A 60 años de una extraordinaria observación OVNI/ Por Antonio Las Heras

Esto sucedió apenas iniciado el sábado 16 de noviembre de 1963; este año se cumplen seis décadas de esa extraordinaria observación OVNI. Al grito de “un plato volador” –que era la denominación popularmente usada en aquellos días–, varios centenares de personas que, habida cuenta del calor y el buen clima, se encontraban despiertas o transitando por las calles de Mar del Plata, pudieron presenciar el veloz desplazamiento de un objeto alargado -“cual si fuera un cigarro”, coincidieron varios testimonios; coincidiendo con una de las formas más usuales que refieren testigos oculares en todas partes del mundo y que, con el tiempo, dio lugar a la idea de que se trata de “naves madre” que, en su interior, llevan pequeños vehículos que si son los que aterrizan, de forma discoidal-, que despedía una luz intermitente, por momentos blanca y en otros azulada, recorriendo el firmamento atlántico durante unos 15 minutos.

El hecho aconteció entre las 0.30 y las 0.45 horas. El OVNI fue observado manteniéndose casi todo el tiempo suspendido – como si estuviera quieto– en la atmósfera; balanceándose suavemente. Finalmente, salió vertiginosamente disparado en dirección al norte, desapareciendo en pocos segundos. Lo cual, como hemos comprobado los ovnílogos en tantos avistajes, es una típica pauta de compartimiento. Sea lo que fuere lo observado, aparece tan repentinamente como desaparece a través de una violenta aceleración que ninguna máquina creada por los humanos – aún hoy – podría realizar sin resultar destruida por desintegración.

Lo que fuera lo observado, por la forma en que maniobró, no puede pensarse que se tratara de un fenómeno ni astronómico, ni meteorológico. Tampoco de algo hecho por la astronáutica que, hace 60 años, era incipiente y no contaba con satélites de comunicaciones como los que fabrica Space X –la empresa de Elon Musk – y que tantas confusiones generan ante el observador desconocedor de estos aparatos.

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Testigos calificados

En el caso marplatense al que nos estamos refiriendo, los numerosísimos testimonios coinciden en que el OVNI se presentó en el sector oeste de la ciudad, a unos treinta grados por encima de la línea del horizonte.

Entre los testigos de los movimientos del aparato se encontraba Horacio Tarifeño, por aquellos días jefe del servicio informativo de Radio LU 9, quien efectuó la comprobación personal al salir a la terraza del edificio en el que funcionaba la emisora, ante las numerosas llamadas telefónicas denunciando la presencia del extraño objeto.

Algo similar ocurrió en LU6 Radio Atlántica. En momentos en que Juan Carlos Villegas Vidal se hallaba de turno en el servicio noticioso divisó en el horizonte, a través de una de las ventanas, una luz que no tenía nada en común con la que despiden los aviones. Comentó que el objeto volador que pudo observar despedía destellos fosforescentes de variados colores. Tras permanecer largo rato inmóvil, inició veloz carrera perdiéndose rápidamente en la lejanía.

El fenómeno fue observado también desde las oficinas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Como es habitual en estos casos, las autoridades del SMN no realizaron declaraciones sobre la posible naturaleza de lo observado. Testigos oculares no pudieron precisar la altitud y velocidad con la que el OVNI se desplazaba, pero coincidieron en que en momentos de salir disparado su desplazamiento era visiblemente más rápido que el de cualquier avión conocido.

Fue tan notable y sorprendente la observación a que nos estamos refiriendo que enseguida se pidió ayuda a organismos estatales y militares. Hubo coincidencia en señalar que al registrarse el fenómeno de no había ningún avión en operación en las cercanías, y que el prolongado tiempo que la luz permaneció inmóvil –como colgada en el cielo– impide cualquier tiempo de confusión con un globo meteorológico o satélite artificial.

En ese año1963 hubo varias apariciones de OVNIS sobre Mar del Plata. Comenzaron junto con el año –el 1° de enero– cuando fueron vistos varios de estos fenómenos aéreos no identificados. Y ocurrieron otros el 26 y 27 de enero.

En el primero acontecimiento se trataba de cuatro puntos blancos distribuidos en forma de flecha con el extremo derecho más prolongado, que surcaron el cielo a “tremenda velocidad” –para usar la expresión de los asombrados testigos –, de nor-nordeste a sud-sudoeste, a una altitud muy considerable. En el segundo, se trató de un único punto luminoso, a gran altitud, que se desplazaba lento, de luminosidad blanca. Fue observando también por los periodistas de la agencia atlántica del diario El Mundo.

Antonio Las Heras es doctor en Psicología Social, parapsicólogo, filósofo, historiador y escritor. Su más reciente libro es “Qué hay detrás de los OVNIS?” www.antoniolasheras.com