10 de noviembre de 2024

Extraterrestres

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Fue al Cerro Uritorco, volvió enloquecida con los extraterrestres y le pidió un ovni a su papá: “Quiero uno”

Fue al Cerro Uritorco, volvió enloquecida con los extraterrestres y le pidió un ovni a su papá: «Quiero uno»

"Hay cosas que no las paga el oro del mundo", cuenta a Clarín Daniel, un padre de Laboulaye, ciudad del sur de Córdoba. El verdadero desafío era cumplir el sueño de su hija Angelina de 5 años, que quería andar en un ovni por primera vez, algo difícil de encontrar en los manuales.En el mes

«Hay cosas que no las paga el oro del mundo», cuenta a Clarín Daniel, un padre de Laboulaye, ciudad del sur de Córdoba. El verdadero desafío era cumplir el sueño de su hija Angelina de 5 años, que quería andar en un ovni por primera vez, algo difícil de encontrar en los manuales.

En el mes de junio, Angelina junto a su tía visitaron el Cerro Uritorco en Capilla del Monte, conocido por sus leyendas sobre la presencia extraterrestre en la zona. La nena volvió enloquecida con estas historias y le pidió al papá un ovni.

Por lo tanto, Daniel se puso en campaña y le comenzó a dar forma a lo que sería un regalo inolvidable en la vida de cualquier nene: viajar en un plato volador.

El mejor regalo de cumpleaños, con materiales reciclados

«Hace 25 años que invento cosas, suelo pasar por contenedores de desechos y tomo lo que creo que me sirve para producir algo. Con materiales reciclables busco darle forma a los sueños«, comenta Daniel, quien por ver feliz a su hija haría lo que fuera.

Daniel trabajó en mecánica, en construcción a seco y en panaderías para defenderse y así poder sobrevivir. A pesar de esto, en los últimos cinco meses dedicó todo su tiempo libre al regalo de Angelina.

Familia. Daniel junto su hija Angelina. Foto: @gatogarino. InstagramFamilia. Daniel junto su hija Angelina. Foto: @gatogarino. Instagram

El hombre consiguió una moto scooter de Yamaha que le prestó su hermana luego de diez años sin usarla. Al ser mecánico, rápidamente logró «devolverla a la vida» para crear una cúpula alrededor de ella y darle figura de platillo volador.

«Primero agarré una cinta métrica y medí que tan grandes eran los vehículos para poder andar en la vía pública y no bloquear el tránsito», contó el creador.

De esta manera, hizo un caparazón de 2 metros y 22 centímetros de largo. Usó los materiales adecuados con la idea de poder tener una vista periférica perfecta desde su interior, a la hora de manejar.

Ovni. El vehículo que le construyó un hombre a su hija. Foto: @Gatogarino Instagram.Ovni. El vehículo que le construyó un hombre a su hija. Foto: @Gatogarino Instagram.

Después, le buscó dar forma a los volúmenes con una manguera de riego en su interior y bandejas de aluminio que consiguió de descarte en una panadería. Con estas utilizó la técnica de la naranja, que se basa en cortarla al medio y luego en ocho gajos para darle una silueta de esfera.

Se le suma al proceso de construcción las chapas de acero inoxidable, que logró conseguir en su mayoría por parte de un amigo. Esta persona trabaja con máquinas ordeñadoras. De esta manera, pudo abaratar los costos.

Sin embargo, gastó alrededor de 225 mil pesos en su armado. Por eso, los materiales reciclables que consiguió y aquellos que fueron donados -como las luces led, un regalo de una casa de electricidad de la ciudad-fueron de gran ayuda para el resultado final.

La emocionante reacción que hizo valer cada gota de esfuerzo

El pasado 5 de noviembre, el día tan esperado por Daniel y su hija llegó. Tras cinco largos meses de trabajo, de pasar varias horas dedicando cada momento libre a este proyecto, pudo entregar el ovni tan querido a su hija.

Vehículo. El ovni, por las calles de Laboulaye. Foto: captura/@gatogarino.Vehículo. El ovni, por las calles de Laboulaye. Foto: captura/@gatogarino.

Él no la vio durante todo el día para darle la sorpresa. Recién, a las ocho de la noche, salió con su regalo por las calles de la ciudad acompañado de sus amigos. «La emoción se le veía en los ojos a mi nena», recuerda Daniel, conmovido por la reacción de su hija. Ella festejó con mucha alegría su regalo.

En la actualidad, Angelina pasea con su ovni por las calles de Laboulaye junto a su padre, y son reconocidos por todos sus vecinos: ellos les piden fotos de su increíble invento. «Hay cosas que no las paga el oro del mundo, no podes salir a comprar un ovni para regalarle a tu hijo, el verdadero desafío está en ser capaz de cumplir sueños».