Quizá sea una coincidencia que mientras los tipos de interés y el precio del dinero crecen de forma incesante, y el Banco Central Europeo (BCE) de la señora Lagarde los elevó la semana pasada hasta el 4,5%, el máximo del milenio, paralelamente a la NASA le crezca un súbito interés por los ovnis, los platillos volantes y los extraterrestres, y emitan un informe prometiendo investigar lo que llaman «uno de los mayores misterios de nuestro planeta». Quizá sea coincidencia, pero dado que los tipos de interés, y sus pavorosas subidas, constituyen el otro mayor misterio de nuestro planeta, lo cierto es que da mucho que pensar. ¿Son estos tipos de interés extraterrestres cosa de extraterrestres, para invadir la Tierra y apoderarse de ella con la excusa de controlar la inflación? Más aún. ¿Es la señora Lagarde, el BCE y millares de otros prestigiosos economistas, unos cabrones alienígenas expertos en la destrucción y conquista de planetas? No lo parecen, pero eso no importa nada, ya que por las pelis Hombres de negro sabemos que, así de entrada, no tienen por qué parecerlo. Hasta que les haces una autopsia rápida, y los abres por aquí y por allá, los extraterrestres son como usted y como yo, o como la señora Lagarde si les da la gana. Por qué no. El caso es que en los últimos meses, tal vez más, tenemos dos grandes misterios. Por qué la NASA resucita sin ton ni son a los ovnis, con gran aparato mediático, y por qué las instituciones financieras mundiales, a fin de combatir la inflación, prefieren la ruina y la recesión, y montan una operación de saqueo en favor de la banca para esquilmar a hipotecados y asalariados. Ambos fenómenos me parecían inexplicables, hasta que recordé un viejo lema redactado por mí mismo: «Si tienes dos misterios, asócialos». Y el caso es que ajustan espontáneamente. De los extraterrestres lo único que sabemos es que quieren apropiarse del mundo, adueñarse de todo y convertirnos en carne de cañón; de ahí que realicen incursiones, como los antiguos visigodos. En eso coinciden con la banca internacional, que a cuenta de la inflación, se están forrando con los tipos de interés. ¡Tipos extraterrestres de interés! Salvo que la NASA diga otra cosa, creo que por fin he entendido algo. Algo que sospechábamos. Los extraterrestres somos nosotros.
Quizá sea una coincidencia que mientras los tipos de interés y el precio del dinero crecen de forma incesante, y el Banco Central Europeo (BCE) de la señora Lagarde los elevó la semana pasada hasta el 4,5%, el máximo del milenio, paralelamente a la NASA le crezca un súbito interés por los ovnis, los platillos
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