19 de octubre de 2024

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El SETI recibe 35 “ráfagas de radio misteriosas” desde el espacio que podrían ser signos de vida

El SETI recibe 35 “ráfagas de radio misteriosas” desde el espacio que podrían ser signos de vida

El Instituto SETI de California ha hecho un sorprendente hallazgo en el espacio profundo que ha dejado perplejos a los científicos en la búsqueda de vida extraterrestre. Se trata de una serie de ráfagas de radio rápidas (FRB) que han sido detectadas por el Allen Telescope Array (ATA). Estas misteriosas explosiones, un total de 35

El Instituto SETI de California ha hecho un sorprendente hallazgo en el espacio profundo que ha dejado perplejos a los científicos en la búsqueda de vida extraterrestre. Se trata de una serie de ráfagas de radio rápidas (FRB) que han sido detectadas por el Allen Telescope Array (ATA). Estas misteriosas explosiones, un total de 35, presentan un fenómeno único denominado «silbido cósmico» debido a una notable caída en la frecuencia central de las ondas de radio.

Los FRB, fenómenos que fueron identificados por primera vez en 2007, han sido objeto de intensa investigación a lo largo de los años. Se cree que estos impulsos de ondas de radio tienen su origen en estrellas moribundas, conocidas como magnetares, que se encuentran en galaxias distantes.

Los magnetares se caracterizan por poseer campos magnéticos extremadamente poderosos, lo que los convierte en candidatos ideales para emitir ondas de radio a través del espacio. Aunque la mayoría de los FRB parecen ser eventos únicos, un pequeño porcentaje de ellos se repite y algunos incluso siguen patrones regulares.

El enfoque del reciente descubrimiento realizado por el Instituto SETI se centra en una FRB específica, la FRB 20220912A, que se encuentra en una galaxia a aproximadamente mil millones de años luz de distancia de la Tierra. Lo que hace que esta FRB sea especialmente intrigante es su naturaleza repetitiva, ya que se ha registrado un total de 35 veces en un período de dos meses. Este fenómeno ha permitido a los investigadores confirmar algunas teorías existentes sobre las FRB y, al mismo tiempo, descubrir patrones nuevos y nunca antes vistos.

Sofia Sheikh, becaria postdoctoral en SETI y autora principal del estudio, comentó: «Este trabajo es apasionante porque proporciona tanto la confirmación de las propiedades conocidas de los FRB como el descubrimiento de algunas nuevas. Estamos reduciendo el origen de los FRB, por ejemplo, a objetos extremos como los magnetares, pero ningún modelo existente puede explicar todas las propiedades que se han observado hasta ahora».

Uno de los aspectos más intrigantes de la FRB 20220912A es la falta de un patrón discernible en el momento o intervalo de las liberaciones de energía. Cuando se convierte la caída de frecuencia de estas ráfagas en sonido, se asemeja al tono de un silbido cósmico, una característica verdaderamente única en el mundo de la astronomía.

Avi Loeb, del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, ha propuesto una teoría más especulativa sobre el origen de las FRB. En 2017, sugirió que estas señales podrían ser indicativas de exploradores del espacio profundo ubicados a miles de millones de años luz de distancia de la Tierra. Según Loeb, las fugas de los transmisores de estos exploradores podrían generar breves destellos detectados en la Tierra, influenciados por el movimiento de la sonda, su planeta anfitrión, su estrella y la galaxia en relación con la Tierra. «Vale la pena considerar y comprobar un origen artificial», afirmó Loeb. Este descubrimiento abre nuevas vías para comprender estas enigmáticas señales y sus orígenes, lo que podría arrojar luz sobre la dinámica de las galaxias distantes y el universo en general.

Las ráfagas de radio rápidas (FRB) son uno de los misterios más intrigantes de la astronomía en la búsqueda de vida extraterrestre. Se trata de destellos extremadamente breves de ondas de radio procedentes del espacio que duran apenas unos pocos milisegundos. A pesar de su corta duración, estos eventos son increíblemente poderosos y liberan tanta energía en un milisegundo como lo hace el Sol en casi un siglo.

SETI es el acrónimo del inglés search for extra terrestrial intelligence (búsqueda de inteligencia extraterrestre).

El origen de los FRB sigue siendo en gran medida desconocido, lo que los convierte en un tema candente de investigación. Aunque se han detectado cientos de ellos, algunos se repiten y otros aparecen solo una vez. Los FRB repetitivos han permitido a los astrónomos rastrearlos hasta sus galaxias de origen, proporcionando pistas vitales sobre su naturaleza y origen.

Lo que hace que los FRB sean aún más fascinantes es su extraordinaria energía. Estos destellos pueden provenir de distancias de miles de millones de años luz, lo que sugiere que los eventos que los causan son increíblemente energéticos. A lo largo de los años, se han propuesto varias teorías sobre sus orígenes, que van desde las más misteriosas, como agujeros negros y estrellas de neutrones, hasta ideas más especulativas, como la tecnología extraterrestre. como sucedió en mayo de 2023 donde el SETI recibió varias ondas de radio extraterrestres.

Además de ser un enigma cósmico, los FRB están arrojando nueva luz sobre el universo en su conjunto. A medida que estas explosiones viajan a través del espacio, atraviesan material intergaláctico, lo que permite a los científicos estudiar dicho material en función de cómo afecta a las ondas de radio. Esto ha abierto una nueva ventana para comprender el vasto material invisible que compone nuestro universo.

En resumen, el descubrimiento de estas 35 ráfagas de radio rápidas, incluida la FRB 20220912A, es un avance emocionante en el estudio de uno de los enigmas más intrigantes de la astronomía. A medida que los científicos continúan investigando estas enigmáticas señales cósmicas, se espera que se revele más información sobre su origen y significado, lo que podría tener un impacto profundo en nuestra comprensión del universo y de nuestro lugar en él.