Ovnis en Vigo: los avistamientos más conocidos de la historia de la ciudad

La humanidad lleva preguntándose desde el inicio de los tiempos si hay vida más allá de la Tierra o si estamos solos en el universo. Si bien la ciencia no alcanza aún a dar una respuesta completamente sólida al respecto, los hombres han inventado diversas teorías y conspiraciones al respecto para tratar de explicar aquello que es superior a nuestra civilización, y en el imaginario colectivo están más que arraigados conceptos como extraterrestre, alienígenas u ovni (objeto volante no identificado).

Si existe un país que abandera de forma notable el asunto de los aliens ese es Estados Unidos. Allí se han producido la mayoría de películas responsables de instalar en nuestras mentes la imagen de las supuestas criaturas extraterrestres y sus naves voladoras, como Encuentros en la tercera fase, Alien o La guerra de los mundos. Los avistamientos de estos objetos de origen extraño se extienden a lo largo y ancho de los 50 estados y el tema ha llegado incluso al Congreso y al Senado.

De hecho, este verano los ovni han vuelto a colarse en la actualidad (tanto de Estados Unidos como del resto del mundo) debido al proceso abierto en el Capitolio el pasado mes de julio, cuando exfuncionarios del Ejército decidieron compartir sus propias experiencias sobre los avistamientos. El 27 de julio, el militar retirado David Grunch aseguró que el Gobierno oculta desde hace décadas un programa relacionado con la vida alienígena; testimonio reforzado por otras personas que declararon durante una audiencia ante el Congreso.

Ahora queda comprobar que toda esa información no sea una simple teoría ‘conspiranoica’. Con todo, Estados Unidos no tiene el patrimonio exclusivo de este tipo de experiencias. España también ha registrado diversos episodios de presuntos avistamientos y la ciudad de Vigo ha presenciado algunos casos sonados, la mayoría, en la década de los 70.

Juan Minguela y el avistamiento en Oia

De acuerdo con la RAE, un ovni es un «objeto volador no identificado, al que en ocasiones se considera como una nave espacial de procedencia extraterrestre». Eso fue lo que contempló el peluquero Juan Minguela desde su casa en Santa María de Oia (Vigo) la noche del 27 de marzo de 1974, tal y como recogen diferentes medios locales. El periódico El Pueblo Gallego publicaba en portada el testimonio en primera persona del vigués:

«Eran las tres de la madrugada de hoy, miércoles. Lo recuerdo perfectamente porque lo primero que hice al saltar de la cama impulsado por un insoportable calor, fue fijarme en las manecillas fosforescentes de mi reloj. Los tres perros que tengo en mi finca de Villadesuso, en Santa María de Oia, no cesaban de aullar«, comenzaba relatando Juan Minguela.

El peluquero vigués describía cómo se asomó a la ventana y quedó «anonadado» al contemplar un «objeto luminoso, de color verde, de unos tres metros de alto por cincuenta o sesenta de ancho». Algunos diarios como Faro de Vigo transcribieron que Minguela comparó el tamaño del ovni con el de un Vitrasa.

En su relato a El Pueblo Gallego, el hombre confesaba que quiso «enfrentarse a tiros» con él, asustado: «No me atreví a disparar y volví a cerrar la ventana. Entonces, me introduje en el armario sin proferir ni el menor grito, pues me encontraba solo y sabía que era inútil».

Además, aseguró que el objeto había provocado la desaparición de los restos de petróleo que había en una parte rocosa de la playa, provocados por la embarcación Polycommander en un accidente allá por 1970: «Había un círculo blanco sobre la arena y las rocas, completamente blanco (…). Está demostrado que el agua del mar no puede limpiar en unas horas todo esto; teniendo en cuenta que, además, que ya hace varios meses que están cubiertas de residuos de petróleo».

Otros avistamientos extraños

La repercusión de la experiencia de Juan Minguela casi no tiene competidor en el terreno de los avistamientos vigueses, pero no es la única. El periodista e investigador especializado en ufología (el estudio de los fenómenos relacionados con los ovnis) J.J Benítez recoge en su página web oficial un archivo fotográfico de objetos volantes no identificados por todo el mundo, donde se encuentra un caso ocurrido en Vigo.

Tal y como explica Benítez, «miles de personas de la hospitalaria ciudad viguesa pudieron contemplar en la tarde del 7 de mayo de 1970 un objeto de aspecto metálico, plateado, que brillaba intensamente al sol». El periodista tuvo constancia de este fenómeno gracias al testimonio del jesuita Pedro Pablo Requejo, quien relató cómo el ovni se mantuvo vertical y a gran altura sobre Vigo entre las 19:00 y las 21:00 horas.

El extraño suceso fue capturado por la cámara de Matías Álvarez García, interventor del Banco Pastor, como pudo comprobar J.J Benítez. La cinta no se encontraba manipulada y en ella se veía a la supuesta «nave nodriza». El avistamiento fue analizado por el refutado investigador coruñés Oscar Rey, quien afirmó que aquel objeto medía 300 metros y se encontraba a unos 40.000 metros de altura.

También en los años 70, un piloto llamado Juan Rey creyó ver un objeto volante no identificado a 92 kilómetros de la costa de Vigo. Así lo contó en el programa Cuarto Milenio en el año 2019, donde rememoró aquella misteriosa noche del 12 de marzo de 1977 y explicó que el ovni tenía un tamaño «descomunal». Y si se revisa la hemeroteca sobre el asunto de los ovnis en otros medios, algunos mencionan avistamientos en Samil en 1996 o en el barrio de Lavadores en 1999. En 2009, La Voz de Galicia se hacía eco de un vídeo subido a Youtube por un joven moldavo que aseguraba haber visto ovnis desde Cabo Home.

Lo cierto es que pase el tiempo que pase, la fascinación que suscita el mundo extraterrestre no se apaga y muchas personas alrededor del globo dedican su vida a investigar este tipo de sucesos. Por ejemplo, el moañés Alberto Casás. Este exmiembro de la Brigada Paracaidista del ejército español vio con sus propios ojos objetos extraños en el cielo vigués; una vez, durante una exhibición aérea en Samil. Ahora recorre el país en un autobús para investigar los «puntos calientes» por los que ha pasado, presuntamente, la vida alienígena.