El 2023 se ha establecido como uno de los años más esperados por los amantes de los fenómenos astronómicos en todo el mundo.
Desde la aparición de una increíble “luna de sangre”, el próximo mayo; pasando por el tránsito de un cometa verde que solo cruza cerca a la tierra cada 50 mil años; y la exhibición de un eclipse híbrido que tan solo se presenta siete veces en un siglo; este año se erige como uno de los más esperados para los amantes de la astronomía.
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Tan solo en enero se han registrado increíbles fenómenos como el baile cósmico entre Venus y Saturno; las vistosas lluvias de estrellas Cuadrántidas; y una asombrosa “Luna del Lobo, considerada como el primer plenilunio de este año.
Espiral azul
No obstante, a estos vistosos fenómenos astronómicos se les ha sumado la aparición de una increíble espiral azul que fue registrada en el cielo de la isla de Hawái, en la Oceanía, en la madrugada del miércoles 18 de enero, dejando atónitos a los espectadores.
La brillante espiral, que daba pequeños giros en el cielo del Pacífico hasta desaparecer, dejó a decenas de asistentes asombrados con un fenómeno que era fácilmente confundible con un Objeto Volador No Identificado (OVNI).
Sin embargo, la danza de esta espiral tendría una explicación un poco más sencilla a la que sugiere la posibilidad de vida extraterrestre en el universo.
Un cohete de SpaceX
Las imágenes, que fueron capturadas por la cámara del Telescopio Subaru, que está localizado en la cima de Maunakea, correspondería al lanzamiento de un cohete de SpaceX, la compañía privada del multimillonario empresario estadounidense Elon Musk.
“La cámara estelar Subaru-Asahi capturó una misteriosa espiral voladora sobre Maunakea, Hawái. La espiral parece estar relacionada con el lanzamiento de un nuevo satélite por parte de la empresa SpaceX”, indicaron funcionarios del Telescopio Subaru del Observatorio Astronómico Nacional de Japón.
Algunos científicos confirmaron que lo más probable es que se tratara de un satélite GPS que sería utilizado por la Fuerza Espacial de los Estados Unidos. Fenómeno que ya se ha registrado en oportunidades anteriores, como sucedió a mediados de 2022 en Nueva Zelanda, donde decenas de espectadores pensaron que se trataba de un OVNI.
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