Los fenómenos anómalos no identificados (lo que antes solíamos llamar OVNIs y ahora la nasa denomina UAP) han sido un tema candente en la actualidad informativa gracias a distintas investigaciones sobre el tema encargadas por varias administraciones estadounidenses. Administraciones como la agencia espacial estadounidense, la NASA, que hoy ha publicado los resultados del mayor estudio sobre el tema del que tenemos constancia.
Qué dice el informe. Poco que no supiéramos. El informe encargado por la NASA a una comisión independiente de expertos es más una hoja de ruta que una recopilación de eventos anómalos (aunque también están presentes en el informe).
Una de las conclusiones clave es que, si bien los instrumentos gestionados por la agencia espacial, satélites y telescopios de diversa naturaleza, no están ideados para la identificación y resolución de estos fenómenos anómalos. Mejorar las capacidades de los instrumentos de la agencia, calibrando los sensores de sus instrumentos o multiplicar el número de medidas tomadas, pueden ser formas en las que la NASA pueda contribuir a resolver estos fenómenos anómalos en el futuro.
“La flota de observatorios satelitales de la Tierra de la NASA debería asumir un papel de soporte a la hora de determinar las condiciones ambientales que coinciden con los UAP”, señala el informe en uno de sus puntos.
¿Y los UAP? Lo que hace un fenómeno anómalo no identificado es, precisamente, que no sabemos qué es. Y si alguien esperaba que este informe resolviera alguno como visita alienígena, tendrá que esperar.
En el informe se citan varios casos, algunos de ellos ya abordados por la Fuerza Aérea estadounidense. Dos de estos ejemplos fueron resueltos como aviones comerciales. Otro UAP mencionado en el informe, que aparenta ser una esfera metálica observada por un dron MQ-9 en un lugar de Oriente Medio, permanece sin resolver.
Presentación del informe. La NASA ha presentado el informe hoy en Washington a las 10:00 de la mañana (las 16:00 en la Península). En la presentación ha tomado parte figuras clave de la NASA como su administrador Bill Nelson, quien ha anunciado la creación de una dirección para la investigación de UAP.
Henson también ha incidido en el hecho de que “no sabemos qué son los UAP”, y que no cuentan con pruebas de que alguno de los fenómenos observados que permanecen irresueltos tengan que ver con visitas alienígenas. Eso sí, el directivo ha reiterado el compromiso de la agencia con la transparencia en la investigación y ante cualquier hipotético hallazgo futuro: “cualquier cosa que encontremos, os la diremos”.
En la presentación también han participado otros altos cargos de la NASA como Nicola Fox y Dan Evans, así como David Spregel, miembro del equipo encargado del informe.
¿El informe más esperado? Hace cosa de un año la NASA organizó una comisión independiente con el fin de sacar adelante el mayor estudio institucional sobre OVNIs hasta la fecha. Con un presupuesto de 100.000 dólares y nueve meses de plazo (han pasado ya 15 desde que tuvimos constancia del asunto) el informe generó entonces gran expectación.
Entretanto hemos ido acumulando pruebas de cómo los Estados Unidos han comenzado a tomarse en serio lo de acabar con el secretismo en torno a este asunto. El pentágno, concretamente la Fuerza Aérea del país es la otra rama de la administración con mucho que decir sobre el tema.
La respuesta del estamento militar a esta nueva transparencia fue la All-domain Anomaly Resolution Office (AARO), un departamento dedicado a estudiar anomalías como los UAPs creado también en 2022. NASA y AARO han llamado en ocasiones la atención sobre la necesidad de cooperación entre ambas agencias con el fin de esclarecer la mayor parte de estos fenómenos posible.
Calentando motores. El asunto de las hipotéticas visitas alienígenas a nuestro planeta ha tenido otras caras. Por ejemplo la de los militares que hace dos meses testificaron en el subcomité de la Cámara de Representantes de EE UU dedicado a los UAP. Declararon entonces que el Gobierno estadounidense no solo tenía constancia de la visita de inteligencias extraterrestres a nuestro planeta, sino que tenía tecnología extraterrestre en su posesión.
Algo semejante ocurrió hace unos días en la Cámara de Diputados de México, aunque en este caso, el ufólogo Jaime Maussan acudió a la cita con el órgano legislativo con varios ejemplares de lo que, declaraba, eran los cuerpos de alienígenas.
Otra fuente de controversia ha sido el hallazgo de restos de lo que podría ser un meteorito interestelar, es decir, los restos minerales de un asteroide que, como en su día Oumamua, llegó a nuestro sistema solar desde un lugar distante. La diferencia entre Oumamua y el llamado IM1 es que este último acabó estrellado frente a las costas de Papúa Nueva Guinea en 2014.
Imagen | NASA
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