Un grupo de científicos está poniendo a prueba un rango de frecuencias previamente inexplorado para poder detectar las llamadas «tecnofirmas», señales inusuales de origen desconocido que podrían acreditar la existencia de vida extraterrestre, según un estudio publicado en la especializada The Astronomical Journal.
Los investigadores suponen que, si hay vida inteligente en algún otro lugar de Universo, como en un exoplaneta, esta podría desarrollar una manera de enviar señales a través de objetos como teléfonos, satélites o radares.
El mayor reto de buscar señales extraterrestres
Desde la década de los 60, existe un campo científico llamado Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés), que entre otras cosas se dedica a recopilar y analizar las «tecnofirmas». Muchas de ellas tienen explicación, pero se presume que aquellas desconocidas podrían ser enviadas por alienígenas.
El mayor reto de localizar estas «tecnofirmas» es que, como los telescopios terrestres son tan sensibles, y estos tienen la tecnología suficiente para estudiar frecuencias sobre 1 GHz, estas podrían hacer interferencia con miles de otras señales provenientes la Tierra, producidas, por ejemplo, por una simple llamada telefónica.
Estudio de frecuencias menores a 600 MHz
Los científicos detallan que las «tecnofirmas» habían sido medidas en otras investigaciones anteriores con una banda de radiofrecuencias por encima de los 600 MHz, por lo que se desconocen aquellas frecuencias inferiores a ese valor.
El motivo, según aclaran en una publicación de The Conversation, es que los telescopios más modernos suelen detectar frecuencias altas: «Las ondas de radio de frecuencia baja tienen menos energía, lo que significa que pueden ser más difíciles de detectar», dice Owen Johnson, doctorando en Astrofísica, de la Trinity College de Dublín.
Un telescopio especialista en detectar frecuencias bajas
Los científicos están probando el telescopio de baja frecuencia más sensible del mundo, que es capaz de detectar entre 10 y 250 MHz, en una gran resolución. El llamado Low Frequency Array (Lofar) está compuesto por 52 radiotelescopios repartidos por Europa.
Sin embargo, solo usaron dos telescopios en esta primera etapa: «Estudiamos 44 planetas en órbita alrededor de estrellas distintas del Sol, identificados por el satélite de la NASA Transiting Exoplanet Survey. Durante dos veranos, escaneamos estos planetas a 110-190 MHz con nuestros dos telescopios», señala Johnson.
Además, para evitar que las señales terrestres interfieran con las señales provenientes de otras partes del espacio, los investigadores idearon un método llamado «rechazo de coincidencias», que les ayudó a mitigar estas frecuencias.
Mucho más por explorar
De esta manera, los científicos dicen haber reducido las candidatas a «tecnofirmas» a cero, lo que significa que, por ahora, no han logrado encontrar ninguna señal que demuestre la existencia de vida inteligente, pero es solo el comienzo, y solo se usaron dos telescopios.
«Saber que el método de rechazo de coincidencias funciona con un alto porcentaje de éxito puede ser clave para ayudarnos a descubrir vida en uno de estos planetas en el futuro», agrega el experto.
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