Las ocho fotos de presuntos ovnis en Neuquén que analizó la Fuerza Aérea » Alerta Digital

¿Son Objetos Voladores No Identificados los que se ven en esas imágenes registradas en Neuquén? Uno se ve en la foto de la ruta, con montañas y chivitos en el norte neuquino. Otro aparece sobre el lago Aluminé. Y otro en Villa Traful y otro en una noche tormentosa en San Martín de los Andes, más otros cuatro en diferentes lugares de la provincia. Ocho fotografías de ovnis que al momento de verlas dispararon todo tipo de difusión y conjeturas.

Quienes realizaron las tomas buscaron salir de toda duda y confirmar o desechar esas elucubraciones y las enviaron a un organismo que tiene la Fuerza Aérea Argentina que se dedica específicamente a esa tarea. Recurrieron al Centro de Identificación Aeroespacial (CIAE), un ente gubernamental creado el 4 de abril de 2019 y que significó una restructuración de la Comisión de Estudio de Fenómenos Aeroespaciales (CEFAE), fundada el 6 de mayo de 2011.

Alerta Digital tuvo acceso a los informes de los cuatro años de ese organismo, donde se observa el estudio y las conclusiones de cada caso. El último analizado, proveniente de Neuquén, es una fotografía tomada a fines de noviembre de 2021 en la ruta hacia la localidad de Las Ovejas, adonde se observa la geografía montañosa, un par de chivitos sobre la ruta, el cielo límpido y allí: un objeto que a simple vista no vio quien realizó la toma, pero que apareció al observar la imagen detenidamente.

Caso Las Ovejas

En la página 80 del informe anual, se encuentra el “CASO LAS OVEJAS – Pcia. de Neuquén (30/11/2021) FOTO ENVIADA POR EL TESTIGO (descubrió al objeto después de revisar la foto)” y luego el organismo brinda su análisis: “De la inspección de la imagen ampliada (y con alto contraste), se observa un cuerpo fusiforme del que se proyecta hacia arriba y hacia la izquierda, un apéndice membranoso translúcido enclavado en el primer tercio anterior del cuerpo, sugiriendo compatibilidad con un ala de insecto volador. El cuerpo tiene su extremo derecho más redondeado y de menor sección, compatible con la cabeza del insecto. Una disposición anatómica como la descripta, sugiere una dirección de vuelo como la indicada por la flecha”.

A partir de ese primer análisis, se indica que “si bien, como ocurre con todos los casos de aves o insectos que se cruzan inadvertidamente frente a la cámara, intentar reproducir el avistamiento resulta imposible por su fugacidad, como así también lo sería la búsqueda de testimonios que apoyen dicha hipótesis, sin embargo, tanto la morfología del cuerpo del objeto como la presencia confirmada de un apéndice membranoso translúcido enclavado en el primer tercio del cuerpo, sugieren, de acuerdo al principio de la Navaja de Occam, compatibilidad con un insecto, que cruzó en vuelo recto y nivelado, frente a la cámara justo en el instante de tomarse la foto. Apoya esta conclusión, el hecho de que el fotógrafo declaró en su Formulario de Aporte de Datos, no haber visto en el paisaje, ningún objeto que le llamara la atención al momento de efectuar el disparo”.

Caso Villa Pehuenia

A principios de febrero del año pasado, también se envió para su estudio una fotografía tomada como retrato familiar en Villa Pehuenia, desde la costa del lago Aluminé.

De la inspección de los objetos ampliados –dice el informe- surge que ambos tienen una forma cilíndrica con textura leñosa y con anillos dispuestos a 90° de su eje longitudinal, exactamente como suelen encontrarse en ramitas secas. El objeto de la derecha tiene un corte neto en forma oblicua en su extremo derecho, mientras que su extremo izquierdo presenta borrosidad por movimiento.

Y agregó que “el misterio a resolver aquí, es por qué aparecen en el aire, un par de pequeños fragmentos de ramitas secas, justo en el momento de tomarse la foto”.

Una posibilidad –se indica- es que se haya tratado de cenizas llevadas por el viento. De hecho, en diálogo telefónico con la testigo, ésta refirió que era un día de mucho viento y agregó que una de sus amigas, al ver la foto procesada, en lo primero que pensó, es en que podrían haber sido cenizas. “Pero en la misma conversación la testigo recordó que al momento de tomar la fotografía, ella estaba sentada en la arena, a la sombra de un arbusto, junto con su hijo sentado en su falda (en la esquina inferior derecha de la foto se puede ver el dedo pulgar del pie derecho del niño). También agregó que el niño estaba de muy mal humor, por lo cual es muy posible que haya estado tirando objetos hacia arriba”.

 Finalmente, se concluye que “dado que, según la testigo, había muchas ramitas secas en el suelo, es altamente probable que los trozos que aparecieron volando frente a la cámara, hayan sido arrojados por su mismo niño, justo en el momento en que ella tomaba la foto”.

Caso Villa Traful

En la página 25 del informe de 2020 del CIAE, se analiza una fotografía enviada desde Villa Traful por Fabián Figueroa en enero de ese año, adonde trató de registrar el recorrido por un camino de la zona, desde su vehículo.

El objeto alargado que aparece a la izquierda del centro de la foto, se ve ligeramente desenfocado con respecto al resto del paisaje, muy probablemente por encontrarse en el plano de mínima distancia focal. Este detalle sumado a su morfología, en forma de traza siguiendo la dirección del viento de frente producido por el avance del vehículo, sugiere compatibilidad con una mancha de suciedad sobre el parabrisas, producida muy probablemente por el impacto de un insecto contra el mismo.

Para concluir en que se trató de eso, de un insecto impactado contra el vidrio del vehículo, se realizaron comparaciones y estudios con tomas similares y se determinó que «lo que el testigo interpreta como un “aparente humo que se desplegó” en realidad no estaba en el paisaje, sino que se encontraba ubicado en el mínimo plano focal, o sea, tan cercano como el parabrisas del automóvil.

Caso San Martín de los Andes

Un vecino de San Martín de los Andes registró en un video una tormenta eléctrica, en la noche del 8 de agosto de 2020. Dice el informe “la cámara se mueve alternativamente a la derecha y a la izquierda en un intento de capturar la mayor cantidad de actividad eléctrica (rayos) que se está desarrollando dentro del núcleo de la tormenta. En la mitad superior del campo de visión, se observa un punto de luz blanca desplazándose horizontalmente a izquierda y derecha acompañando el movimiento de la cámara».

En sucesivas capturas de pantalla se verifica que tanto el punto movedizo como la mayor fuente de luz presente en la escena (una lámpara de alumbrado público de color blanco muy intenso en la mitad inferior) mantienen una posición simétrica con respecto al centro geográfico del cuadro compositivo.

Luego de conectar (con segmento rojo) al punto de luz que se movía por el centro del cuadro, con la mayor fuente de luz presente en la escena (en este caso la intensa luz de una lámpara de alumbrado público) y verificar que dicho segmento cruza en un solo punto por el centro del cuadro en más de un fotograma, queda ópticamente demostrado que el extraño objeto luminoso que se ve al centro/arriba del cuadro compositivo, resulta compatible con un reflejo interno del lente.

Caso Zapala

El organismo que depende de la Fuerza Aérea también analizó una fotografía enviada por Fernando Viera, desde Zapala, adonde en una simple toma para registrar la estepa y la cordillera nevada de fondo, aparecen objetos no identificados.

“Los objetos voladores que aparecen en la foto exhiben cierto grado de desenfoque, tanto por movimiento como por estar cerca del mínimo plano focal”, señala el estudio, al tiempo que agrega que “hemos elegido el objeto ubicado en el centro del cuadro, por ser el que más nítido ha salido. De la observación de sus rasgos generales surge un cuerpo fusiforme con dos extremos desiguales, de cuyo tercio anterior se proyecta hacia arriba y hacia la izquierda un apéndice recto que apunta directamente hacia una mácula a cierta distancia, con forma de medialuna, con la que aparenta estar conectado por una membrana transparente, sugiriendo el ala de un insecto volador”.

Y concluye “si bien, tal como ocurre con todos los casos de aves o insectos que se cruzan inadvertidamente frente a la cámara, intentar reproducir el avistamiento resulta imposible por su fugacidad, como así también lo sería la búsqueda de testimonios que apoyen dicha hipótesis, sin embargo, todos los elementos que exhibe el objeto analizado: un cuerpo fusiforme aerodinámico con extremos desiguales, sumado a una superficie transparente compatible con un ala membranosa, sugieren, de acuerdo con el principio de la Navaja de Occam, que se trató de un insecto volador que, formando parte de un enjambre, cruzó inadvertidamente el campo de visión. El hecho de que el testigo afirmara haber descubierto a los objetos recién después de revisar la foto ya procesada, apoya plenamente esta conclusión”.

Caso Villa La Angostura

Santiago Arévalo, envió en diciembre de 2020 una fotografía que formó parte de una sesión que realizaba por la noche, sobre el lago Nahuel Huapi, y adonde surgió una luz que lo llenó de interrogantes.

Este caso demandó al organismo una serie de estudios e investigaciones, para determinar finalmente que “trabajando sobre la hipótesis de un fenómeno asociado a venteo de combustible y encendido de última etapa de un vehículo espacial, los datos surgidos del análisis orbital muestran que a la hora de la filmación, pasaba con trayectoria Nor-noroeste, el vector portador Larga Marcha 3B/G5 (CZ-3B/G5) que fuera lanzado 50 minutos antes desde el Centro de Lanzamiento de satélites de Xichang (China) con rumbo Sudoeste (en trayectoria helio-sincrónica) llevando a bordo al satélite de observación óptica GAOFEN 14. Confirma esta hipótesis la astrometría del fondo estelar, en plena coincidencia con las estrellas que aparecen en la filmación”.

“Las dos nubes de gases iluminadas por el Sol corresponden a una secuencia de dos eventos, por un lado, la separación y venteo de combustible de la 2ª etapa previo a su re-entrada a la atmósfera (nube difusa) en la que el combustible sobrante debe vaciarse (Norma ISO 24113) para evitar explosión durante el reingreso (la cual generaría miles de trozos de chatarra espacial) y por el otro (nube esférica), el encendido de la tercera etapa del portador CZ-3B, unos segundos más tarde”.

Otro caso en Villa La Angostura

En el informe anual de 2018, aparece una fotografía enviada por Cristian Orellana, desde Villa La Angostura, el 13 de septiembre de ese año y donde se cuenta que estaba filmando el paso de un avión (estela de condensación moviéndose de derecha a izquierda) cuando al revisar el video descubrió puntos blancos moviéndose de izquierda a derecha por el campo visual de la cámara).

La conclusión, luego de informar sobre los estudios específicos que requirió la imagen, sostiene que “si bien, debido a su reducido tamaño angular, ambos puntos blancos se encuentran al límite (o más allá del límite) de lo explotable, de la observación de sus trayectorias inferimos un comportamiento compatible con el de dos insectos volando en formación abierta en donde el que aparece en la parte inferior busca interceptar al que vuela más arriba, lo cual queda claramente comprobado al alinearse (y acercarse) sus trayectorias”.

“El hecho de que el testigo no haya notado nada anormal en el paisaje y haya descubierto la presencia de ambos puntitos blancos recién al reproducir el video, confirma la hipótesis de un par de insectos cruzando inadvertidamente frente a la cámara”.

Caso Neuquén Capital

Fabiana Gondola, envió desde la ciudad de Neuquén una fotografía para que fuera analizada por el organismo, adonde se observa un intento de retratar el sol de la mañana, con la punta de algunos álamos y una luz por sobre el radio solar.

Tras una serie de evaluaciones físicas sobre el momento y disposición de la cámara, así como también la posibilidad de que sea el mecanismo interno de la cámara quien genere esa luz, se concluyó que “el objeto blanco es compatible con un reflejo interno en el conjunto de lentes de la cámara”.