La ciencia ficción tiene la gran virtud de que no necesita ser literal, que puede hablarnos de nuestra condición y nuestros dilemas globales desde un contexto de pura fantasía. Por eso que una historia que involucre extraterrestres puede sonar a algo demasiado estrafalario y poco plausible para relatar experiencias humanas, pero la ficción de género logra tener ese poder.
Una de las mejores en ese terreno es también una de las mejores películas de este siglo. Sea de género de ciencia ficción o no. Una película que hizo ya totalmente imprescindible el nombre de Denis Villeneuve antes incluso de ‘Blade Runner 2049‘ o ‘Dune‘, increíbles obras de por sí que muestran que es un autor importante en el género. Pero con ‘La llegada‘ (‘Arrival’) tocó algo incluso más especial.
El poder de la palabra
Recién llegada al streaming, pudiéndose ver en Amazon Prime Video y en Tivify, esta magistral película adapta una novela corta aparentemente inadaptable para relatar la importancia de la comunicación entre nosotros. Para ello emplea naves espaciales de diseño completamente diferente y alienígenas de forma indefinible, que arrojan lecciones que nunca dejan de tener vigencia además de fuerza.
Amy Adams es una experta lingüista cuyos servicios son requeridos por agencias gubernamentales ante la llegada de unas misteriosas naves extraterrestres alrededor del planeta. Su misión será intentar descifrar el lenguaje de estos visitantes e intentar establecer una línea de diálogo para tratar de entender su presencia aquí. Deberá encontrar la clave antes de que otras poderosas naciones pierdan la paciencia y armen una ofensiva contra estos seres.
Conforme progresa el entendimiento del idioma extraterrestre y más van quedando claras las dinámicas y sus comportamientos, más cambia la manera en la que el personaje de Adams experimenta el mundo. Su percepción de la realidad y de sí misma va teniendo una serie de cambios que la terminan acercando más a los visitantes, una clara analogía de cómo aproximarnos a otras culturas moldea nuestra manera de pensar.
‘La llegada’, ambiciosa y emocionante
La importancia de comunicar se vuelve un tema capital de ‘La llegada’, que Villeneuve desarrolla de manera cuidadosa para no pasarse de sentimental pero sí sea tremendamente emocionante. Alejado de resortes más convencionales, con un estilo que muchos pueden calificar de demasiado pausado o hasta frío, el canadiense encuentra manera de hacer accesible una historia que no renuncia a la manera compleja en la que decide desplegarse.
Por fortuna, esta narración nunca choca con un desarrollo orgánico del personaje y del arco dramático, así como de una emoción genuina que lleva a ‘La llegada’ al siguiente nivel. Sus cuidados diseños (las naves y sus interioses son de los mejores hallazgos de la ciencia ficción moderna), la atmosférica y poderosa música del difunto Jóhann Jóhannsson o la meticulosa fotografía ya hacen de esta una obra poderosa, pero ese toque emocional es la que la pone como la mejor obra de Villeneuve junto a ‘Incendies‘.
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