Todo sigue un orden, una estructura, una forma de articularse. Lo contrario es el caos, el desorden, territorio comanche. La sociedad se da unas reglas y los miembros de una misma comunidad siguen esas normas, siempre bajo la atenta mirada de las autoridades, que comprueban que todo sigue bajo control. Y Control es el nuevo videojuego de Remedy Entertainment, un título que explora el concepto desde diferentes puntos de vista y que ya hemos podido jugar durante unas horas. En esta sesión, probamos los primeros capítulos del videojuego, lo que supone comenzar desde cero.
La Oficina Federal de Control (OFC) ha caído en desgracia. Unos entes extraterrestres conocidos como el Hiss irrumpen en el lugar y desencadenan un torrente de violencia que no parece tener fin. Como seres parásitos que son, se introducen en los cuerpos de sus víctimas, que quedan a merced de sus captores, incapaces de tomar decisiones por sí mismos. Una vez desaparecida la conciencia, los humanos contaminados adquieren habilidades especiales. Poco después de la invasión, Jesse Faden da con sus pies en la organización.
En un lugar desconocido
A la protagonista de este videojuego le invaden muchas dudas. Su hermano desapareció años después de un incidente en el que la OFC estuvo involucrada de una u otra forma. Tras una profunda investigación por su parte, Jesse acude a la sede central para resolver todas las incógnitas que rondan por su cabeza. De alguna manera, trata de recuperar el control sobre su vida, pero desconoce lo que le aguarda a continuación.
Cuando llega a la oficina, a la muchacha se le comunica que es su nueva directora. Pero ¿cómo puede ser, si ni siquiera formaba parte de la misma? Los enigmas se suceden y la joven descubre que algo raro ocurre en el lugar. Misterios y más misterios, preguntas y más preguntas. Cada duda solucionada abre nuevos interrogantes.
Además, por si las cosas no fueran suficientemente surrealistas, la Casa Inmemorial se yergue ante sus ojos. Se halla en un plano astral, compuesto de bloques cuadrados que aparecen y desaparecen de manera intermitente. Es en ese espacio sombrío donde Jesse Faden se encuentra con sus poderes telequinéticos, unas habilidades que debe dominar y controlar para hacer frente a la amenaza que se cierne sobre ella.
El código que hemos probado ya incorporaba el doblaje en español, pero las impresiones con las voces no han sido positivas. No solo no encajan con los personajes, sino que se percibe un cierto toque amateur que enturbia y afecta al modo en que percibimos la historia. Control, como buen título de Remedy, se arropa con una capa narrativa que lo envuelve todo. Que un doblaje no esté a la altura en una producción narrativa como esta daña irremediablemente la experiencia de juego. Por otra parte, esto puede ser debido a que el código no era final, pero los labios no están bien sincronizados con la boca de los personajes. La localización, en cambio, sí parece correcta.
Estructura metroidvania
Control esboza su jugabilidad bajo un prisma más abierto que sus antecesores. En Quantum Break, el título desarrollado bajo el paraguas de Microsoft Game Studios (ahora Xbox Game Studios), Remedy exploró nuevas formas narrativas. Integrar una serie de televisión con actores de carne y hueso que contara la historia desde el punto de vista del enemigo era un movimiento arriesgado que no terminó de cuajar del todo, aunque el experimento fuera un buen intento de innovar en este campo. De todos modos, la nueva obra no abandona del todo las grabaciones con actores reales, pese a que aparecen como pequeñas pildoritas extras, muy al estilo Remedy.
Donde de verdad se bifurcan los planteamientos con respecto a Quantum Break o Alan Wake es en el diseño de los escenarios. Los proyectos anteriores eran bastente lineales, pero Control se construye sobre la premisa de explorar habitaciones, volver atrás y buscar el camino hacia el objetivo. Lo común en los videojuegos de hoy en día es que el destino se señale y que te lleven de la mano. En cambio, en esta propuesta es el jugador el que debe sacarse las castañas del fuego. Con el mapa en la mano, tendremos que rastrear la ruta idónea que nos conduzca al lugar indicado. Como el mapeado es un tanto lioso, no es difícil perderse en algunas zonas concretas.
El toque metroidvania se percibe en esa idea de “vuelta atrás”, que nos permite hallar nuevos caminos, coleccionables, etc. Una puerta cerrada puede abrirse después de realizar una u otra acción. La Oficina Federal de Control se estructura a través de un trazado que abarca varios pisos y un multitud de estancias que serpentean y se conectan por medio de pasillos. Por la naturaleza argumental del juego, no visitaremos emplazamientos más allá de los muros de la OFC (con ciertas excepciones que no destaparemos para no destripar el argumento).
Puzles y misiones secundarias
En lo que se refiere a los puzles, en estos primeros compases de la aventura hemos podido solucionar algunos. No son complejos ni muy variados, pues prácticamente la totalidad de ellos se resuelven encajando un bloque en el hueco que corresponde. Por ejemplo, uno de los personajes, el celador, nos encarga que arreglemos las cañerías, ya que están bloqueadas y explotarán si nadie hace algo al respecto. Introduciendo unos bloques especiales conseguiremos desatascar algunas de ellas, aunque en este caso el asunto es más grave y nos veremos obligados a investigar qué es lo que está ocurriendo en el corazón de las cloacas. Un monstruo de las alcantarillas, viscoso y lleno de toxinas, nos espera impaciente.
Al tratarse de un mundo más abierto, el juego dispone de unos puntos de control que deberemos activar con el objetivo de expulsar la influencia del Hiss en la zona. Desde ese instante, tendremos la posibilidad de viaje rápido a través de los puntos dispersos por el mapa. Sin enemigos por la zona, este también es el lugar de gestionar los poderes, que se articulan en torno al ramaje de un árbol de habilidades.
Remedy se ha desembarazado del diseño lineal, lo que también abre las puertas a la incorporación de misiones secundarias. La función de estas tareas adicionales es la de colorear la historia y profundizar en los personajes secundarios. A través de ellas, puedes conocer más detalles sobre las motivaciones de cada uno de ellos.
Combate, poderes y armas
Si tuviéramos que encajar Control en uno o varios géneros concretos diríamos que es un juego de acción y aventura en tercera persona con toques metroidvania. La parte de exploración ya la hemos tratado, pero todavía no hemos entrado en su faceta más bélica. El juego cuenta con un gunplay divertido y bastante frenético, así como con enemigos variados que actúan de forma distinta en función de sus habilidades. No existen coberturas como en un Gears of War, por ejemplo, donde con solo un botón quedamos resguardados al instante. En Control, tenemos la opción de agacharnos y de escondernos en su lugar, pero el sistema funciona de forma algo más imprecisa.
No es que el juego sea particularmente difícil, pero hay que estar muy atentos a la barra de vida, que decrece rápido si nos golpean un par de veces. Las armas se combinan con un golpe cuerpo a cuerpo simple pero contundente. Uno de los errores que apreciamos en la primera build es que los enemigos hacían respawn de forma exagerada. Aquel día nos dijeron que eso cambiaría en versiones posteriores, cosa que finalmente ha ocurrido. Cabe destacar que la dificultad es única: no existe posibilidad de regularla por medio de un selector.
La otra vertiente importante son los poderes. En otras impresiones anteriores escribimos más largo y tendido sobre ello porque el juego estaba más avanzado, pero el surtido de poderes es variado y recuerda, en cierto modo, a Star Wars: El Poder de la Fuerza. Jesse es capaz de lanzar objetos contra enemigos, controlar sus mentes y levitar; su poder destructivo va a más a medida que progresamos en la aventura, como es natural. Estas habilidades se pueden emplear todo el rato, puesto que hay una barra de energía que decrece cuando Jesse concentra su poder. Ciertamente, la mezcla entre armas de fuego y poderes funciona a la perfección.
El estudio prometió luchas contra jefes finales. Tommasi, corrompido por el Hiss, es el enemigo de más envergadura al que nos hemos podido enfrentar. Vuela por los aires y se desliza rápido de un lado para otro todo, todo ello mientras lanza planchas de metal contra Jesse. Si una de ellas la alcanza, perderá mucha vida, así que lo que intentamos es escondernos detrás de una cobertura para evitar los ataques. A los pocos segundos, se presentan también algunos enemigos más comunes, por lo que tenemos que maniobrar con velocidad, salir del punto seguro y encargarnos de ellos. Esta pauta se repite varias veces, pero al final logramos derrotar a Tommasi, que no obstante, consigue escapar en el último momento.
Las armas evolucionan a través de mods que podemos encajar para conseguir efectos distintos. La estrategia entra en juego en estos casos. Pongamos como ejemplo que el enemigo al que nos enfrentamos sea rápido. Entonces, lo mejor será instalar un mod que nos permita recargar a mayor velocidad para no perder ni un segundo.
En esta primera parte del juego no hay mucha variedad de enemigos. Más adelante, se añaden algunos más.
Buen juego, pero por debajo de los más grandes
Al ser el principio. Otros compañeros probaron el título en una PS4 Pro y comentaron que no habían experimentado problemas de rendimiento. En cambio, en PS4 normal, donde nosotros lo jugamos, sí que había graves caídas de framerate cuando la batalla se congestionaba con muchos enemigos.
Con todo lo bueno que tiene la obra, donde casi todos sus elementos encajan, la sensación general es que su nivel está varios peldaños por debajo de los grandes títulos que ya están en el mercado. Echamos en falta más profundidad en los puzles, muy limitados y repetitivos en su planteamiento. El escalón de nivel más bajo se percibe igualmente en el acabado final, pese a que no se trata de la versión final. Son, en definitiva, pequeños detalles que le impiden llegar más alto.
Sin embargo, es de recibo reconocer que Control es una obra que se ha realizado con un presupuesto bastante limitado. Una señal inequívoca de ello es que el estudio declaró que no trabajarían en un modo Nueva Partida Plus por falta de recursos. Aun así, los finlandeses lanzarán el Modo Foto más adelante. De todas formas, a nada que te gusten los videojuegos de Remedy, este nuevo título contiene todos los ingredientes para brindar una estupenda experiencia de juego. En el ámbito argumental, la obra de Remedy no pierde ni un ápice de su frescura.
Control, que ya es Gold y está listo para entrar en fase de duplicación, estará disponible el 27 de agosto en Xbox One, PS4 y PC.
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