Con un departamento encargado de rastrear secretos en los cielos, los avistamientos se dispararon. El pasado mes de agosto, los funcionarios de la AARO dieron a conocer más de 500 avisos de FANI. En abril de este año, había unos 650 casos. Y el mes pasado, el Pentágono, que supervisa la AARO, elevó la cifra a unos 800 misteriosos objetos.
Mientras que las declaraciones de Grusch sobre vida extraterrestre y naves recuperadas ocupan los titulares, los senadores están alarmados por las acusaciones de que el gobierno federal oculta al Congreso de EE UU los Programas de Acceso Especial.
«Tenemos que investigar si existen Programas de Acceso Especial corruptos que nadie supervisa», afirma la senadora Kirsten Gillibrand, demócrata por Nueva York, quien dirigió la comparecencia del Senado sobre los FANI en abril. “El objetivo para mí será celebrar una audiencia al respecto en algún momento para que evaluemos si estos programas de verdad existen”.
Gillibrand apoya una enmienda que espera incluir en la Ley de Autorización de Defensa Nacional de este año, que debe ser aprobada, para exigir que no se gaste dinero en Programas de Acceso Especial a menos que se informe de ello al Congreso. «De modo que si hay programas por ahí que de alguna manera están fuera de la cadena normal de mando y del proceso regular de apropiaciones, tienen que informar de ello al Congreso», destaca Gilibrand.
En cuanto a si piensa que hay alguna veracidad en las denuncias del informante, responde: “No tengo ni idea. Así que haré el trabajo, lo analizaré y lo descubriré”.
Otros senadores sostienen que no hay mucho que averiguar. «En general, yo examinaría con escepticismo muchos de estos informes», indica el senador Martin Heinrich, demócrata de Nuevo México, quien forma parte del Comité de Inteligencia. Aunque Heinrich sigue dudando de los denunciantes, opina que los FANI son un enigma que el Gobierno federal de EE UU debe abordar.
«Lo que me tomo en serio es que a veces estos condecorados pilotos y oficiales de navegación experimentan cosas que no podemos explicar, por lo que necesitamos recopilar datos para poder descubrir qué está pasando», declara Heinrich.
Sin embargo, entre otros senadores, se mantiene el silencio. WIRED envió una consulta al presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Mark Warner; en menos de un minuto, el personal del demócrata de Virginia contestó: “No haremos comentarios al respecto, ¡gracias!”.
Cuando sorprendimos al senador en los pasillos de mármol del Capitolio, Warner no dejaba de tropezarse con sus propios pensamientos. «Hemos recibido mucha información. Francamente, necesito más datos al respecto», dijo Warner.
¿En cuanto a la denuncia de que el gobierno federal ha mentido al Congreso y ocultado algunos Programas de Acceso Especial durante décadas? «Ya hemos oído estas acusaciones antes», señaló Warner, antes de detenerse, de nuevo. «Permítanme que me informe primero».
Un terreno militar en EE UU sorprendido por FANI
Los legisladores siguen esperando más respuestas sobre los globos espía que dominaron las noticias y el espacio aéreo de Estados Unidos a principios de año, sobre todo en relación con los cuatro objetos que las Fuerzas Aéreas derribaron en un periodo de ocho días el pasado mes de febrero. A raíz de esos enfrentamientos militares, la administración Biden celebró sesiones informativas clasificadas a puerta cerrada para los miembros del Congreso, pero no fueron muy claras, al menos al principio, hasta que los legisladores presionaron a los funcionarios sobre los FANI.
«Hablaban sobre los globos y varios senadores señalaron: ‘Un momento, hace años que tenemos muchos fenómenos anómalos no identificados’, y fue entonces cuando el responsable de la información militar dijo: ‘Cierto. Cierto», comenta el senador republicano por Misuri, Josh Hawley. “La conclusión es que ha habido miles de avistamientos de estas cosas a lo largo de los años, lo cual era nuevo para mí. Así que no me sorprenden, necesariamente, estas últimas acusaciones, porque suenan bastante cercanas a lo que nos admitieron a regañadientes en la sesión informativa”.
Aunque no están precisamente sorprendidos por las declaraciones de Grusch, los legisladores de todas las corrientes políticas están preocupados por las noticias de FANI sobrevolando instalaciones militares de Estados Unidos.
«No es bueno. Nada de esto es bueno», resalta Hawley. “Queremos llegar al fondo. Es preocupante”.
Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Andrei Osornio.
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