10 de noviembre de 2024

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Secuestrado por un ovni en Tenerife: el extraño caso de Frederick Valentich – CanalMisterio

Secuestrado por un ovni en Tenerife: el extraño caso de Frederick Valentich – CanalMisterio

“Hola, me llamo Frederick Valentich, este es mi pasaporte, puede verlo. Fui abducido por extraterrestres en 1978″. La Plaza del Charco, en el Puerto de la Cruz, estaba llena de gente aquel domingo, 11 de junio de 1989. Hassan estaba esperando a su amigo Enrique cuando un hombre joven, de unos 20 años, se le

“Hola, me llamo Frederick Valentich, este es mi pasaporte, puede verlo. Fui abducido por extraterrestres en 1978″. La Plaza del Charco, en el Puerto de la Cruz, estaba llena de gente aquel domingo, 11 de junio de 1989. Hassan estaba esperando a su amigo Enrique cuando un hombre joven, de unos 20 años, se le acercó y comenzó a hablar con él. Se trataba del protagonista de uno de los enigmas aéreos más conocidos de la historia. Empezaba así un relato en el que el misterio y la confusión se daban la mano en este caso de un supuesto abducido ovni en Tenerife.

Frederick Valentich era un joven de 20 años cuando el 21 de octubre de 1978 partió partió con su avioneta Cessna 182L desde Moorabbin (Melbourne), hacia Isla del Rey, al sur de Australia. Su intención era la de poder entrar en la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF), algo para lo que había sido rechazado en una primera ocasión y para lo que estaba intentando acumular horas de vuelo.

A las 19.06 (hora local), Frederick pregunta por radio si existe otro avión en la zona en la que él volaba, pero desde la torre de control le dicen que no, que se encontraba solo. “Estoy viendo una gran aeronave debajo de mi posición. Es muy grande y tiene cuatro luces muy brillantes”, dijo el piloto, mientras desde la torre de control le insistían en que se encontraba completamente solo en el lugar.

Se suceden entonces minutos angustiosos, más ahora, conociendo la desaparición de Frederick, que pueden comprobarse en la transmisión de radio, que posteriormente se haría pública. El joven piloto llegó a afirmar que estaba siendo “perseguido” por aquello que veía. Cinco minutos después de comenzar la comunicación se escucharon “sonidos metálicos”, según recogió el informe antes de que se hiciera el silencio. Frederick desaparecería sin dejar rastro.

Aviones militares y civiles, además de embarcaciones se sumarían a la búsqueda desde el primer momento. Se barajaron varias opciones, como que se hubiera confundido con algunas estrellas, que llegara a volar boca abajo y que eso provocara que viera unas luces en el firmamento que, realmente, eran las luces de una ciudad cercana o que, por inexperiencia, se estrellara por no distinguir el horizonte. Lo cierto es que Frederick no dejó rastro… hasta que reapareció en la plaza del Charco, en el Puerto de la Cruz, comenzando así un curioso caso ovni en Tenerife.

“La desaparición ocurrida en 1978 es un misterio genuino, uno de los más célebres porque, además, el piloto da muchos datos de aquello que está viendo antes de desaparecer”, admite Alfonso Ferrer, conductor del podcast El Laberinto, uno de los más seguidos en Canarias en todo lo relacionado con este tipo de misterios, que pudo hablar con varias de las personas que dijeron ver a Frederick en Tenerife.

Pero, una vez se comienza a investigar de manera superficial sobre este asunto se descubre pronto que, en lo relativo a su reaparición en la Isla, la sugestión tiene gran protagonismo en este caso ovni en Tenerife. En primer lugar, Frederick era un apasionado de la ufología, algo que marcó todo el relato: “En aquella época todo el tema ovni estaba de moda, con muchas noticias en los medios prácticamente a diario. Eso hizo que el halo de misterio creciera”.

Pero: ¿qué pasó entonces en el Puerto de la Cruz aquella tarde de junio de 1978? ¿Había de verdad un abducido ovni en Tenerife? Para entenderlo bien hay que conocer al grupo Más Allá, popular también en aquella época y que sigue siendo recordado en todo lo relacionado con este tipo de temas, como recuerda Alfonso Ferrer: “Estamos hablando de chavales de 20 a 25 años guiados por una especie de gurú de la parapsicología como era Gerardo Suárez. Investigaban y experimentaban, por ejemplo, con psicoimágenes. Es decir: había cierta predisposición al misterio”.

Porque Hassan, el hombre sorprendido por el supuesto Frederick Valentich, y su amigo Enrique, al que esperaba, pertenecía al grupo Más Allá. Con Enrique, tiempo más tarde, pudo hablar Ferrer: “Enrique llega y ve a Hassan hablando con un tipo al que no conoce de nada. Hassan le dice que era alguien muy raro, que le hablaba de ovnis y que decía que podía comunicarse con su amigo vía telepática”.

Días más tarde, un matrimonio de León que estaba de vacaciones en Tenerife dice haber sido “prácticamente acosado” por un individuo teniendo, incluso, que refugiarse en su hotel. Ella decía ser psíquica. “Eran Pedro Valtuille y su mujer, que aseguró que, en un fogonazo mental, vio que aquel hombre era Frederick Valentich. De alguna forma acabaron conociendo a los de Más Allá y reforzando sus propios relatos”.

Gerardo Suárez dijo mantener varias reuniones con el supuesto abducido, que llegó a indicar que vivía en una “base ovni en Tenerife” que se encontraba bajo aguas canarias junto a otros desaparecidos en accidentes aéreos y marítimos: todos habían pasado a convivir con extraterrestres.

El popular periodista Paco Padrón, investigador del fenómeno ovni en Tenerife, así como en toda Canarias, desgranaría también en las páginas de DIARIO DE AVISOS la historia del presunto Frederick, al que también verían en la Isla una madre y su hija, que llegaron a almorzar con él según lo que ellas mismas narraron posteriormente. Gerardo Suárez le indicó a Padrón que Valentich quería ser entrevistado por él, que contaría todo lo ocurrido. Paco Padrón llegó al lugar y la hora acordada, pero el piloto nunca se presentó.

Acababa así una historia que mezclaba el misterio con la predisposición a este, sin una sola prueba tangible de que Frederick Valentich se paseara por Tenerife contando a todos su historia. Del avión se encontraron algunos restos, pocos, en aguas del océanos, pero de aquel piloto amante de la ufología jamás se supo nada más.