«Luminum»: esperando el impacto

Silvia y Andrea son reconocidas ufólogas. También madre e hija. Juntas llevan adelante un grupo de investigación del fenómeno ovni y montan guardia persiguiendo las luces sobre el río Paraná. En “Luminum”, que se verá esta tarde, desde las 14.45, en el Cinema Paradiso, en el marco del FICPBA, Maximiliano Schonfeld las filma, pero no como tanto documental retrata los fenómenos que no entran dentro de lo hegemónicamente aceptado: no hay aquí un retrato bizarro, un viaje a un mundo excéntrico, sino una película sobre ufología, maternidad y las amistades que se construyen en el camino.

Schonfeld conoció a la dupla en un evento ovni, realizado cada año: fue como mero espectador, “no tenía intenciones de hacer una película con ellas, pero de a poco me fue interesando lo que sucedía: no tanto con el fenómeno ovni, sino con esta idea mucho más humana de la espera del acontecimiento, del asombro. Algo sucedía ahí todas las noches a la espera de algo que de alguna manera venga a transformar la vida de las personas. Y ese fue el primer acercamiento”. 

“Y ellas”, continúa, en diálogo con EL DIA, el cineasta de “La siesta del tigre” y la bellísima “Jesús López”, “siempre comandando toda esa especie de ritual, siendo muy generosas con el resto de la gente y también poniendo siempre un marco de evidencia científica sobre la expectativa de que algo ocurriese. Así que me interesó cómo ellas se tomaban el tema y cómo preferían desencantar a algunos con tal de decir la verdad acerca de que si realmente lo que se estaba viendo tenía algún carácter extraterrestre o no”.

– ¿Te interesaban los extraterrestres antes? ¿Y te interesaban como ficción, como ciencia ficción, o con la esperanza de que sean reales?

– Me interesaban más que las películas de extraterrestres, un término que me gusta mucho de Tarkovsky: el de conciencia ficción, ese contacto con el misterio, que es un poco también lo que retrata el final de la película, esa imposibilidad de una comunicación, pero sí con un sentimiento que te hace entender que hay algo más allá, una conciencia que está más allá de nuestro entendimiento. Y esa era simplemente mi forma de experimentar la ciencia ficción. Obviamente, nunca sobresalí por ser un gran creyente del fenómeno ovni, pero sí siempre tuve la esperanza de que algún día tengamos más información para saber qué hay del otro lado del universo.

– Pensaba que hacer un documental sobre un museo del ovni puede ser una manera para que un cineasta como vos, que trabajás en la independencia, aborde el tema extraterrestre sin demasiado presupuesto. ¿Lo pensaste así?

– La película tiene un presupuesto similar al que tienen los otros documentales que hice y que por la manera que tenemos de filmarlos, la financiación se nos hace muy complicada: no trabajamos con algo escrito de antemano, nos gusta ir entendiendo la película que tenemos y dejar que el tiempo transcurra, no apurar los procesos. Entonces es muy difícil conseguir financiamiento. Así que los tres que hice, uno está en postproducción y los otros dos, “La siesta del tigre” y “Luminum”, se han hecho con recursos demasiado escasos, porque fuimos muy respetuosos con lo que la película necesitaba en términos de tiempos y conocimiento. Entonces, cuando es así, a veces las posibilidades de tener una búsqueda de financiamiento convencional se hacen más difíciles, pero no quería intervenir la película con una escritura previa.

– El estreno de la pelicula se da en medio de un boom ufológico, como ahora se va a dar la proyección en el FICPBA. ¿Qué lectura tenés de esa puesta en agenda del tema ovni en el presente?

– Bueno, Silvia y Andrea ya nos habían adelantado lo que iba a pasar un poco, ellas tenían mucha información, de hecho conocen a mucha gente que participó de las comisiones y tal, entonces no nos sorprendió tanto. Pero me parece que es una linda coincidencia el estreno de la película, cuando fue el estreno en el Centro Cultural Kirchner fue muchísima gente también impulsada por las noticias que habían salido, así que muy felices por eso, por esa coincidencia y porque también la gente se pueda informar un poco más sobre lo que está pasando a muchos niveles de conocimiento con el tema de la ufología.

– La llegada de la película se dio no solo en medio del boom alien sino también en un contexto complejo para el cine y el país. ¿Cómo ha sido buscar pantallas de cine, cómo viene siendo el recorrido de la película, la llegada al público? ¿Cómo es para los cineastas hoy filmar contra viento y marea y después tener que pelear por que sus películas se vean en algún lado, un poco?

– La situación es más que compleja y ya era compleja antes de lo que pasó con las elecciones, y ahora con las declaraciones de este candidato que dice que va a cerrar el Incaa, el panorama es más que negro. Pero antes, creo que los gobiernos ya estaban dejando morir el cine de manera deliberada, sobre todo porque no hay intenciones de cumplir con algo tan básico como es la cuota de pantalla, que por lo menos un 15, 20% de lo que se exhibe en las grandes cadenas sea cine argentino. Eso por un lado. Y por el otro tampoco había una voluntad política de hacer que las plataformas puedan tributar algo que genere un fondo de fomento para los cineastas, todas cosas que se hacen en los otros países: no hay proteccionismo, no hay cinemateca, no se cuida lo que se hace. Entonces frente a este desamparo, creo que hay un desánimo muy grande entre los cineastas. Hay que encontrar nuevas herramientas para seguir filmando, para seguir combatiendo, para encontrar nuevas maneras de financiamiento, pero venimos de muchos golpes y básicamente lo que hacen es que filmen los hijos de ricos, que eso es un poco lo que está pasando: los que venimos de clase quizás no tan privilegiada, los que tenemos que pagar un alquiler en capital para hacer cine y tal, son los primeros que nos vamos a tener que dejar de filmar.