Todo apunta a que 2024 será un año más que espacial. Las grandes agencias espaciales del mundo, así como un batallón de empresas privadas, se preparan para el lanzamiento de una nueva generación de misiones extraterrestres. En los próximos meses se espera el lanzamiento de muchos proyectos lunares, cohetes cada vez más potentes y hasta alguna que otra «caminata turística» al espacio. En algunos casos, parafraseando a Armstrong, se tratará de pequeños pasos para el hombre y grandes pasos para la humanidad. En otros, directamente se hablará de hitos históricos y sin precedentes.
Este es el calendario de los eventos espaciales más importantes del año.
Proyectos lunáticos
El 2024 promete ser un gran año para la exploración lunar. Hay incluso quien bromea diciendo que tendremos ‘atascos’ en la Luna. El programa Artemis de NASA prevé lanzar su primera misión tripulada al satélite terrestre. Este viaje, protagonizado por cuatro astronautas estadounidenses, debería despegar hacia finales de año y, aunque no aterrizará en la superficie lunar, será la primera vez en cinco décadas que acercará nuestra especie a la Luna. Es desde 1972 que la humanidad no está tan cerca de tocar el polvoriento suelo lunar.
También se espera el despegue de varias misiones robóticas lideradas por empresas privadas de India, Japón, China y Estados Unidos. Destaca, entre otros, el lanzamiento de la misión china Chang’e-6 a la cara oculta de la Luna que, además, incorporará un pequeño orbitador diseñado por Pakistán. La guinda del pastel será el lanzamiento del proyecto VIPER: el equipo de robots que NASA quiere enviar el polo sur de la Luna para preparar el campo para futuros asentamientos humanos.
Turistas espaciales
Todavía no está claro cuándo ocurrirá pero, si confiamos en las previsiones espaciales, en los próximos meses debería despegar el primer vuelo de ‘turismo espacial’ de Polaris Dawn. Un filántropo, una profesora de geología, una enfermera y un ingeniero pasarán varios días en el espacio realizando experimentos científicos. A lo largo de este recorrido se espera la primera «caminata espacial» protagonizada por civiles. La empresa de Jeff Bezos, Blue Origin, también aspira a lanzar más turistas al espacio a bordo de su nuevo lanzador orbital.
Misiones extraterrestres
El año también estará marcado por el lanzamiento de varias misiones de exploración del Sistema Solar. Se espera, por ejemplo, el despegue de la nave espacial Clipper hacia la luna joviana Europa. También hay mucha expectación por el lanzamiento de la misión europea Hera hacia el asteroide Dimorphos. Japón, por su parte, se prepara para enviar varias misiones hacia las lunas de Marte. Estados Unidos también aspira a enviar dos sondas al planeta rojo en el seno de su proyecto EscaPADE. Y la empresa Rocket Lab afirma que se está preparando para mandar una pequeña nave espacial a Venus, algo que, de conseguirse, se convertiría en la primera misión privada a otro planeta de la historia.
Cohetes espaciales
En los próximos meses se espera el despegue de una nueva generación de cohetes más potentes, más sofisticados y, sobre todo, pensados para llevar a la humanidad más lejos. Europa, por ejemplo, debería estrenar su icónico y esperado Ariane 6. Un año después de su primer intento fallido, Japón se prepara para intentar lanzar de nuevo su H3. También se espera el despegue del famoso Vulcan, un cohete que lleva la firma de empresas como Boeing y Blue Origin (esta última, propiedad del magnate de Amazon Jeff Bezos).
Telescopios astronómicos
El año también estará marcado por la construcción de grandes telescopios astronómicos. Uno de los más emocionantes será el Observatorio Vera C. Rubin, un instrumento sinóptico diseñado para fotografiar periódicamente y con todo lujo de detalle el cielo estrellado. Este instrumento científico empezó a construirse en 2015 en el norte de Chile y, si todo va bien, este agosto se estrenará su cámara captando sus primeras instantáneas celestes.
También hay mucha expectación por las obras del telescopio terrestre más potente jamás construido, el conocido como ‘Extremely Large Telescope’ (ELT), también situado en el desierto chileno de Atacama. El ensamblaje de instrumento, que medirá hasta 85 metros de diámetro, debería avanzar significativamente en los próximos meses aunque, eso sí, no estará operativo hasta 2027.
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