Lanzada en 1977, la nave espacial y su gemela, la Voyager 2, son las dos naves espaciales que llevan más tiempo en funcionamiento de la historia
La NASA está trabajando para resolver un problema con una de las tres computadoras a bordo de la veterana nave interestelar Voyager 1, llamada sistema de datos de vuelo (FDS). La nave espacial, lanzada en 1977, recibe y ejecuta comandos enviados desde la Tierra; sin embargo, el FDS no se comunica correctamente con uno de los subsistemas de la sonda, llamado unidad de telecomunicaciones (TMU). «Como resultado, no se envían datos científicos o de ingeniería a la Tierra».
Entre otras cosas, el FDS está diseñado para recopilar datos de los instrumentos científicos, así como datos de ingeniería sobre la salud y el estado de la nave espacial. Luego combina esa información en un único «paquete» de datos que la TMU envía de regreso a la Tierra. Los datos están en forma de unos y ceros, o código binario. Las combinaciones variables de los dos números son la base de todo lenguaje informático.
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¿Por qué se «descompuso» el Voyager 1?
Recientemente, la TMU comenzó a transmitir un patrón repetitivo de unos y ceros como si estuviera «atascada». Después de descartar otras posibilidades, el equipo de la Voyager determinó que la fuente del problema es el FDS. El fin de semana pasado, el equipo intentó reiniciar el FDS y devolverlo al estado en el que se encontraba antes de que comenzara el problema, pero la nave espacial aún no devuelve datos utilizables, informa la NASA.
Los ingenieros podrían tardar varias semanas en desarrollar un nuevo plan para solucionar el problema. Lanzada en 1977, la nave espacial y su gemela, la Voyager 2, son las dos naves espaciales que llevan más tiempo en funcionamiento de la historia. Encontrar soluciones a los desafíos que enfrentan las sondas a menudo implica consultar documentos originales con décadas de antigüedad escritos por ingenieros que no anticiparon los problemas que surgen hoy.
¿Qué pasará ahora con el Voyager 1?
Como resultado, al equipo le lleva tiempo comprender cómo afectará un nuevo comando a las operaciones de la nave espacial para evitar consecuencias no deseadas, explica la agencia espacial. Además, las órdenes de los controladores de la misión en la Tierra tardan 22,5 horas en llegar a la Voyager 1, que está explorando las regiones exteriores de nuestro sistema solar a más de 24.000 millones de kilómetros de la Tierra. Eso significa que el equipo de ingeniería tiene que esperar 45 horas para obtener una respuesta de la Voyager 1 y determinar si un comando tuvo el resultado deseado.
Con información de Europa Press
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