Qué ocurre con las almas después de la muerte: Una mirada al mundo espiritual

¿Adónde van las almas después de la muerte? Esta profunda pregunta ha fascinado a la humanidad durante milenios. Antiguas leyendas, revelaciones espirituales y canalizaciones modernas ofrecen una visión coherente: las almas de los difuntos no vagan sin rumbo por el universo. Por el contrario, son guiadas a un reino específico, un mundo espiritual gobernado por leyes superiores y fuerzas poderosas que van mucho más allá de la comprensión humana.

La existencia de un planeta separado para las almas

Según investigadores e informantes espirituales, las almas de los difuntos residen en su propio «planeta», un espacio único y energéticamente distinto creado específicamente para su existencia. Este planeta etéreo no forma parte del universo observable, sino que existe dentro de una dimensión superior, gobernada por la Mente Superior, una extraordinaria entidad de información energética de alcance infinito.
Esta Mente Superior, descrita como un campo sensible de inteligencia, ordena los procesos cósmicos, crea nuevas realidades y garantiza el viaje ordenado de las almas después de la muerte. Su presencia se extiende mucho más allá de nuestro sistema solar, influyendo en el tejido de la existencia a través de las vastas extensiones del cosmos.

Renacer del olvido: El papel de la mente superior

Tras la muerte, las almas humanas no se olvidan ni se pierden. Al contrario, «renacen» del vacío a un nuevo estado de conciencia espiritual. Este proceso está meticulosamente orquestado por la Mente Superior, que interactúa con cada alma en función de sus experiencias terrenales y su posición moral.

Antes de que una persona nazca, la Mente Superior se compromete con su alma, iniciando procesos internos que aseguran el funcionamiento inmediato de los órganos vitales y los sistemas sensoriales una vez que entran en el mundo físico. Esta intervención divina permite a los seres humanos no sólo confiar en los instintos, sino también desarrollar la razón, las emociones y la conciencia espiritual desde el primer aliento.

¿Qué ocurre con el alma después de la muerte?

En el momento de la muerte, el cuerpo físico deja de funcionar y se desintegra. Sin embargo, el alma persiste inalterada, llevando consigo la memoria completa y las experiencias de la vida terrenal. La Mente Superior asigna entonces a cada alma una nueva ubicación en el mundo espiritual, cuidadosamente determinada por el nivel de pureza moral, conducta ética y adhesión a los principios espirituales del alma durante su existencia terrenal.

La estructura del Más Allá: Dónde residen las almas

La morada de las almas

Aquellas almas que han vivido rectamente y se han adherido a los valores de la compasión, la honestidad y el amor son transferidas a un espacio especial llamado la «Morada de las Almas». Esta zona se describe como un cilindro masivo y alargado, cuyo diámetro parece similar en tamaño a la Luna cuando se ve desde la Tierra.

En la Morada de las Almas, las impurezas persistentes o los residuos kármicos de la vida terrenal se limpian gradualmente. Aquí, las almas se someten a la curación espiritual y al crecimiento, preparándose para una nueva encarnación o para un estado superior de existencia más allá del reino material.

La Órbita de las Almas: Donde van las almas con problemas

Por otro lado, las almas cargadas por la crueldad, el egoísmo y el comportamiento inmoral se colocan en una ubicación separada conocida como la «Órbita de las Almas». Esta órbita se encuentra relativamente cerca de la Tierra, moviéndose de forma similar a la órbita de la Luna.

En este dominio, estas almas atribuladas están continuamente expuestas al dolor de sus fechorías pasadas, reviviendo las consecuencias emocionales de sus acciones. Este ciclo continuo de remordimiento pretende estimular el arrepentimiento genuino y la autoconciencia.

En casos extremos, si la negatividad de un alma es abrumadora e irreversible, puede dispersarse en el espacio cósmico, perdiendo su esencia individual – un destino que acaba permanentemente con cualquier posibilidad de reencarnación.

El Duplicado Energético: La conservación de la memoria

Un aspecto increíble del viaje póstumo del alma es la creación de un duplicado energético. Este duplicado actúa como repositorio de todos los recuerdos, experiencias y emociones de la vida terrenal del alma.

La Mente Superior extrae este duplicado y lo almacena en un vasto espacio de información espiritual, asegurando que la historia de cada alma se preserve para la eternidad. Mientras tanto, el alma original conserva su conciencia, su conocimiento y su conexión con su pasado terrenal.

Por qué los seres humanos deben centrarse en el desarrollo moral

Liventsova subraya la urgencia de que la humanidad desvíe su atención de la acumulación material y los afanes egoístas. Los mensajes recibidos a través de sus comunicaciones espirituales destacan que el trabajo, la compasión, el servicio a los demás y la vida ética son cruciales no sólo para una vida terrenal plena, sino también para una existencia dichosa después de la muerte.

El apego persistente a la riqueza material conduce al sufrimiento espiritual tanto en la Tierra como en la otra vida. A pesar de varios intentos cósmicos de corregir el rumbo de la humanidad -incluido el colapso de antiguas civilizaciones-, el materialismo sigue dominando.

Sólo a través del despertar moral individual puede la humanidad esperar asegurarse un futuro pacífico y armonioso tanto en el mundo físico como en el espiritual.

El Doble Invisible: Nuestro guía interior

Otra revelación es la existencia de un doble invisible – un compañero espiritual racional asignado a cada persona por la Mente Superior. Este ser conoce cada matiz de nuestra personalidad y trabaja continuamente para protegernos del peligro.

Este guardián invisible se manifiesta en forma de intuición, voz interior o premoniciones, esos sentimientos repentinos o advertencias que nos alejan de situaciones perjudiciales. Gracias a este doble, las personas experimentan a veces instintos inexplicables que les salvan la vida.

Iluminación espiritual y clarividencia

También existe el fenómeno de la iluminación, en el que surgen de la nada repentinas ráfagas de profunda perspicacia o inspiración. A diferencia de la guía del doble personal, la iluminación tiene un origen universal y puede dar lugar a creaciones artísticas revolucionarias, descubrimientos científicos o avances filosóficos.

Aunque todo el mundo puede experimentar momentos de iluminación, algunos individuos, conocidos como clarividentes, son capaces de mantener una comunicación regular con entidades espirituales. Los clarividentes poseen la capacidad única de ayudar a los demás a resolver problemas y evitar catástrofes transmitiéndoles mensajes del reino espiritual.

Sin embargo, esta conexión continua tiene un precio: el agotamiento emocional y físico severo a menudo conduce a los clarividentes a enfermedades graves con el tiempo.

Un propósito superior para cada alma

El amplio conocimiento transmitido a través de la investigación espiritual ofrece una comprensión transformadora de la vida, la muerte y el viaje eterno del alma. Las almas son guiadas con precisión, en función de sus elecciones terrenales, hacia reinos en los que continúan su evolución, ya sea en la dicha o en la corrección espiritual.

Vivir una vida basada en la bondad, la pureza moral y el servicio a los demás no sólo es noble, sino que es esencial para una vida eterna en paz. Las decisiones que tomamos cada día crean ondas que resuenan mucho más allá de nuestra existencia terrenal, dando forma al destino de nuestras almas inmortales.

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Por: CodigoOculto.com