Este viernes, 1 de diciembre, verá por fin la luz a través de Carcajada Records el esperado cuarto álbum de Isabel Marco, ‘Soñando alto’, cuyos adelantos llevan meses acompañándonos, concretamente doce meses. Un año ha pasado desde que «Alma de canela» comenzara a ponernos sobre la pista de este nuevo disco de la artista bajoaragonesa, que es la que ahora, de su puño y letra, nos presenta las nueve canciones que dan forma a ‘Soñando alto’.
Los Ovni Estudio han sido el escenario de la grabación del disco que ha contado con la producción de Pablo Martínez y con sus músicos de confianza: Guille “Mara” Rubio del Arco a las guitarras, Alex Serra al bajo y Adri López “Cheriff” a la batería; repartiéndose el apartado de teclas entre David T. Ginzo, Alejandro Heredia, Juan Villamil y Alfredo González.
De esta forma, se ha creado el disco más variado de la trayectoria en solitario de la que fuera guitarrista de Insolenzia, como hemos podido disfrutar con «El sabor de los sábados», «Petricor», «Los días ásperos», «El cielo de las mariposas», el citado «Alma de canela» y «Las flores nunca llegarán», cuyos respectivos videoclips también han mostrado diferentes aspectos de las temáticas que tratan cada una de las canciones.
1. «Mal subtitulada»
«Mal subtitulada» trata de esos momentos en los que las mujeres somos punto de mira de los hombres desde una perspectiva superficial y machista que nos quiere cosificar y coartar. La letra tiene pasajes muy cinematográficos con guiños a películas y series en los que la protagonista es una mujer fuerte que sabe poner en su sitio a los hombres que intentan someterlas. Desde Beatrix Kiddo en «Kill Bill», a Mallory en «Asesinos natos», pasando por June Osborne en «El cuento de la criada».
Vi miles de veces la escena en la que Mallory se enfrenta a los babosos en el bar y acaba dándoles una paliza; me encanta Juliette Lewis en esa película y venía al pelo totalmente, deberían verla muchos de los que intentan ligar en los bares con estrategias burdas y soeces.
2. «Petricor»
Es un canto a la vida en el mundo rural. Hablo de cómo se trabaja desde la periferia, o sea: cualquier pueblo alejado de las grandes urbes. Muchas veces se hace muy complicado poder cumplir objetivos en el trabajo por el hecho de vivir en un pueblo y las diferentes dificultades que puedes encontrar en contraposición a vivir en una ciudad.
Siempre se ha dicho que si quieres hacer algo en el mundo de la música tienes que estar en Madrid, sin embargo, yo estoy consiguiendo vivir de la música haciéndolo a contra corriente desde la zona rural y desafiando todas esas “leyes”.
Hace algo más de dos años que me dedico de forma profesional y en exclusiva a mis canciones, vivo de ellas y lo hago desde el medio rural. Realmente, el mostrar mis canciones al mundo es un salto mortal. Siento que no encajo en ningún lado. En esta canción me estoy describiendo a mí y mi entorno. En el videoclip he querido mostrar, la plena naturaleza que tengo a solo un paso, lo que es mi vida en casa, con mi hijo.
3. «El cielo de las mariposas»
Es una canción que podría decirse que está advirtiendo del apocalipsis al que estamos abocados si seguimos metidos dentro de este sistema capitalista que se olvida de que somos personas, de que tenemos unas características particulares, de que vivimos en entornos distintos que deberíamos cuidar y primar su estabilidad por encima de la economía.
Habla de este sistema capitalista que solo piensa en crecer económicamente sin tener en cuenta ni lo humano ni la naturaleza; un sistema que nos adormece y nos vende humo con tal de atraparnos en sus redes.
4. «Alma de canela»
Todas las personas hemos tenido un amor de verano, ese amor que se calienta en un abrir y cerrar de ojos, que llega y te invade sin remisión y no puedes despegártelo. «Alma de canela» es ese amor de verano encendido y pasional que llegó sin avisar y con todas las incertidumbres del mundo por despertar un deseo que antes había estado escondido al sentirme atraída por otra mujer.
El deseo despierta entre las olas y el calor y acaba marchándose así como vino, en un fundido a negro que deja en los labios el sabor de la miel y en la garganta un nudo al verla marchar. El videoclip está rodado con una cámara Super8 de los años 70 y hubo que hacerlo todo a una toma, muy medido, porque podíamos quedarnos sin metraje. Ana Madera estuvo genial y Titi Muñoz, como siempre, aportando las ideas que dan a los videoclips ese punto cinematográfico.
5. «El sabor de los sábados»
Es mi historia de amor. Una historia real y verdadera que todavía continua hoy. Es el recuerdo de cómo comenzó todo, de cómo saltó la chispa que nos atrapó. En el videoclip, rodado también bajo las órdenes de Titi Muñoz, tuvimos que buscar la ropa que nos poníamos a finales de los 90 y principios del 2000; camisetas de grupos míticas y otras a las que les teníamos especial cariño y por eso no habían pasado a formar parte de los trapos para limpiar los cristales; se buscó un Opel Corsa igual que el que teníamos, un walkman con los cascos con espumilla… todo un viaje en el tiempo.
Dimitri Álvarez es el actor que hace de mi pareja y, por suerte, le quedaba todo como un guante. Resultaba extraño verlo vestido de mi pareja, pero fue divertido. Por suerte, es un gran actor y me lo puso facilísimo. Es una suerte rodearme de gente guapa a la que besar en mis videoclips, como es el caso de Ana en «Alma de canela» y Dimitri en este «El sabor de los sábados»; a ver el casting para los próximos (risas).
El equipo de rodaje también hizo que el videoclip sea una pasada. Todas las sensaciones que me trae esta canción me provocan una resaca emocional brutal que siento nada más escuchar la primera nota».
6. «Los días ásperos»
Muchas veces guardamos dentro traumas o situaciones que nos hacen daño, tratamos de esconderlas muy adentro. A veces salen y vuelven a causarnos casi el mismo dolor que la primera vez. Yo tenía dentro alguna espina clavada, algún recuerdo mal asimilado y envenenado que he acabado cantando dejando así la puerta abierta para que todas esas malas sensaciones salgan de mi vida.
Es una canción dura y liberadora al mismo tiempo. Para el videoclip de esta canción salí totalmente de mi zona de confort y decidí coreografiarla. Carla Loga fue la encargada de crear la coreografía, enseñármela y luego grabarla como bailarina junto con Bea Canteli. El único día de ensayo conjunto con Carla me enseño la coreografía, ese día creí que tenía que abortar la misión, pero superé el reto y estoy muy, pero que muy contenta con el resultado».
7. «Las flores nunca llegarán»
«Es una historia real de dos hermanas de 70 y 79 años que vivían solas en un piso de Santander en una zona en la que los vecinos solo acuden a dormir después de una larga jornada laboral. Ellas estaban solas en el mundo, no tenían familia ni una red de apoyo que pudiera ayudarlas en momentos de dificultad y esa dificultad les llegó en forma de orden de desahucio.
Ellas no quisieron abandonar su casa y quedarse en la calle, no tenían recursos económicos ni nadie que las ayudase y decidieron que el suicidio era la única solución. Abrieron el gas y se dejaron llevar. Lo que no llegaron a saber es que su orden de desahucio se había revocado. Lo decía una carta que nunca llegaron a abrir porque llegó tarde. El videoclip está dirigido también por Titi Muñoz, y las actrices, Josefina García y Elisa Álvarez, hacen un trabajo extraordinario».
8. «Héroes de ciencia ficción»
«Es una de las primeras canciones que compuse para este disco. Habla de una situación ficticia desde el punto de vista de niños enfermos de cáncer y cómo es su vida dentro del hospital, de cómo afloran emociones a pesar de la dureza de su situación. Una canción que canta a vivir el aquí y el ahora porque el mañana no se sabe si estará. Una mezcla de imaginación infantil con la dura realidad para intentar sobrellevar con la ingenuidad de un niño un viaje que no se sabe dónde acabará».
9. «Como un cuchillo»
«Está grabada solo con voz y piano, el piano de Alfredo González, músico cantautor que me ha acompañado en muchísimos conciertos al piano y a los coros. Es una canción a la que le tengo mucho cariño por el hecho de que es la única canción del disco en la que está él a las teclas. Es una canción que está abierta a múltiples lecturas, es una canción que podría estar escrita desde diferentes puntos de vista, por distintas vidas o simplemente hablar de la mía sin más. Esa es la magia de esta canción, que te abre y te hace mirar por dentro».
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