El Universo es tan grande que resulta difícil imaginar que los únicos seres vivos son los humanos. A lo largo de los años, se invirtió millones de dólares en nuevas tecnologías que permitan explorar un poco más allá del planeta Tierra, pero lo cierto es que nunca se pudo comprobar vida extraterrestre. Sin embargo, un grupo de científicos de la prestigiosa Universidad de Harvard creó una hipótesis que sugiere que los alienígenas caminan entre nosotros día a día.
Uno de los grandes misterios no resueltos del ser humano es saber si hay vida extraterrestre en el Universo; por ello, un grupo de científicos elaboró una nueva teoría que fue publicada el mes pasado, llamada “La hipótesis criptoterrestre: un caso a favor de la apertura científica a una explicación terrenal oculta para fenómenos anómalos no identificados”, con la que brindaron su opinión sobre los OVNIs (Objeto Volador No Identificado).
Los autores fueron Tim Lomas, de la Universidad de Harvard, Brendan Case, de la Universidad de Harvard, y Michael Paul Masters, de la Montana Tech de la Universidad de Montana.
“Las hipótesis para tales fenómenos tienden a dividirse en dos clases: una explicación terrestre convencional (por ejemplo, tecnología creada por el hombre), o una explicación extraterrestre (es decir, civilizaciones avanzadas de otras partes del cosmos)”, señalaron.
Asimismo, continuaron: “Sin embargo, también existe una tercera clase minoritaria de hipótesis: una explicación terrestre no convencional, fuera de la visión consensuada predominante del universo”. La hipótesis que propusieron es la ultraterrestre, que incluye un subconjunto de la hipótesis criptoterrestres. “Es decir, la noción de que la UAP (fenómenos anómalos no identificados) puede reflejar actividades de seres inteligentes ocultos sigilosamente aquí en la Tierra (por ejemplo, bajo tierra) y/o sus alrededores cercanos (por ejemplo, la luna), y/o, incluso, ‘caminar entre nosotros’ (por ejemplo, hacerse pasar por humanos)”, remarcaron.
Entonces, estos subconjuntos pueden ser “criptoterrestres humanos”, que podrían conformar una civilización tecnológicamente avanzada y destruida hace mucho tiempo, pero que continuó existiendo en algunos lugares, como, por ejemplo, un “Triángulo de Alasca” ubicado entre Anchorage, Juneau y Utqiagvik, o estructuras de piedras sumergidas en Yonaguni Jima, en Japón.
Este estudio no fue revisado por la comunidad científica, pero los autores señalaron que “es probable que sea considerado con escepticismo por la mayoría de los científicos” debido a la naturaleza de algunos fenómenos anómalos no identificados.
No obstante, también aseguraron que esta teoría “no debería descartarse sumariamente y, en cambio, merece una consideración genuina con un espíritu de humildad y apertura epistémica”. Para confirmar esta interesante hipótesis habrá que buscar pruebas fehacientes de que algo así ocurrió en nuestro planeta
En este sentido, la portavoz del Departamento de Defensa del Petágono, Sue Gough, señaló que “ninguna información verificable que fundamente las afirmaciones de que algún programa relacionado con la posesión o ingeniería inversa de materiales extraterrestres haya existido en el pasado o exista actualmente”, en el marco de los testimonios de tres exmilitares norteamericanos, quienes dieron detalles sobre un programa secreto del gobierno que hace décadas estudia actividades extraterrestres por medio del cual se encontraron naves y “restos biológicos no humanos”.
En conclusión, la teoría de los científicos de Harvard podría tener un respaldo en algún futuro.
LA NACION
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