21 de abril de 2025

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Historia, proceso y quién podría ser el próximo Papa tras Francisco


El cónclave es el proceso mediante el cual la Iglesia Católica elige al nuevo Papa, el obispo de Roma y líder espiritual de millones de fieles en todo el mundo. Este término proviene del latín cum clave, que significa «bajo llave», haciendo referencia al aislamiento al que se someten los cardenales durante la elección para evitar influencias externas.

Cónclave Vaticano: Historia, proceso y quién podría ser el próximo Papa tras FranciscoCónclave Vaticano: Historia, proceso y quién podría ser el próximo Papa tras Francisco

Escena de la película Los Dos Papas (2019).

La elección del Papa ha experimentado diversas transformaciones a lo largo de los siglos. En los primeros tiempos del cristianismo, el obispo de Roma era elegido por el clero y los laicos de la diócesis, similar a la elección de otros obispos. Sin embargo, con el tiempo, las interferencias políticas y las disputas internas llevaron a la necesidad de establecer procedimientos más estructurados.

Uno de los momentos más críticos en la historia de las elecciones papales ocurrió entre 1268 y 1271, cuando la Iglesia enfrentó un interregno de casi tres años debido a la incapacidad de los cardenales para ponerse de acuerdo en la elección de un nuevo pontífice. Este prolongado periodo de sede vacante llevó al papa Gregorio X a promulgar la bula Ubi periculum en el Concilio de Lyon de 1274, estableciendo normas estrictas para el cónclave. Entre estas disposiciones se incluía el aislamiento de los cardenales en un lugar cerrado, restricciones en su alimentación y la suspensión de sus rentas eclesiásticas hasta que se llegara a una decisión.

Gregorio X, creador de Ubi periculum.

A lo largo de los siglos, diversos papas han introducido modificaciones en el proceso del cónclave. Por ejemplo, en 1621, Gregorio XV emitió la bula Aeterni Patris Filius, que detallaba los procedimientos electorales y establecía la mayoría de dos tercios como requisito para la elección. Más recientemente, Juan Pablo II promulgó en 1996 la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, que regula el cónclave en la actualidad, con algunas reformas introducidas por Benedicto XVI en 2007 y 2013.

Procedimiento actual del cónclave

Tras la muerte o renuncia de un Papa, se declara la sede vacante y se convoca al Colegio Cardenalicio para la elección del sucesor.

Actualmente, solo los cardenales menores de 80 años tienen derecho a voto. Estos electores se reúnen en la Capilla Sixtina del Vaticano, donde permanecen aislados del mundo exterior hasta alcanzar una decisión. Durante el cónclave, se realizan votaciones secretas hasta que un candidato obtiene una mayoría de dos tercios.

Una vez elegido, el nuevo Papa acepta el cargo y elige su nombre papal. La tradicional «fumata blanca» anuncia al mundo la elección de un nuevo pontífice.

¿Cómo votan los cardenales en el cónclave?

El acto de votar en el cónclave es uno de los momentos más solemnes y cuidadosamente reglamentados de la elección papal. Aunque puede parecer sorprendente en la era digital, el sistema sigue siendo completamente manual y simbólico, utilizando papeletas de papel, en un proceso que subraya la seriedad del discernimiento espiritual.

Antiguamente, los cardenales utilizaban unas complejas papeletas de votación, como esta que se muestra doblada. En la actualidad las papeletas son simples tarjetas que se doblan por la mitad una sola vez y llevan impresa la frase en latín Eligo in Summum Pontificem («Elijo como Sumo Pontífice»).

Cada cardenal elector recibe una papeleta en blanco, en la que debe escribir, con letra clara y sin firma, el nombre del candidato que considera digno del papado. La boleta se pliega cuidadosamente y se lleva al altar de la Capilla Sixtina. Uno por uno, en orden de precedencia, los cardenales se acercan y depositan su voto en una urna especialmente preparada, pronunciando estas palabras en latín:

Testor Christum Dominum qui me iudicaturus est, me eligere in votum quem secundum Deum iudico eligendum esse.

(Pongo por testigo a Cristo el Señor, que me juzgará, que he elegido a quien según Dios creo que debe ser elegido).

Una vez que todos han votado, tres cardenales llamados escrutadores, elegidos al comienzo del cónclave, recogen las papeletas y realizan el escrutinio. Si ningún candidato obtiene una mayoría de dos tercios, los votos se queman junto con una sustancia química que produce humo negro, señalando al mundo que no hay todavía un nuevo Papa. Si se alcanza la mayoría necesaria, las papeletas también se queman, pero esta vez con un compuesto que genera la tradicional fumata blanca, signo de que un nuevo pontífice ha sido elegido.

Este método ha perdurado a lo largo de los siglos por su carga ritual, su privacidad absoluta y su carácter simbólico, enmarcado en el contexto espiritual del discernimiento eclesial.

Fallecimiento del Papa Francisco y preparación del cónclave

El 21 de abril de 2025, el Papa Francisco falleció a los 88 años en la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano. La causa oficial de su muerte fue un ictus cerebral, agravado por problemas respiratorios y cardiovasculares que lo habían afectado en los últimos meses. El cardenal Kevin Farrell confirmó su deceso en una declaración oficial.

El Papa Francisco falleció el lunes, apenas unas horas después del Domingo de Resurrección en la Pascua de 2025.

Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires en 1936, fue el primer Papa latinoamericano y jesuita en la historia. Su pontificado, iniciado en 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI, estuvo marcado por un enfoque pastoral hacia los pobres, la inclusión y las reformas estructurales, generando admiración y también controversia dentro de la Iglesia.

Con la sede vacante, se convocará un nuevo cónclave entre 15 y 20 días después del fallecimiento (entre el 6 y el 10 de mayo en este caso), según lo estipulado por la constitución apostólica Universi Dominici Gregis. Hoy en día, el Colegio Cardenalicio cuenta con 135 cardenales electores —es decir, menores de 80 años—, superando el límite tradicional de 120 establecido por Pablo VI.

Posibles candidatos al papado

El próximo cónclave será particularmente significativo debido al legado reformista de Francisco y la diversidad del actual Colegio Cardenalicio. Entre los nombres que suenan como posibles sucesores se encuentran:

  • Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, con una sólida experiencia diplomática.
  • Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, conocido por su enfoque pastoral y su compromiso con la paz.
  • Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, con amplio conocimiento del Medio Oriente.
  • Péter Erdö, cardenal húngaro, destacado por su perfil académico y equilibrio doctrinal.
  • Willem Jacobus Eijk, cardenal holandés, identificado con posturas conservadoras.
  • Robert Sarah, cardenal guineano, defensor de la tradición litúrgica y crítico con ciertos aspectos del pontificado de Francisco.

Profecías sobre el próximo Papa

A lo largo de la historia, han surgido diversas profecías relacionadas con la sucesión papal. Una de las más conocidas es la atribuida a Nostradamus. Algunas interpretaciones de sus escritos sugieren que tras un Papa anciano seguiría un pontífice que «debilitaría su sede», pero gobernaría por un largo tiempo. Aunque no existe consenso sobre la validez de estas predicciones, han sido motivo de interés entre fieles y estudiosos.

Otra profecía es la atribuida a San Malaquías, un arzobispo irlandés del siglo XII, quien escribió una lista de lemas que supuestamente describen a cada Papa. Según ciertas interpretaciones, el Papa Francisco sería el penúltimo, y su sucesor, apodado «Pedro el Romano», presidiría la Iglesia en tiempos de gran tribulación, lo que ha llevado a especulaciones sobre una etapa crítica en la historia eclesial.

Conclusión

El fallecimiento del Papa Francisco marca el fin de un pontificado transformador y el inicio de una nueva etapa para la Iglesia Católica. El cónclave venidero, enmarcado en una era de desafíos globales y diversidad eclesial, representa una oportunidad para discernir el rumbo que tomará el cristianismo en las próximas décadas. Como en siglos anteriores, la elección del nuevo Papa será un momento de profundo significado espiritual, político y social para millones de creyentes alrededor del mundo.

Por MysteryPlanet.com.ar.