10 de noviembre de 2024

Extraterrestres

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Caso UMMO: Cuando los aliens visitaron la España franquista

Caso UMMO: Cuando los aliens visitaron la España franquista

I want to believe. Foto: D.R.El evangelio según San George Costanza: "No es mentira si tú lo crees". Bien podría ser, también, el lema extraoficial del llamado "Caso UMMO", al que el escritor Eduardo Bravo se refiere, como mucha razón, como "una de las historias más extraordinarias jamás contadas". Su último libro, 'UMMO: Lo increíble

I want to believe.

Foto: D.R.

El evangelio según San George Costanza: «No es mentira si tú lo crees». Bien podría ser, también, el lema extraoficial del llamado «Caso UMMO», al que el escritor Eduardo Bravo se refiere, como mucha razón, como «una de las historias más extraordinarias jamás contadas». Su último libro, ‘UMMO: Lo increíble es la verdad’, es básicamente la biblia pop de la ufología española durante la segunda mitad del siglo XX ; un volumen que, si bien ofrece un panóptico completo sobre el tema de portada, también es lo suficientemente generoso y lo suficientemente inteligente como para brindarnos una visión de conjunto: por supuesto que la sociedad franquista de aquella época estaba dispuesta a asumir una mentira como verdad, pues la aparición de un platillo volante en Aluche (o en San José de Valderas, o en Tarrasa) podía servir como perfecta válvula de escape a un sinfín de ansiedades colectivas. UMMO no podía ser mentira mientras la asociación de amigos de los visitantes, radicada en el madrileño Café Lion, lo creyese. Y vaya si lo creía.

Bravo persigue este expediente, viejo conocido de los aficionados a lo extraordinario, desde su mismísimo origen: aquellas tertulias subterráneas —hay toda una historia alternativa de Madrid gestada en sótanos, pasadizos y alcantarillas— donde Fernando Sesma, funcionario de Correos y Telégrafos, dirigía una tertulia sobre la posibilidad de que naves de procedencia desconocida estuviesen visitando a los terrícolas, concretamente a los españoles. Cualquiera, desde ciudadanos anónimos hasta dramaturgos del prestigio de Buero Vallejo, podían acudir a estos encuentros en el Lion, celebrados en el centro neurálgico de una dictadura que restringía de manera explícita el derecho de reunión. Pero, ¿qué problema había en hablar de ovnis? ¿Y, además, en hacerlo en la misma estancia donde, años antes, un grupo de exaltados falangistas compuso la primera versión del ‘Cara al sol’ ? En esta Zona Cero psicogeográfica es donde Bravo sitúa la primera gran explosión: unas cartas, firmadas por un tal Saliano, que Sesma aseguró haber recibido en su domicilio. Las primeras palabras (de las que tengamos constancia) que un alienígena envió jamás a un ciudadano español. El contacto trascendental entre hombre y cosmos se produjo, según la versión oficial de UMMO, a un tiro de piedra de la Cibeles.