Una civilización extraterrestre puede estar usando agujeros negros como baterías infinitas

Podría una civilización extraterrestre usar agujeros negros como baterías infinitas para obtener la energía necesaria, por ejemplo, para viajar por el espacio. El ser humano está empezando a descubrir el universo, pero aún no ha sido capaz de contactar con ninguna civilización extraterrestre o descubrir cómo viajar por el espacio. Las distancias son tan grandes que con los sistemas actuales se tardan años o incluso siglos al llegar al planeta más próximo de fuera del sistema solar. Por lo que este tipo de descubrimientos, que actualmente son casi de ciencia ficción, nos acercan a un futuro que queremos descubrir.

Así es como se pueden usar agujeros negros como baterías infinitas

Toda la teoría que rodea algo tan desconocido como los agujeros negros es solo teórico, es decir, nada tiene que ver con lo que podría pasar en realidad. Es una teoría que a medida que descubramos más sobre estos elementos podremos poner o no en práctica. De momento es solo una teoría no comprobada que tiene que ver con un tipo de agujero negro en concreto.

El agujero de Schwarzschild es uno de los tipos de agujeros negros que existe que puede usarse como un gran molino de viento interestelar. Extrayendo la energía que hay en él para cargar las baterías de forma infinita. Un gran generador natural que acabaría con uno de los grandes problemas de toda civilización, la manera de obtener energía que se necesita para mover todo un sistema.

Una civilización de tipo III es la escala de Kardashev sería capaz de crear la tecnología y los recursos necesarios para poder desarrollar este programa y acabar obteniendo la energía que necesita. Según esta escala que se creó en los años 60 serían capaces de obtener y almacenar toda la energía disponible en su planeta.

Los agujeros negros pueden ser una fuente de recursos para los extraterrestres

Viajar por el espacio consume una serie de recursos que, de momento, el ser humano no dispone. Los combustibles fósiles y una energía nuclear que acaba prácticamente de ponerse en práctica, hace poco más de un siglo que se conocen sus efectos y aún no se ha instaurado como fuente principal, hace buscar a la ciencia alternativas para poder obtener la energía de un planeta que cada vez necesita más y más.

Si nos paramos a pensar en toda la energía que desde hace poco más de un siglo hemos empezado a consumir, no es de extrañar que la búsqueda, teórica o práctica de este tipo de elementos que sirven para aprovechar cada recurso natural de que se dispone sea esencial en todos los sentidos.

Debemos tener en cuenta que siguiendo la escala Kardashev, la humanidad está en la escala 0. Es decir, no dispone apenas de tecnología, tal y como podemos ver con una carrera espacial que se ha detenido desde hace unos años, ante un peligro constante del que solo ha sobrevivido una estación espacial, desde donde se realizan algunos experimentos en el espacio.

El nivel tecnológico o el retorno energético de estos elementos a la Tierra es muy bajo. Aún faltan una serie de elementos que sean capaces de conseguir que la humanidad consiga primero, obtener recursos de forma ilimitada y segura, solucionando gran parte de los problemas de contaminación que les afecta.

También debe ser importante conocer más el universo, pero partiendo de un planeta saludable y de una civilización que se une en busca de un destino común que debe traerle más allá de las estrellas. Algo que no ha sucedido y puede necesitar años o siglos para cumplirse.