las luces que emiten esos planetas.

¿De qué distancia estamos hablando?

Se hallan a 40 años luz. La luz actúa como mensajero.

¿Cree que existen los aliens?

Espero que otros planetas tengan los mismos procesos que han dado lugar a la vida en la Tierra. La única manera que tenemos de confirmarlo es mirando, y por primera vez en la historia de la ciencia tenemos esa oportunidad de mirar.

¿Qué ha pasado?

La búsqueda científica de vida en el universo, un campo llamado astrobiología, ha dado pasos de gigante. Hemos descubierto planetas en casi cualquier lugar de nuestra galaxia, y sabemos cómo y dónde buscar signos de vida alienígena en sus atmósferas.

Hemos enviado emisarios robóticos.

Sí, a todos los planetas de nuestro sistema solar para buscar vida actual o pasada, y hemos construido telescopios de última generación increíblemente potentes que hemos lanzado al espacio.

Todo muy reciente.

En 1990 nadie sabía que existían otros planetas más allá de nuestro sistema solar. Fue en el año 2000 cuando las cosas cambiaron radicalmente.

Cuando encontramos los exoplanetas.

Sí, gracias a ellos hemos descubierto dónde podría surgir vida extraterrestre, y dónde podría prosperar.

¿Sabemos cómo son esos planetas?

Algunos. Saber que existen planetas en los que la nieve se acumula en sus valles y las olas llegan a sus costas es más que suficiente para abrir nuestra mente.

¿Y qué tipo de emisarios lanzamos al universo y dónde?

Los equipos espaciales que mandamos es el único mensajero que tenemos, como el que hemos enviado a Marte; pero estamos muy limitados, solo pueden llegar a nuestro sistema solar, dos casas más abajo.

Los proyectos SETI emiten señales al universo­.

Todos los días mandamos emisiones de manera no intencionada y débil, desde señales de televisión y teléfono hasta muchos radares militares. De manera intencionada muy pocas veces hemos enviado mensajes intensos a estrellas fuera de nuestro sistema solar, es algo muy controvertido.

¿Por qué?

Porque antes deberíamos preguntarnos si queremos que otras civilizaciones sepan que existimos y dónde estamos.

¿Por qué no?

Si existen, no sabemos si son pacíficos. Toda la humanidad debería participar en esa decisión porque las consecuencias nos afectarían a todos.

Llevamos desde los años cincuenta oyendo historias de pilotos que han visto FANI (fenómenos aéreos no identificados).

Sí, pero cada vez que se ha hecho un estudio científico y se analizan este tipo de filmaciones y fotografías de los FANI la gran mayoría se pueden explicar fácilmente y no tienen nada que ver con vida alienígena.

¿No quedan misterios?

La pequeña fracción que no se puede explicar es porque no tenemos la información suficiente para hacer un estudio serio.

En el 2017 The New York Times anunció que los ovnis eran reales.

Se avistaron extraños objetos sobre el océano que los pilotos de la Marina estadounidense no podían identificar, pero después de entonces los hemos podido identificar.

El astrofísico Avi Loeb me dijo que probablemente ya nos han visitado.

Es posible que dentro de la vasta historia de nuestro sistema solar lo hayan hecho, pero no hay evidencias; y realmente el mejor sitio donde buscarlos no es en nuestro cielo, sino en sus planetas.

Hay miles de historias de encuentros con extraterrestres, ¿se cree alguna?

Ninguna tiene el rigor o el estándar científico como para ser creída.

Hay gente que dice haber sido abducida.

Yo me baso en la ciencia, estamos buscando respuestas, y estamos cerca de obtener algunas de ellas, mañana o dentro de 30 años.

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