Ovni en El Calafate: el testimonio de su protagonista 

Transcurría la madrugada del 21 de marzo del año 1974 cuando Santos Mazzei regresaba a su casa de una fiesta en la localidad de El Calafate. En ese momento, Santos estaba ubicado en la calle 25 de Mayo y Gobernador Gregores cuando logró divisar, a la distancia, una serie de luces que se iluminaban de manera inusual. Su lógica lo llevó a pensar que se trataban de las luces de un automóvil que se encontraba en la elevación detrás del Correo de la ciudad.  En declaraciones a una radio local de la villa turística, Mazzei contó que dicha luz “se elevó un poquito, se elevó un poco más y se fue, quedando a la altura del Cerro Calafate” la cual describió como “alargada” y con luces colocadas de una punta a la otra, las cuales se intercalaban entre los colores verde y rojo.

Hasta el momento, y teniendo en cuenta las circunstancias, pareciera un relato poco creíble o tal vez un malentendido. Sin embargo, la historia que relata el vecino de El Calafate contó con más testigos.

Tras observar esta situación, Santos corrió hacia su hogar -el cual se encontraba a aproximadamente 100 metros de donde estaba él- y despertó a su madre y a su padrastro Valentín Anderson -quien en ese entonces se desempeñaba como secretario de Gobierno de la Municipalidad de El Calafate- para que observaran la misteriosa luz. Tras salir de su cama, ambos pudieron observar que, efectivamente, había una luz que en ese momento logró elevarse a la altura del Cerro Calafate.

Santos Mazzei y Valentín Anderson en la época en la que ocurrió el misterioso avistamiento. 

Dicho objeto permaneció en esa posición durante más de una hora durante la cual se la pudo observar cambiando de luces permanentemente. De repente, y sin que de los testigos que se encontraban presenciando ese fenómeno se lo esperaran, la luz cambió de tamaño y se achicó “como cuando se apaga un televisor antiguo”, describió Mazzei. Antes de desaparecer, realizó un pequeño desplazamiento y desapareció de la vista de los presentes: “No quedó nada, ni una estela. No podíamos creer lo que habíamos visto”, señaló Santos quien, tras más de 20 años de lo ocurrido, se decidió por brindar una declaración para contar lo atestiguado.

La Armada

Luego de que comenzaran los rumores, autoridades de la Armada Argentina se enteraron del acontecimiento a través de una prima de Anderson, quien también era secretaria de un almirante de dicha Fuerza de Seguridad. Ante esto, el enviaron una carta al funcionario a través de la cual le pidieron colaborar con la investigación del objeto volador no identificado.

A través de un formulario, el entonces secretario de Gobierno de El Calafate contó lo sucedido: “Siendo la 05:00 aproximadamente del día 21 de marzo de 1974, mientras el joven Santos Mazzei, entenado del suscrito (el hijastro), regresaba de una fiesta según sus propias declaraciones. Observa que desde arriba le hacían señas similares a las que hace un coche cuando cambia de luz baja a luz alta pudiendo ver cómo se desplazaban y quedaban inmóviles en el espacio, por lo que un poco asustado corrió hacia la casa distante unos 100 metros y despertó a mi esposa y al suscripto para que contempláramos ese fenómeno”, reza la descripción del funcionario.

Hasta el momento, Santos desconocía que la Armada Argentina había comenzado una investigación en torno al avistamiento que él, su madre y su padrastro habían presenciado. Sin embargó, según explicó la presidenta de CEFORA Andrea Simondini, la Armada Argentina “desde hace muchos años viene recopilando información sobre eventos extraordinarios, objetos que realizan condiciones de vuelo fuera de la normal. No sabemos cuántos casos se denunciaron en la comisión de Pagani, pero presumiendo que el expediente comenzó en 1 serían más de 2.200 denuncias vinculadas al fenómeno OVNI. La Armada nunca reconoció la existencia de esos archivos. Nosotros, vía la ley de Acceso a la Información Pública, pedimos en numerosas oportunidades los expedientes y siempre nos contestaron que no había ninguno”