Los objetos voladores no identificados (Ovnis) siguen siendo un misterio a escala mundial. Ni las nuevas tecnologías han servido para aclarar una de las dudas más importantes de la historia de la humanidad.
Todavía no se ha confirmado de forma oficial que existe vida extraterrestre, pero hay un país que ha tratado de investigar cada movimiento de un vehículo extraño que recorra sus fronteras.
Aunque mucho se ha hablado de Estados Unidos o de Rusia, ninguno de los dos países ha puesto en marcha una oficina oficial para investigar a estos objetos voladores no identificados.
Se trata de Chile. El país del sur de América cuenta con el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA). Un organismo que forma parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
El objetivo es el de estudiar todos los antecedentes relevantes sobre Fenómenos Aéreos Anómalos (FANI) que se puedan producir en el espacio aéreo de Chile. Usan un método científico para comprobar si existe algún riesgo de seguridad importante.
Aunque se creó en 1997, se trata de una ampliación de la llamada Comisión Chilena para Estudios de Fenómenos Espaciales No Identificados que se creó hace mucho tiempo. En julio de 1968. Aunque sólo funcionó hasta el año 1975.
Después de unos avistamientos en Arica, el controlador aéreo Gustavo Rodríguez Navarro recopiló varios casos y acabó aportando la idea para desarrollar dicho organismo en el país.
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