Por Pegaso
La Internet y las redes sociales abundan en consejos de todo tipo, desde lavar los choninos hasta hacerse un peinado punk, desde componer el motor de tu carro hasta ser más atractivo para el sexo opuesto.
Y es precisamente uno de estos últimos videos que vi en Tik Tok lo que llamó poderosamente mi atención.
Una correteable chamacona dice que dará tres tips para que un hombre pueda ser irresistible para las damas:
Tips número uno: Sé único. No hay que copiar otros estilos, sino buscar la manera de sobresalir de los demás.
Tips número dos: Ten seguridad en tí mismo. A las mujeres les encantan los hombres que se valoran y que emanan una gran seguridad. Entra a un lugar sintiéndote el rey del mundo y ya verás los resultados.
Tip número tres: Sé imprevisible. Nunca hay que hacer lo mismo todos los días. Mantén un aura de misterio y seducción. Esto te volverá un imán sexual para las mujeres.
Sin embargo… sin embargo, se le olvidó el tip más importante: Si no eres tan guapetón como Brad Pitt, tan fortachón como Chris Hemsworth o tan simpático como Chris Pratts, ni aunque te pongas loción del tío Nacho vas a pegar chicle.
Pienso que si estás más feo que Danny Trejo, no hay consejo en el mundo que te sirva para conquistar a una modelo de pasarela o a una cotizada actriz. Tendrías que conformarte con la gorda del barrio o la flaca de tu salón.
Pero bueno, hay contadas excepciones. Yo sé de un tipo bien feyoyo que tenía un pegue tremendo con las chavas.
Le encantaba el baile, le gustaba la literatura y se las daba de intelectual. Gustaba de platicar con cuanta fémina se le atravesara en su camino, guapas, feas, chaparras, prietas, curvilíneas, güeras o morenas.
Su habilidad era la lengua. Las mareaba, les componía poesías y después de invitarlas a bailar, las deslumbraba con sus pasos de lujo. Generalmente acababan en sus brazos.
Por eso es muy cierto aquel dicho que dice: “Billete mata a carita, pero labia mata a carita y a billete”.
Hablando de tipos más feos que pegarle a Dios, tenemos ahí el ejemplo de un sujeto chaparrón, rechoncho, prieto, cachetón, con un corte de pelo de bacinica (sí, el peluquero pone una bacinica volteada en su cabeza y recorta el cabello por toda la orilla), que se ha vuelto bien famoso en Internet.
Empezó con un video donde decía que ya no quería ser guapo, que estaba cansado que las chavas lo siguieran y que mejor preferiría ser feo como los demás.
De ahí, al estrellado. El Chaparro Chuacheneguer ahora realiza giras internacionales, se codea con los grandes y se besa de lengüita con las más bellas artistas, como Ángela Aguilar y otras que andan trapeando el piso por él.
O como Mark Antony, que parece un parche mal pegado al lado de la guapérrima Jennifer López. (Foto).
Es lo que dije líneas arriba. Hay excepciones, y este personaje demostró que la regla es la excepción.
En todo caso, lo que no soportan las curvilíneas damas es la mediocridad. No podemos darnos el lujo de estar en el medio. O somos guapos que hasta nos duela la cara, o somos feyoyos, pero con ganas.
Cualquiera de esos dos extremos son como miel para las moscas… perdón, para las nenas, así que en lugar de buscar tutoriales en las redes sociales, pon en práctica este salutífero consejo, y ya después me comentas en el hashtag: #PinchePegasoMamón o a mi correo electrónico: telabañas_pegasiux@gmail.com
Y para el sexo débil, que en realidad es el más fuerte, también hay consejitos.
Dicen por ahí que “la suerte de la fea la bonita la desea”, pero no es cierto. Aquí sí hay una regla de oro: Si estás de buen ver y mejor tocar, te sobrarán galanes, si no, nadie te pelará.
Por ese motivo el maquillaje es uno de los productos más abundantes en el mundo.
En términos reales, el hombre está jugando al rasca y gana, porque ya no sabe uno qué va a encontrar abajo de tantas capas de maquillaje. Por el contrario, los incomprendidos hombres nos mostramos siempre al natural… a veces con una barbita de candado, pero al final se dan cuenta de una sola mirada si somos guapos o estamos más feos que un auto por debajo.
Ahora está también la tecnología. ¿Cuántos no han caído cuando conocen a un pimpollo por las redes sociales y cuando se la encuentran en vivo y a todo color lo único que quieren es que llegue un OVNI y se los lleve?
Por eso mejor nos quedamos con el refrán estilo Pegaso: “¡Engúlleme, sustrato!” (¡Trágame, tierra!)
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