Todavía no se tienen las transcripciones del evento, pero este miércoles la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP) acogió en su sede en la capital el taller “OVNIS y vida extraterrestre”.
El encuentro incluye la presentación de tres ponencias a cargo de expertos en esa temática, según Prensa Latina. No debe sorprender la existencia de expertos en Objetos Volantes No Identificados (OVNIS), los hay en todo el mundo, de todas pintas y colores.
Uno de ellos, Luis Enrique Ramos, impartirá la primera de las presentaciones bajo el convencional título de “Contexto histórico del problema”.
Otro se adentrará en cuestiones un poco más clasificadas (o “conspiranoicas”, según las inclinaciones de los oyentes) y disertará sobre “OVNIS, del embargo a la luz de la verdad”. Nótese que Eugenio Mojena no relaciona extraterrestres con el “bloqueo” norteamericano, un tema que sí daría para una extensa investigación sobre abducidos en Cuba.
El tercer panelista, Carlos Andrés García, presenta quizás la más científica de todas las intervenciones, al abordar “La Arqueología virtual en el arte rupestre cubano, un nuevo campo de investigaciones”.
El evento, convocado por la Sección de Medio Ambiente de la SEAP, incluye la ceremonia de entrega del Premio y los reconocimientos otorgados este departamento.
Acorde a Prensa Latina, la SEAP tiene el encargo social de movilizar a la comunidad científico – técnica en función de los objetivos trazados por la llamada «revolución cubana».
Lejos quedó la historia de una institución surgida en tiempos de la colonia bajo el influjo del siglo de las luces en Europa. Aquella que José Martí describiera como “la casa ilustre donde han tenido asiento los hijos más sagaces y útiles de Cuba”.
Surgida a finales del siglo XVIII como institución social creada a petición de ilustres personalidades e intelectuales cubanos interesados en resolver los problemas y el atraso existente en Cuba, la sociedad Económica de Amigo del País de La Habana aglutinó ente sus miembros a Francisco Arango y Parreño, José Agustín Caballero, José Antonio Saco y Domingo del Monte, entre otros.
La contribución de la SEAP al desarrollo de Cuba fue sustancial, a pesar de las tensiones entre sus miembros y promotores con el gobierno colonial. La pavimentación e iluminación de calles en las ciudades, la instrucción, el desarrollo agrícola o industrial, entre otros ámbitos, recibieron el influjo o fueron directamente impulsados por la insigne institución.
Desapareció con el tiempo, y su renacimiento en tiempos “revolucionarios” no hizo más que instrumentalizar con música de cámara las políticas centralizadoras, estatales y totalitarias del régimen cubano.
Ese que ha provocado una crisis sin precedentes y en vez de llamar a los cubanos ilustres de estos tiempos (que los sigue habiendo), se dedica a vocear su propaganda de “resistencia creativa” y “guapería cubana”. Un gobierno encabezado por el “doctor” Miguel Díaz-Canel y compuesto por seres que, a ojos de los cubanos, parecen venidos de otro planeta.
Habría que preguntar a los ilustres ponentes reunidos este miércoles en la SEAP si no detectan rasgos ultraterrenos en los dirigentes y “cuadros” del régimen. O si consideran, a la luz de su conocimiento, que estos podrían caber en una flota de OVNIS rentada por GAESA que se los lleve a otra galaxia; lejos, bien lejos de Cuba.
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