El escritor e investigador se refirió a la presencia de las múltiples voces que se usan para nombrar a Dios.
-
A quiénes salvará Dios el Día del Juicio Final, según la Biblia
-
Qué dice la Biblia sobre los ángeles
Desde hace 50 años, el escritor y periodista español J. J. Benítez realiza múltiples investigaciones vinculadas a la religión católica y a los elementos que envuelven esta fe, como lo es la Biblia y el Santo Sudario.
Pero además de ser autor de libros como Los astronautas de Yavé, Mágica fe, La era ovni o el monumental Caballo de Troya es principalmente conocido por sus trabajos dedicados a la ufología, es decir, la investigación de objetos voladores no identificados o, lisa y llanamente, extraterrestres.
En esta línea, recientemente, Benítez ahonda en una teoría que viene desarrollando desde los comienzos de su carrera: “El Dios de la Biblia no es Dios”, afirma, sino que aquello que en el Primer Testamento se llama “Elohim” (el plural arameizante de Dios) podrían haber sido, en realidad, “los tripulantes de naves no humanas, llegados de mundos o dimensiones desconocidos”.
Biblia
La palabra que más se repite en la Biblia y cuál es su objetivo
En qué pasajes de la Biblia se habla sobre los extraterrestres
J. J. Benítez llevó adelante durante todos estos años un análisis minucioso de los distintos tipos de Biblias, sus traducciones e interpretaciones, es que “su tecnología —avanzadísima— no fue comprendida por los humanos y, lógicamente, fueron tomados por dioses”.
Por ejemplo, el autor destaca: «Y dijo Dios: Hagamos un Hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza, y señoree sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre el ganado, sobre la tierra, sobre todo insecto y sobre todo reptil del suelo. Y creó Dios al Hombre a Su propia imagen. (Génesis)
«Lo pensé la primera vez que leí este texto. ¿Por qué la Biblia utiliza la palabra ha-Elohim (Dios) a la hora de crear al ser humano? «Elohim» (por simplificar) es el plural arameizante de Dios. «Elohim», por tanto, significa «los Dioses». Es utilizado 2.500 veces en el Antiguo Testamento. A lo largo de los cinco libros del Pentateuco o Torá (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio), Dios recibe diferentes nombres: El Shadday (que significa montaña y omnipotente), Yavé (en realidad YHWH) y Elohim, entre otros (Yehová aparecería en el siglo XIII después de Cristo)», relata el escritor.
Asimismo, puntualiza: «Y siguieron llegando ideas: los elohim concibieron un formidable plan para aquel bello planeta azul. En primer lugar, decidieron crear al hombre. Y entró en juego la genética. Heredamos los genes de los «dioses» y el resto lo hizo una adecuada «evolución vigilada». Fue así, con seguridad, como surgió el humano inteligente. De esas ramas fueron seleccionados ejemplares robustos y las proteínas y los ácidos nucleicos se pusieron a trabajar, dando lugar a criaturas híbridas.
Estaríamos hablando de seres —los elohim—, explicó, no sujetos al tiempo o con una expectativa de vida que nada tiene que ver con la humana. Estaríamos hablando de seres que podrían llevarnos un millón de años o, sencillamente, disfrutar de unas características físicas y mentales distintas a las nuestras. Y, como digo, empecé a comprender la famosa frase: «Hagamos al Hombre a nuestra imagen y semejanza».
Más historias