Por José Agudelo
Imagen tomada de theconversation.com
Durante todo el siglo pasado la ficción trasladó las preguntas científicas al campo de la producción intelectual. Con esto logra crearse el género de ciencia ficción, con otros subgéneros como la ópera espacial o el horror cósmico. La pregunta de si hay vida en otros planetas dejó de ser un asunto de científicos para ser un asunto de interés popular. Lo anterior, junto con una serie de avistamientos de objetos voladores no identificados (Ovnis), propició que quien participase activamente en el consumo de la cultura mediática adoptara alguna postura respecto a la existencia de los extraterrestres.
Mucho se ha especulado sobre los avistamientos y grabaciones militares aéreas; posiblemente se trate de armamento experimental o equipos de espionaje, que no es raro si tenemos en cuenta el contexto global después de la Segunda Guerra Mundial en el que dos superpotencias están en una carrera tecnológica y militar. Este contexto es el que permite concebir a los alienígenas como una amenaza militar a la existencia en la tierra. No es solo el rencauche milenario del día del juicio, las esperanzas y miedos de herencia religiosa, lo que se sostiene con esa perspectiva, sino una paranoia política de repeler a posibles invasores desconocidos. Gorbachov, último presidente de la Unión Soviética, recordaba en una entrevista como en su encuentro privado con el entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, uno de los temas era si ambas potencias pudieran aliarse militarmente para repeler una invasión alienígena y garantizar la paz mundial. Ambos ex líderes de estado acordaron que no había otra opción.
Si bien la postura de que los alienígenas representan una amenaza a evitar es la que más se proyecta en el cine y en los videojuegos hasta el día de hoy, hay otras perspectivas políticas respecto a los habitantes de otros planetas. Una es la de J. Posadas, político argentino, que publicó en 1968 un libro donde buscaba una síntesis entre la ufología (disciplina o afición en torno a los ovnis) y el socialismo. Si bien Posadas nunca afirmó la veracidad de las pruebas de los ufólogos, sí dio lugar a una especulación política que permitiera concebir a los extraterrestres como aliados y no como amenaza. Valoraba que la posibilidad de los extraterrestres de hacer viajes interplanetarios solo podía ser posible en un contexto social libre de tensiones y conflictos asimétricos en lo referente a la política y la economía, porque solo así, en el seno de una sociedad igualitaria, podría darse el avance tecnológico necesario para superar la velocidad de la luz.
Apreciando que los avistamientos no están seguidos de hechos catastróficos, Posadas destaca el pacifismo de estas civilizaciones. En caso de que se lograra contactar exitosamente a estos otros seres, la humanidad debiera pedirles ayuda y guía para superar el capitalismo. El interés por los extraterrestres y por el posible contacto con ellos llevó al político argentino a interesarse en la comunicación de los cetáceos, en específico de los delfines, puesto que, si lográbamos entablar comunicación con otra especie que se sospecha que está a nuestro nivel de inteligencia, podríamos desarrollar la tecnología para contactar a los aliados políticos de otras galaxias.
Volviendo a las perspectivas religiosas que provocan los alienígenas, no solo está el miedo de que el contacto con ellos implique el fin del mundo. En diversos nuevos movimientos religiosos, desde la Nueva Era hasta el cristianismo más reciente, han surgido posturas espirituales o de formación individual en la que se ven a los alienígenas como maestros. Entre todas las posturas religiosas cabe destacar la de los raelianos. Este movimiento religioso que surge en Europa en la década de los 70 postula que los alienígenas no son distintos de los terrícolas, y que nosotros y toda la vida en la tierra somos el resultado de una serie de experimentos en ingeniería genética llevados a cabo por esta especie alienígena. Ellos nos han hecho a su imagen y semejanza.
El experimento consiste en observar si estamos a la altura, después de millones de años, para aprender de ellos y ser una civilización galáctica autónoma. Desde un comienzo, Raël, el profeta de este movimiento, busca que se lleve a cabo la construcción de una embajada internacional para el aterrizaje de las naves de nuestros creadores, y a su vez que se propague un mensaje de amor, aceptación y paz, tanto entre personas como entre gobiernos, para que logremos el primer contacto como especie con ellos.
Pareciera que el hecho de que figuras como Posadas, Raël o Reagan hubieran dedicado tiempo a pensar seriamente en la existencia y comunicación con estos otros seres fuera una cuestión de locura o de ocio impotente. Pero no hay que pasar por alto que en todo pensamiento político hay algo que decir referente al otro o el extraño. Si bien esto se refleja de una manera más pertinente en los asuntos relativos a la migración y a la xenofobia, muchas veces en estos contextos la reflexión se ve impedida por detalles concretos y particulares, aunque no menos importantes.
El cuestionamiento por otros seres inteligentes hace que nos preguntemos, necesariamente, sobre las implicaciones de este contacto a una escala más general y que lleva necesariamente a pensar de una manera más amplia sobre nuestro contexto y nuestras condiciones de vida, y en definitiva a plantear de manera más sólida y directa nuestros intereses respecto a nuestra capacidad de acción. Si bien no tenemos pruebas de la existencia de los alienígenas, su presencia en la cultura permite cuestionamientos políticos y sociales más acuciantes con nuestras necesidades y alternativas, que, si bien la reflexión posterior nos obliga a olvidarnos de ellos, son la muestra de cómo la cultura y la ficción incitan a cuestionarnos sobre lo más real e inmediato. A diferencia de otras fantasías, como la del vampiro o el hombre lobo, los alienígenas nos hacen ver con mayor alcance las circunstancias colectivas, y a no centrarnos meramente en nuestros miedos e inseguridades, como el caso de los monstruos.
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