17 de diciembre de 2024

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Ovnis, abducciones y autopsias: la historia de los avistamientos extraterrestres en Argentina

Ovnis, abducciones y autopsias: la historia de los avistamientos extraterrestres en Argentina

Argentina tuvo un avanzado desarrollo en el campo aeroespacial durante el siglo XX, con el envío de animales al espacio. Sin embargo, también hubo innumerables episodios del caso contrario: avistamientos en el país de ovnis y visitantes extraterrestres que entraron en contacto con gente. El considerado primer avistamiento moderno ocurrió en 1947 en el estado

Argentina tuvo un avanzado desarrollo en el campo aeroespacial durante el siglo XX, con el envío de animales al espacio. Sin embargo, también hubo innumerables episodios del caso contrario: avistamientos en el país de ovnis y visitantes extraterrestres que entraron en contacto con gente.

El considerado primer avistamiento moderno ocurrió en 1947 en el estado de Washington, al noroeste de Estados Unidos. El piloto Kenneth Arnold volaba su avión en plena tarde sobre unas montañas cuando vio a nueve objetos que surcaban el cielo en línea. Pasaron volando junto a él y desaparecieron en el horizonte. Arnold calculó que volaban a 1900 kilómetros por hora, más del doble de la velocidad de un avión comercial actual.

Arnold contó a los medios lo que había visto y ahí surgió el concepto de «plato volador» para referirse a la forma redonda de estas presuntas naves espaciales, imagen que las películas se encargaron de consolidar.

Unos años más tarde, en 1953, la Fuerza Aérea Estadounidense empezó a denominar a estos fenómenos Objeto Volador No Identificado (UFO, por sus siglas en inglés, y OVNI en castellano).

Mientras tanto, en nuestras tierras, La Gazeta de Buenos Aires, el diario fundado por Mariano Moreno, reportaba ya en 1816 un episodio en el que unas bolas de fuego descendieron del cielo cerca de la localidad de Rojas, en la provincia de Buenos Aires, en lo que podemos considerar uno de los primeros avistamientos de actividad extraterrestre en Argentina.

En julio de 1947, menos de un mes después del avistamiento del Arnold en Estados Unidos, un hecho inauguró el interés por los «platos voladores» en nuestro país: en la ciudad de La Plata, en el Parque San Martín, varios testigos juraron haber visto un objeto que irradiaba una luz violeta posado en un naranjo. Según contaron, el objeto permaneció ahí unos minutos hasta que desapareció.

A partir de entonces, la capital bonaerense se convirtió en un lugar frecuentado por curiosos observadores del fenómeno de los ovnis. En la década de 1950 se reportaron varios casos de círculos de pasto quemado en los alrededores de la avenida 72 y más adelante, en los ’80, nació la Fundación Argentina de Ovnilogía.

Otro de los lugares de referencia de actividad extraterrestre en el país es Capilla del Monte, en Córdoba. En 1986, se descubrió en la ladera del cerro Uritorco una mancha gigante de 120 metros por 70. Desde un principio se dijo que había sido por un ovni y el lugar se llenó de curiosos que querían tener una experiencia de otro planeta.

También son muy recordados los móviles en el Uritorco del periodista José de Zer, movilero de Nuevediario, que cubrió con mucha espectacularidad unos casos de ovnis y atrajo la atención de todo el país. Su frase «Seguime Chango, seguime», dirigida a su camarógrafo, se convirtió en un clásico. Años más tarde, sin embargo, el propio Chango, que se llamaba Carlos Torres, confesó que todo lo que mostraban era un montaje y no había actividad extraterrestre real en esos videos.

Pero mucha gente elige creer. Como pasa por ejemplo en Cachi, en Salta, donde en 2008 el ciclista suizo Werner Jaisli construyó un «ovnipuerto». El hombre contó que, luego de ver dos objetos no identificados de color rojo y negro, una orden dentro de su cabeza lo empujó a construir ese lugar, que también se convirtió en una atracción turística.

Y los casos se multiplican en todo el país. En Victoria, Entre Ríos, los avistamientos explotaron en la década del 90 y originaron la apertura del Museo del Ovni, donde se exponen videos, fotos y otras evidencias de casos, piezas de caídas de ovnis y documentación oficial sobre los avistamientos.

Pero no solo se trata de ver. También se puede ser secuestrado por extraterrestres. Abducido, como se dice. En 2021, en Jacinto Aráuz, La Pampa, la señora Irma Rick desapareció de su casa y apareció un día después en General Acha, a 60 kilómetros de distancia, sin recordar cómo había llegado ahí. Para ella, solo hubo una explicación posible: fue secuestrada por extraterrestres. Además, aseguró que estaba embarazada de los aliens. Sin embargo, estudios médicos descartaron este embarazo.

Otro conocido episodio relacionado a extraterrestres fue la famosa autopsia a un alien realizada por Chiche Gelblung en su programa en 1995, aunque en realidad se trató de una desmentida. Por esos años, circulaba en televisión un video de una supuesta autopsia a un extraterrestre muerto en Roswell, en Estados Unidos, después de que un plato volador se estrellara. El video fue transmitido en todo el mundo, incluso en Argentina, donde se vio por un canal de aire. Como Chiche no había conseguido los derechos para transmitirlo, hizo una demostración de que el video era falso.

Y la cuestión extraterrestre también llegó a la política. J. Posadas, fue un pensador trotskista argentino que en 1968 publicó el folleto Los platillos voladores, el proceso de la materia y la energía, la ciencia, la lucha de clases revolucionaria y el futuro de la humanidad, donde decía que si los extraterrestres eran una civilización superior tenían que ser comunistas, ya que era la única forma de que pudieran haber construido naves para viajar a otros planetas. Entonces, la clase obrera tenía que recibirlos y aliarse a ellos para derrotar al capitalismo.

El avistamiento de ovnis también es una cuestión de Estado. En 2019 se creó el Centro de Identificación Aeroespacial, que en realidad es una reestructuración de la Comisión de Estudio de Fenómenos Aeroespaciales, que existía desde 2011. Depende de la Fuerza Aérea y tiene una tarea importantísima: recolectar casos de avistamientos de posibles naves extraterrestres y analizarlos.

En 2022, por ejemplo, el Centro de Identificación Aeroespacial analizó 68 casos y en todos ellos concluyó que no se trataba de naves espaciales sino de otros objetos. Barriletes, globos de helio y drones habían sido confundidos con naves extraterrestres. También reflejos de satélites o planetas. Pero la mayoría de los casos eran pájaros que volaban rápido y salían borrosos en las fotos o videos, por lo que los observadores los confundieron con ovnis.