14 de noviembre de 2024

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Abducción en primera persona

Abducción en primera persona

El 2 de marzo de 2006, el tema Ovni volvió a la consideración de la sociedad pampeana, cuando un agente de policía manifestó haber sido objeto de una abducción por lo que podría ser una nave desconocida. Ahora el Centro de Estudios UFO (Ceufo Patagonia) anunció la realización de una conferencia para desarrollar el tema

El 2 de marzo de 2006, el tema Ovni volvió a la consideración de la sociedad pampeana, cuando un agente de policía manifestó haber sido objeto de una abducción por lo que podría ser una nave desconocida.

Ahora el Centro de Estudios UFO (Ceufo Patagonia) anunció la realización de una conferencia para desarrollar el tema Abducción, charla que será desarrollada en el Centro Municipal de Cultura de Santa Rosa.

Como se sabe la palabra “abducción” significa secuestro-rapto, en este caso en particular relacionado con el fenómeno OVNI.

Este sábado en el CMC.Como quedó dicho la actividad se desarrollará en el Centro Municipal de Cultura, Quintana 172, hoy a las 19 horas. Estará conducida por el responsable del Ceufo, Oscar “Quique” Mario, quien destacó que compartirá el espacio con Sergio Puchetta, precisamente el policía de General Pico que el 2 de marzo de 2006 “desapareció”, luego de haberse acercado a un sitio en la zona rural, donde se habían observado “luces”.

Amplia repercusión.El episodio motivó la plena movilización del Ministerio de Seguridad y de la Policía de La Pampa; y también del responsable de esta institución por aquella época, comisario Ricardo Baudaux, quien ante la extrañeza del episodio y conociendo su trayectoria, decidió convocar al investigador. Después de intensa búsqueda, 18 horas después, Puchetta fue hallado a 30 km del lugar, en estado de shock y en posición fetal por el jefe de la UR II Roberto Ayala y el investigador Quique Mario.

En primera persona.Hoy se puede decir que se hablará de Abducción, en primera persona.

En su momento Puchetta contó que patrullaba la zona rural en moto, cuando vio un resplandor sobre un monte. Eran aproximadamente las 10 de la noche.

Estuvo desaparecido durante 18 horas, hasta que un productor rural lo encontró en posición fetal y tapándose la cabeza con los brazos. Llevaba todavía puesto su uniforme que, a pesar que había llovido mucho en el lugar se encontraba limpio y seco.

Paralizado y en el aire.

Contó luego que cuando vio aquel resplandor sobre el monte pensó que eran cazadores furtivos y por eso se acercó. No encontró nada y quiso regresar a su moto que había dejado metros más atrás.

De pronto –relató– vio dos pequeñas luces frente a él que lo paralizaron. “No me podía mover, y sí sentí un cosquilleo que me entró por los ojos y me recorrió el cuerpo”. En un momento pudo caminar, y eso hizo hasta que empezó a correr, hasta que de repente sintió que algo lo levantaba y lo soltaba: “Me levantaba y me soltaba… hasta que en un momento no pisé más el suelo”, dijo.

Misteriosa llamada.

Después otro policía, de apellido Villegas, dijo haber recibido una llamada del teléfono de Puchetta con una voz que no le pareció de su colega. “Venite para las Cañas, vos sabés lo que pasa”, habría dicho Puchetta. Después, revisado el celular, la llamada no aparecía registrada.

Allí su compañero se comunicó con el Comando Radioléctrico que poco después llegó al lugar para buscar al policía desaparecido.

En trance.

Mucho tiempo después Puchetta narró que mientras eso pasó estuvo en trance: “Creía que estaba adentro de la panza de mi madre y recordaba cosas de cuando era chico… pasaba mi vida en cámara lenta”, sostuvo.

empecé a recordar cosas de la infancia”, señaló a este medio. Y subrayó: “Como si fuera mi vida en cámara lenta, no sé durante cuánto tiempo”.

Cuando pareció despertar le pareció ver “un bulto grande, de alrededor de tres metros de altura. Era como que levitaba”, aportó. Al ratito la figura desapareció.

Fin de la pesadilla.

Pero lo más extraordinario iba a suceder enseguida: “Vi luces arriba mío y una voz que decía que me quede tranquilo que iba a conocer a mi hija que todavía no había nacido. Y me la mostraron…”.

Al rato llegó una patrulla y Puchetta reconoció al comisario Roberto Ayala y se abrazó a él. La pesadilla había terminado.

Pasó mucho tiempo hasta que pudo contar con lujos de detalles lo que sucedió aquella noche que le cambió la vida. Ahora quienes quieran escuchar ese relato singular lo podrán hacer en el CMC.

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