Los radares militares españoles no detectaron el misil francés que fue confundido con un ovni

Tras haberse especulado en redes sociales por un llamativo resplandor que el pasado 18 de noviembre pudo verse principalmente en el País Vasco –aunque su estela llegó hasta cientos de kilómetros de distancia– la Dirección General de Armamento de Francia (DGA) informó de que llevó «a cabo con éxito una prueba de lanzamiento de un misil M51 sin carga militar desde su sede de Biscarrosse», y que «la zona de lluvia radiactiva» se encontraba «a varios cientos de kilómetros de cualquier costa».

A los nueve días, un ciudadano pidió explicaciones al Ministerio de Asuntos Exteriores por medio del portal de Transparencia: quería saber si se había informado previamente a las autoridades españolas y qué radiactividad se puso en juego.

El órgano directivo correspondiente de Exteriores respondió el 4 de diciembre que el lanzamiento fue «notificado por parte francesa por los canales militares habituales», pero dijo no constarle «información relativa a la detección del misil por los radares, a la radiactividad o a la realización por parte de Francia de pruebas nucleares frente a las costas españolas en el futuro, aspectos que escapan de la competencia de este ministerio», aunque «se han realizado las gestiones requeridas en estos supuestos». En cualquier caso, no hubo comunicación pública por parte de España, al contrario de lo que sí hizo el vecino galo.

El mismo ciudadano volvió a requerir información, pero esta vez al Ministerio de Defensa, con idénticas dudas. Respondió el segundo jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, Julio Nieto: «Siguiendo las instrucciones de la Unidad Central de Información de Transparencia […], asignando a Defensa la responsabilidad exclusiva de informar sobre la posible detección del lanzamiento por parte de algún radar español, se significa que una vez realizadas las comprobaciones correspondientes, no consta registro de radar relativo a la solicitud».

La contestación no convence al interesado. «Tenemos derecho a saber que nuestros radares militares no detectaron ese lanzamiento desde Francia que fue visto por miles de españoles, hasta en Badajoz», denuncia.

Pero este episodio no es un caso aislado. A las 22:00 horas del pasado 26 de junio, Francia se convirtió en el segundo país de Occidente, después de Estados Unidos, en desarrollar la compleja tecnología de misiles hipersónicos con la prueba de su plataforma VMax. La agencia Reuters informó de que el ensayo involucró a «un misil estatorreactor que transportaba un misil hipersónico VMax», lanzado desde el polígono de pruebas de Biscarrose, en el golfo de Vizcaya, la misma base de lanzamiento del misil probado en España en otoño, y que algunos confundieron con un ovni. La DGA gala dio cuenta en su página web de «un desafío técnico sin precedentes que prepara el futuro de nuestra hoja de ruta nacional de hipervelocidad».

Desde España se captaron señales del avance logrado con este moderno proyectil indetectable por los radares. Lo contaba recientemente en X (Twitter) Richard Cordaro, doctorado en Física por la Universidad de Arizona. Según el investigador independiente, gracias al magnetómetro del Ebro –el observatorio geofísico de Roquetes (Tarragona)– y al «historial de anomalías» determinado «por pruebas rusas»– se pudo detectar la firma magnética generada por el V-Max.

Una serpiente luminosa en el cielo, el antecedente del pasado junio

No es la primera vez que –supuestos– extraños fenómenos con origen en nuestro vecino francés causan alarma a este lado de los Pirineos. El pasado junio, unas extrañas siluetas en el cielo en forma de serpiente luminosa se pudieron ver desde Cataluña hasta el País Vasco –Lekeitio, Ondarroa y Deba–, con el consiguiente volumen de incógnitas en las redes sociales. Porque nadie tenía información en un primer momento. Las estelas, parecidas a las que suelen dejar los aviones aunque mucho más agrupadas y en mayor cantidad, pudieron verse de forma nítida en Navarra, Aragón, País Vasco y Cataluña.

La Dirección General del Armamento (DGA) francesa fue la que puso de nuevo fin al misterio al asegurar que se trataba del lanzamiento de un misil, enviado –cumpliendo las normas internacionales– desde el Centro de Pruebas de misiles DGA Essais de Misiles en Biscarrose. La misma de los últimos episodios que han puesto de manifiesto las contradicciones entre los ministerios de Defensa y Exteriores en nuestro país.

Francia probó así por primera vez su vehículo de planeo hipersónico (HGV) de fabricación local, un tipo de ojiva para misiles balísticos que puede maniobrar libremente y planear a velocidad hipersónica.

Las fuentes galas aseguraron que fue la DGA quien «coordinó y llevó a cabo con éxito la prueba sin carga militar». Un misil hipersónico que Francia estaba probando en la estratosfera a la altura del golfo de Vizcaya y cuyo objetivo es desarrollar tecnología capaz de evadir las defensas aéreas más sofisticadas.

Las elucubraciones se prolongaron un rato, con los tuiteros diseñando teorías. «Much@s me estáis escribiendo sobre una curiosa nube que ha aparecido en el cielo hoy [26 de junio] al anochecer. No solo se ha visto sobre Pamplona, también la han observado en Toulouse», escribió Arnaitz Fernández, físico y meteorólogo, antes de añadir: «Tengo mis dudas sobre qué puede ser».