Un panel de científicos convocados por la agencia espacial de Estados Unidos está trabajando en un informe sobre las afirmaciones de exfuncionarios de inteligencia y pilotos ante una comisión del Congreso de ese país sobre la existencia de un programa secreto del gobierno federal de ese país con información y evidencia material de fenómenos aéreos no identificados, incluidos “restos no humanos” y naves extraterrestres. Los resultados se conocerían alrededor de septiembre próximo, de acuerdo con un funcionario de alto rango de ese país.
Bill Nelson, titular de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por su nombre en inglés), contó que se había reunido con los pilotos de la Armada alrededor de 2004 cerca de San Diego, California, y también conversó en estos años con funcionarios del Pentágono. Durante una conferencia de prensa en la residencia del embajador de ese país en la Argentina, señaló: “Decidí como administrador de la NASA ver esto desde un punto de vista científico y a partir de nuestros sensores en el espacio, que recogen información. Convoqué a un panel de una decena de científicos prominentes que está deliberando y, a finales del verano en Estados Unidos, van a dar a conocer su informe de resultados”.
El funcionario no evadió dar a conocer su opinión sobre si en el universo hay vida fuera de la Tierra. “Le hice esta pregunta a los científicos –dijo–. El universo tiene algo más de 13.000 millones de años de antigüedad y uno de nuestros telescopios proporcionó información de la formación de las galaxias de hace unos 300 millones de años. La luz viaja a 186 millas por segundo y la luz estuvo viajando durante 13.500 millones de años. El universo es muy grande.”
“Entonces, –continuó– ¿cuál es la probabilidad matemática de que haya en algún lugar del universo otro sol, o estrella mediana, con un plantea rocoso mediano que orbite a la distancia correcta para no estar ni muy caliente ni muy frío e inclinado lo suficiente sobre su eje para que tenga invierno y verano, con una composición química basada en carbono para que sea un hábitat apto?” Ante la pregunta, que él mismo formuló, detalló que la respuesta de los científicos fue que esa probabilidad de que existiera un cuerpo celeste con todas esas condiciones era de uno en más de un billón. “Si esto tiene algo que ver [con las declaraciones hechas por pilotos y exgentes de inteligencia al Congreso de Estados Unidos], no lo sé”, dijo.
En su opinión, si hay vida más allá de la Tierra, respondería como el panel de científicos: que es de una en un billón “de que haya otra Tierra como nuestro plantea que pueda crear vida”.
Recordó que el estatuto regulatorio de la NASA incluye la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta. “Estamos cavando en Marte con un rover que utiliza 42 tubos de titanio. Ya se colocaron 10 en la superficie de ese planeta para analizar cómo es el suelo y, también, se instalarán otros cerca de la boca de un río que llegaba a un lago –detalló–. Cuando volvamos a Marte en la década de 2030 y traigamos las muestras a la Tierra, veremos si hay evidencia de vida.”
En esa línea, la NASA está también monitoreando el asteroide Bennu. “Pensamos que es un asteroide rocoso, pero vamos a ver si tiene en composición química evidencia que indique que proviene de otro lugar o si chocó con algo que tenga vida”, finalizó.
Este miércoles, ante el Congreso de Estados Unidos, el mayor retirado David Grusch, exfuncionario de inteligencia de la Fuerza Aérea, afirmó que el gobierno federal está ocultando un programa de larga data que recupera y realiza ingeniería inversa de objetos voladores no identificados (OVNIs). El Pentágono, en tanto, negó sus afirmaciones.
Su testimonio frente a la Subcomisión de Supervisión de la Cámara de Representantes es la más reciente incursión del Congreso en el mundo de los “fenómenos aéreos no identificados” (UAP, por su sigla en inglés), que es el término oficial que usa el gobierno en lugar de OVNI.
En los últimos años, demócratas y republicanos presionaron para que se hagan más investigaciones como asunto de seguridad nacional. Consideran que los avistamientos que observaron pilotos sean incursiones de otras naciones o adversarios que pongan en riesgo al país.
Grusch dijo que el jefe de un grupo de trabajo del gobierno sobre UAP le pidió en 2019 identificar todos los programas altamente clasificados relacionados con la misión del grupo de trabajo. En ese momento, Grusch fue asignado a la Oficina Nacional de Reconocimiento, la agencia que opera los satélites espía de país.
El primer testigo en hablar fue el teniente Graves, quien sirvió a la Armada durante una década. “Estos avistamientos no son raros o aislados, son rutinarios. Tripulaciones aéreas militares y pilotos comerciales, observadores capacitados cuyas vidas dependen de una identificación precisa, están presenciando con frecuencia estos fenómenos”, apuntó bajo juramento.
“El estigma asociado a los UAP (Fenómenos Aéreos No Identificados) es real y poderoso, y representa un desafío para la seguridad nacional. Silencia a los pilotos comerciales que temen represalias profesionales, desanima a los testigos, y se ve agravado por afirmaciones recientes del gobierno que cuestionan la credibilidad de los testimonios de los testigos”, siguió.
LA NACION
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