17 de diciembre de 2024

Extraterrestres

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En el siglo XVII ya creían en los extraterrestres

En el siglo XVII ya creían en los extraterrestres

Una vez pasada la Edad Media era el centro del universo (teoría geocéntrica) y que la Luna, el Sol y un pequeño abanico de planetas la rodeaban, adornados todos ellos por una especie de cúpula gigantesca cubierta de estrellas, todo se 'complicó'. En el siglo XVII ya creían en los extraterrestresMidjourney/Sarah Romero Llega la revolución

Una vez pasada la Edad Media era el centro del universo (teoría geocéntrica) y que la Luna, el Sol y un pequeño abanico de planetas la rodeaban, adornados todos ellos por una especie de cúpula gigantesca cubierta de estrellas, todo se ‘complicó’.

En el siglo XVII ya creían en los extraterrestresMidjourney/Sarah Romero

Llega la revolución científica

Hasta el siglo XVI no podemos establecer la auténtica revolución científica del Renacimiento, con la teoría heliocéntrica del astrónomo y clérigo polaco Nicolás Copérnico (que, a su vez, había sido sugerida anteriormente por el astrónomo griego Aristarco de Samos en el siglo III a.C.) en la que era el Sol, y no la Tierra, el que se encontraba en el centro del universo. La Tierra, al igual que el resto de planetas, giraba una vez al día sobre su eje, completando cada año una vuelta alrededor de él. El universo parecía ser un lugar gigantesco y nosotros, una pequeña roca en esa enorme colección de astros.

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¿Seres de otros planetas?

Es precisamente tras esta revolución científica del Renacimiento cuando encontramos un libro escrito en el siglo XVII por el astrónomo, físico, matemático e inventor neerlandés Christiaan Huygens (descubridor, entre otras cosas, de la nebulosa de Orión), quien explora su fascinación por la posible existencia de seres extraterrestres. En este antiguo volumen, Huygens predice vida extraterrestre en Saturno y Júpiter.

El libro se titula: “The Celestial World Discover’d: Or, Conjectures Concerning the Inhabitants, Plants and Productions of the Worlds in the Planets” y fue descubierto en un evento gratuito de valoración de antigüedades en Moreton-in-Marsh, Gloucestershire, por el tasador de libros Jim Spencer.

Publicado en 1698, en sus páginas, Huygens, que comparte su profunda fascinación por la posible existencia de seres extraterrestres, cuestiona por qué Dios habría creado otros planetas «solo para ser vistos» desde la Tierra. Debían tener un propósito, según el famoso astrónomo: sustentar la vida).

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¿Cómo imaginaba a los extraterrestres?

El experto intentó describir cómo se verían los seres extraterrestres (con manos y pies), qué harían en su tiempo libre e incluso cómo sonaría su música (tocarían instrumentos musicales como nosotros, según Huygens). Aparentemente, también serían bastante intelectuales: Huygens los imaginó como astrónomos y maestros navegantes, «especialmente considerando las grandes ventajas que tienen Júpiter y Saturno para navegar, al tener tantas lunas para dirigir su curso». (Muchísimos años después, seguimos mirando el cielo dándonos cuenta de que esto sigue siendo un misterio).

«Es muy razonable creer que hay alguna Criatura racional en los otros Planetas, que es la Cabeza y Soberana del resto», relata en este volumen, que fue escrito en inglés y en latín. La versión que salió a subasta, ilustrada con cinco láminas plegables e impreso para Timothy Childe en White Hart en el West-end de St Paul’s Church-yard, Londres (Reino Unido), se vendió por miles de euros, aventuran sus descubridores. 

Como curiosidad, el autor descartó la posibilidad de animales mucho más grandes que los que existen actualmente en la Tierra. Un detalle interesante, que evoca que este ejemplar fue escrito antes de que los humanos descubriéramos la existencia de los dinosaurios.

“Es una sensación curiosa hojear este libro. El tema pertenece al futuro o a la ciencia ficción, pero el escritor nos habla desde el pasado”, comenta Spencer. “Me di cuenta de que desde entonces hemos explorado no solo más espacio, sino más de nuestro propio planeta”.

Pero no fue el único. Fue en este siglo en el que filósofos y científicos comenzaron a considerar seriamente la existencia de vida más allá de la Tierra. La idea de que otros mundos podrían estar poblados por seres similares a los humanos no era sólo una fantasía, sino que la mantenían algunos de los intelectuales más destacados de la época.

Una figura influyente fue Giordano Bruno, un filósofo italiano, quien a finales del siglo XVI sugirió que las estrellas eran soles distantes rodeados por sus propios exoplanetas y que estos planetas podrían albergar vida. Aquello se consideró toda una herejía. Afirmar que había infinitos mundos habitados girando en torno a muchos soles llevó a que fuese quemado en la hoguera hace más de 400 años. Sin embargo, sus ideas plantaron semillas que crecerían en el fértil suelo intelectual del siglo XVII.

Referencia: Hansons’ Auctioneers