“¿Quién iba a pensar que nos iba a llevar tanto tiempo desarrollar cincuenta videojuegos?”, bromea Jon Perry, creador de juegos de mesa tan celebrados como Time Barons o Air, Land & Sea, en las páginas de la revista Edge. “¿Quién podría haberlo adivinado?”.
Perry se refiere a UFO 50, mega-proyecto en el que él y su amigo de la infancia Derek Yu, hoy conocido sobre todo como el padre de los magistrales Spelunky y I’m O.K. – A Murder Simulator, llevan trabajando durante los últimos ocho años. Ambos empezaron a imaginar videojuegos juntos cuando aún iban al instituto, utilizando para ello toda la tecnología lo-fi que tenían a su alcance, desde herramientas de programación para novatos hasta una simple calculadora. Esa pasión precoz terminó dando sus frutos a principios de los dosmil en forma Eternal Daughter, su primer título profesional, al que le siguieron poco después las dos entregas de la saga Diabolika. Tras revolucionar el panorama indie en 2007 con su celebrado Aquaria, Yu se convirtió en una de las figuras clave del renacer roguelike, consolidando su posición en 2012 con el remake de Spenlunky en HD y su labor como guardián de las esencias en los foros de TIGSource, donde también publicó algunos textos teóricos de lo más influyente. La idea general de UFO 50 excede, sin embargo, cualquier proyecto previo en el que Yu y Perry se hubiera embarcado antes, tanto juntos como por separado: ¿y si creemos de cero un total de cincuenta juegos pertenecientes a una consola de 8 bits que nunca existió?
Hablamos de la Lazer-X, una supuesta pieza de hardware olvidada por el tiempo que, en su día (es decir, en la década de los ochenta), llegó a competir contra titanas de la tercera generación como NES, Master System o Atari 7800. En la ficción de UFO 50, Yu y Perry se presentan a sí mismos como miembros del UFO 50 Recovery Team, una iniciativa destinada a recuperar y revaluar todos los títulos publicados por la compañía UFO Soft, supuestamente una de las empresas lúdicas más idiosincrásicas de la edad dorada. El equipo sabe que ha encontrado oro cuando da con un almacén lleno de polvo que no solo guarda una Lazer-X funcional entre montones de chatarra, sino también un total de cincuenta cartuchos con el logo de UFO Soft. Lo que los jugadores de 2024 están a punto de experimentar es, pues, esa quimérica colección de joyas retro recién desenterradas, tarea tan hercúlea que ha necesitado a una legión de desarrolladores independientes, por no hablar de la mayor parte de la última década, para poder llevarse a cabo.
Derek Yu y Jon Perry anunciaron por primera vez UFO 50 en 2017, con la esperanza de que la antología estuviese terminada a finales de aquel año. Fue, por supuesto, imposible cumplir con esa fecha de entrega: según parece, los usuarios de PC podrán considerarse afortunados si el equipo de Mossmouth, la compañía de Yu, llega a finales de 2024… En cualquier caso, sus responsables piden paciencia (ni siquiera ellos eran conscientes cuando empezaron de la cantidad de trabajo que se les venía encima) y prometen que la espera habrá merecido la pena. En lugar de desaprovechar la fantástica idea de partida con un proyecto a medio cocinar, UFO 50 se ha tomado todo el tiempo necesario para construir todo un universo paralelo: algunos de los juegos de UFO Soft llegaron a generar secuelas y personajes estrella, al estilo de Mario o Sonic, por lo que la antología empezó muy pronto a ramificarse de formas tan incontrolables como estimulantes. La sensación de universo interconectado transforma la iniciativa en algo más que un compendio de juegos retromaníacos, llegando a producir la sensación de que cada uno de los falsos títulos de la falsa Lazer-X es, en realidad, una pieza dentro de un mecanismo mayor.
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