¿Por qué no nos han contactado aún los extraterrestres si es que existen? ¿Dónde está todo el mundo? (tal y como dijo el físico italiano Enrico Fermi). Es una de las preguntas más formuladas desde hace muchas décadas y que ha cautivado a científicos y ciudadanos por igual. La paradoja de Fermi es aquí la protagonista y hoy contamos con una vuelta de tuerca a esta teoría: un nuevo estudio plantea una explicación de por qué los extraterrestres no han visitado aún nuestro planeta: porque no han detectado señales de inteligencia en la Tierra.
No somos lo suficientemente inteligentes
La triste realidad, según este estudio, es que la Tierra quizá no sea lo suficientemente avanzada tecnológicamente como para que les merezca la pena a los extraterrestres hacernos una visita, y probablemente estén mucho más preocupados por encontrar signos de tecnología que signos de vida; de ahí que sea posible que nos hayan estado pasando por alto todo este tiempo. Solo tenemos que darles tiempo para que se fijen en nosotros y se comuniquen.
El artículo, escrito por Amri Wandel, científico principal en astrofísica de la Universidad Hebrea de Jerusalén, no se basa en nuevos hallazgos, sino que es un análisis reflexivo del tamaño y la escala del universo tal como lo entendemos hoy con la probabilidad de que exista vida en otros mundos, y del interés que suscitaríamos los ciudadanos de la Tierra para ellos.
Si la vida ha evolucionado en muchos planetas de la galaxia, entonces los extraterrestres probablemente estén más interesados en aquellos en los que hay signos no solo de biología sino también de tecnología, escribió Wandel en su documento que aún no ha sido revisado por pares.
Si muchos de los planetas rocosos que orbitan en la zona habitable de las estrellas albergan vida, es probable que los extraterrestres no desperdicien sus recursos enviando señales a todos.
“¿Hola?”
Nuestras ondas de radio han llegado a unas 15.000 estrellas. Además, hay que tener en cuenta que se necesita tiempo para que cualquier mensaje de retorno de los extraterrestres viaje de regreso. Por el momento, solo las estrellas dentro de los 50 años luz han tenido tiempo de responder desde que la Tierra comenzó a transmitir al espacio profundo. No fue sino hasta 1974 que enviamos la primera transmisión deliberada de alta potencia a los extraterrestres con el mensaje de Arecibo dirigido al cúmulo estelar globular M13.
Según el experto, tendría que haber más de 100 millones de planetas tecnológicamente avanzados en la Vía Láctea para que una civilización tenga posibilidad de recibir uno de ellos. Por tanto, no descarta que existan civilizaciones extraterrestres en algún lugar del universo. Solo descarta que existan en un rango de 50 años luz de nosotros. Puede que su respuesta aún esté en camino si nos ponemos con talante optimista.
«La probabilidad de contacto se define como la posibilidad de encontrar una civilización cercana ubicada lo suficientemente cerca como para haber detectado las primeras emisiones de radio (la radiosfera) y enviado una sonda que alcanzaría el sistema solar en la actualidad», escribió Wandel.
Las propias ondas de radio podrían haber alcanzado las 15.000 estrellas más cercanas, pero esto es solo una gota en el océano de los cientos de miles de millones de estrellas en la Vía Láctea. Ha pasado solo alrededor de un siglo desde que comenzamos a emitir esas balizas cósmicas dentro de una galaxia que mide 10.,000 años luz de diámetro y un universo que tiene la asombrosa cantidad de 94.000 millones de años luz.
“A menos que las civilizaciones sean muy abundantes, se muestra que la Era de contacto (el momento en que podríamos esperar tener un intercambio bidireccional con extraterrestres) es del orden de unos pocos cientos a unos pocos miles de años y puede aplicarse no solo a las pruebas físicas sino también a las transmisiones (es decir, SETI). En consecuencia, se muestra que es poco probable que las civilizaciones puedan intercomunicarse a menos que su vida comunicativa sea de al menos unos pocos miles de años», dice Wandel.
¿No sería un buen momento para enviar otro mensaje? Quizá la vida inteligente nos está esperando ahí fuera.
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