“Son seres no humanos que no son parte de nuestra evolución terrestre y que, después de desaparecer no hay una evolución posterior», dijo Maussan en el Congreso. «De acuerdo con la Universidad Autónoma de México, quien realizó los análisis de carbono 14 estos seres tienen alrededor de 1,000 años de antigüedad, es decir, no se trata de seres que fueron recuperados en naves que son estrellamientos, sino que son seres que estaban sepultados en minas de diatomea, un alga fosilizada con 17 millones de años de antigüedad, es fitoplancton que abundaba en aquel tiempo, y, al desaparecer se fosilizó”, señaló Jaime Maussan.
Después de la audiencia, las redes explotaron. La comunidad científica emitió comunicados y la sociedad se polarizó en bandos. Los que apoyaban a Maussan y los que lo desacreditaban —, y también los que se divertían en el camino.
«Habría sido bueno invitar a científicos. Tanto los que buscan vida extraterrestre, como personas que hacen antropología genética, que son quienes datan restos del pasado. Y ellos no fueron invitados», señala la física, astrónoma y divulgadora científica Julieta Fierro, en entrevista con WIRED en Español. “No solo eso. Hubieran invitado al embajador del Perú. Tú te imaginas lo que significa mostrar extraterrestres que cayeron en ese país y traerlos a México, y no invitar a gente de Perú. Es horripilante. ¿Cómo pasaron por la aduana? Además, si fueran extraterrestres, lo primero que haces es aislarlo, porque qué tal si trae un virus de otro lado y hace una pandemia espantosa”, dice la astrofísica.
“Lo que pasó ayer en el Congreso mexicano fue un espectáculo, con información no necesariamente verificable, definida por el fanatismo que busca mucho más la espectacularidad mediática y réditos políticos, que explicar el fenómeno de la posible vida fuera de nuestro planeta, y sobre todo es un asunto que excede las tareas del Congreso”, dijo Raúl Trejo Delarbre, Investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales y Doctor en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, en entrevista con WIRED en Español.
En el Congreso mexicano resonó la frese «no estamos solos». Pilotos y controladores aéreos, quienes se consideran testigos privilegiados, junto con astrónomos de instituciones como Harvard, así como expertos y políticos de Japón, Argentina, Francia, Brasil y Perú, compartieron este martes en el Congreso sus testimonios de «frustración, hostigamiento y amenazas», que enfrentan aquellos que se atreven a informar sobre descubrimientos inexplicables en el espacio aéreo.
El Congreso mexicano celebró una Audiencia Pública sobre los Fenómenos Anómalos No Identificados (FANI). Jaime Maussan presentó, en sarcófagos diminutos, lo que llamó “cuerpos no humanos”.
“El Congreso existe para legislar, ¿qué va a legislar el Estado mexicano en este caso?, es absolutamente ridículo. Creo que esta audiencia se explica en el contexto del enorme extravío que hay en la mayoría que domina el Congreso mexicano, es decir, del partido Morena y sus aliados; la enorme irresponsabilidad del diputado Sergio Gutiérrez Luna, que en otras ocasiones, pero nunca de forma tan torpe como esta, había utilizado la sede del Congreso para cumplir con sus caprichos personales, y quien obtiene réditos de esto es el señor Jaime Maussan, que lleva varias décadas lucrando con hipótesis no comprobadas, haciendo un negocio personal de la expectación social acerca de los llamados OVNIs», dijo Trejo, autor de 22 libros, entre ellos, Posverdad, populismo, pandemia (Ediciones Cal y arena, 2022) y Adiós a los medios (Editorial Tintable, 2022).
Cómo llegó Jaime Maussan al Congreso mexicano
“Pero, a ver, a ver. ¿Cómo llegó alguien como Jaime Maussan al Congreso?» se preguntarán. Bueno, el hecho de que EE UU celebrara la primera audiencia sobre fenómenos aéreos no identificados, abrió una puerta para que ocurriera lo mismo en el Congreso mexicano. Por otro lado, Jaime Maussan tiene muchos amigos, entre ellos el diputado Sergio Gutiérrez Luna, quien dijo que la Cámara de Diputados es la “casa del pueblo”. “Se escucharán opiniones, se hablará de elementos, de evidencias que han despertado un gran, gran, gran, gran interés en el público”, añadió el diputado organizador.
El origen de esta audiencia, contó el diputado Gutiérrez Luna, fue el acercamiento de Jaime Maussan a los legisladores para exponerles que en otros países se hablaba ya en este tipo de recintos sobre OVNIS. “Don Jaime Maussan es un reconocido periodista e investigador que se acercó con nosotros”, dijo. “Si pueden jurar decir la verdad en esta instancia del poder legislativo (…) prometen decir la verdad de todo lo que hoy se escuche aquí en esta instancia del poder legislativo”, leyó el diputado al tomarles juramento.
“El Congreso mexicano tiene facultades para ocuparse de cualquier asunto con propósito de esclarecimiento y de orientación a la sociedad, pero sobre todo y, fundamentalmente, para legislar. Los legisladores supervisan a otros poderes, gestionan necesidades de la sociedad, pero antes que nada hacen leyes. Esta reunión fue convocada como Audiencia pública para la regulación de Fenómenos Aéreos Anómalos No Identificados (FANI) en México. Hay un despropósito. Cómo se puede regular lo que es anómalo y no identificado. En el título de la audiencia ya se indica la poca seriedad”, explicó a esta revista Raúl Trejo, Profesor en el Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
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