El Pentágono ha emitido un informe detallado de 63 páginas para abordar las crecientes especulaciones sobre la existencia de vida extraterrestre y la posible ocultación de encuentros con naves espaciales. El exhaustivo informe, encargado por el Congreso, revisó décadas de información clasificada y no clasificada, concluyendo que no hay pruebas que respalden tales afirmaciones, habituales de las teorías de conspiración y la cultura popular de EE UU.
El Departamento de Defensa aclaró que ni se han encubierto descubrimientos de vida extraterrestre ni se han ocultado naves espaciales recuperadas por el Ejército en una base secreta, como podría ser el Área 51.
El informe, resultado de la investigación realizada por la Oficina para la Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO), afirma que la mayoría de los avistamientos son objetos y fenómenos ordinarios, atribuibles a identificaciones erróneas. Patrick Ryder, portavoz del Departamento de Defensa, destacó que la investigación se llevó a cabo con mente abierta, pero no encontraron evidencia que respaldara las afirmaciones sobre programas secretos o tecnología alienígena oculta del Estado profundo.
El informe desmiente específicamente las afirmaciones de personas como David Grusch, el exoficial de la Fuerza Aérea que alegó, en una comparecencia de funcionarios testigos de avistamientos en el Congreso, que el Gobierno posee naves extraterrestres y restos biológicos no humanos. La AARO ha determinado que las afirmaciones sobre personas, ubicaciones y pruebas tecnológicas son inexactas. El informe abarca desde 1945 hasta noviembre de 2023, y un segundo libro incluirá información recopilada a partir del año pasado.
Ufología en EE UU
A pesar de las conclusiones del informe, los funcionarios del Pentágono reconocen que la opinión pública puede seguir siendo escéptica. La divulgación de vídeos de encuentros de pilotos militares con objetos volantes no identificados (ovnis) en 2020 impulsó el interés del público y llevó a los congresistas a buscar respuestas, en un reconocimiento histórico en un país cuyas autoridades siempre han mantenido un mutismo misterioso. Incluso la Administración incluyó el término “Fenómenos Aéreos Sin Identificar” (UAP), que se prefiere ahora en lugar de ovni, para institucionalizar estos sucesos.
El informe destaca la persistencia del interés en los ovnis desde el incidente del piloto Kenneth Arnold en 1947, que marcó el inicio de la ufología moderna. A lo largo de los años, el tema ha estado arraigado en la cultura popular, alimentando la proliferación de programas de televisión, libros, películas y podcasts. Según Gallup, el 41 % de los estadounidenses creían en la existencia de ovnis en 2021, marcando un aumento desde el 33 % en 2019.
El informe también señala que la pandemia y la disponibilidad generalizada de cámaras de video han contribuido al aumento de avistamientos y al cambio en la percepción pública. Además, se destaca la proliferación de nuevas tecnologías en el espacio aéreo, como drones y satélites, que pueden generar confusiones. Aunque el informe busca desmitificar muchos de estos fenómenos, queda por ver cómo afectará esto a la percepción y el interés continuo del público en los eventos relacionados con vida extraterrestre. @mundiario
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