La Universidad de Harvard, a través de Avi Loeb, profesor y astrónomo, protagonizó un hecho controversial. De acuerdo con una investigación publicada en la plataforma arXiv, indica que el científico y su equipo pudieron haber interpretado erróneamente los datos sismográficos.
Loeb y su equipo detectaron el objeto IM1 o conocido como “Meteorito interestelar”, que cruzó la atmósfera terrestre a velocidades inusuales, lo cual sugería un origen extraterrestre. De esta manera, recuperó 805 esferas metálicas en una ubicación determinada por datos del Departamento de Defensa de Estados Unidos y un sismómetro local.
Entre estos objetos, 10 contenían metales raros, lo que incrementó la especulación sobre su procedencia extraterrestre. No obstante, la reciente investigación comprobó cosas totalmente contrarias, sugiriendo que fue más una especulación que un hallazgo veraz.
Su trabajo se ha centrado en el análisis de datos sismográficos y la recuperación de esferas metálicas con características anómalas en el Océano Pacífico, cerca de Papúa Nueva Guinea. Estos objetos, según Loeb, podrían ser evidencia de tecnología de origen no terrestre.
Extraterrestres
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Investigación extraterrestre de Harvard: en qué se equivocó Avi Loeb
De acuerdo con los resultados de la investigación, ambas señales sísmicas reportadas previamente por el equipo de Loeb son falsas, debido que una tiene características que sugieren un origen basado en el tráfico vehicular local, es decir un camión; mientras que el otro es evidentemente el ruido de fondo.
Del mismo modo, argumentó que “como tal, las localizaciones informadas anteriormente basadas en estos datos son falsas”. Por todos estos cuestionamientos, enfatizaron que el material recuperado del fondo marino y que supuestamente vendría del meteoro no tiene casi ninguna relación con él y es probable que tenga un origen más terrestre, no interestelar.
Investigación extraterrestre de Harvard: la respuesta de Avi Loeb frente a las acusaciones
El científico dijo que la metodología y los hallazgos de su equipo fueron precisos y que su equipo está compuesto por expertos en diversas disciplinas relevantes para el análisis en cuestión. «La investigación se basa en múltiples indicadores y no solo en información sismográfica, motivo por el cual mantiene su postura sobre la procedencia extraterrestre de las esferas metálicas», explicaron.
Esta situación ha planteado interrogantes sobre los protocolos y metodologías empleados en la investigación astrofísica, así como sobre la validez y la interpretación de los datos sismográficos en el contexto de la búsqueda y estudio de objetos interstelares encontrados.
Asimismo, Loeb ha criticado el estudio reciente por lo que considera una falta de especialización en campos relevantes para una interpretación adecuada de los datos, según información del medio Business Insider.
Si el profesor Loeb logra demostrar de manera definitiva la procedencia extraterrestre del material recuperado, el descubrimiento podría revolucionar la comprensión actual sobre la presencia de tecnología no terrestre y, en un sentido más amplio, sobre el papel del planeta Tierra en el universo.
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