Tras publicar este viernes su quinto y último adelanto, El sabor de los sábados, la cantante y guitarrista alcorisana Isabel Marco ultima la salida al mercado de su cuarto LP en solitario, Soñando alto, que verá la luz el 1 de diciembre. Marco -que esta tarde actúa a las 17 h. en La Mata de los Olmos- ha lanzado una campaña de crowdfunding a través de alternativamanagement.com para financiar el disco, que concluye en algo menos de tres semanas.
-Tras un disco prácticamente por año, Soñando alto se ha hecho esperar algo más…
-Ha sido una grabación lenta. Otras veces hemos ido al estudio y nos hemos pegado varias jornadas de muchas horas en plan maratón, pero en esta ocasión lo hemos grabado en tres sesiones, entre enero de 2022 y primavera de 2023. A efectos musicales ha sido positivo porque las canciones han tenido tiempo para respirar y para ser repensadas. Primero hicimos una preproducción, antes de grabar la canción definitiva, y entre una y otras tuvimos tiempo para cambiar cositas.
-¿Ha grabado con sus músicos habituales de Rockanrolas?
-Sí. Únicamente hemos variado de teclista, porque además de Alfredo González, el pianista habitual, también hemos grabado canciones con otros dos teclistas por cuestiones casi más de organización.
-De hecho, ¿no complica mucho las cosas grabar en Ovni Estudios, en (Bonielles), y tener que desplazarse a Asturias?
-Es un follón desplazar a los músicos hasta allí, pero tiene una pequeña trampa. Yo tengo familia política en Asturias y aprovechamos para visitarla cuando vamos a grabación. El estudio está en un entorno encantador, una aldea entre prados y montes, y la naturaleza siempre me ha ayudado a inspirarme. Además el productor Pablo Martínez -guitarrista en Desakato- forma parte del equipo. Llevo muchos años trabajando con él y nos entendemos perfectamente. Cuando existe una conexión tan buena con el productor hay que aprovecharla.
-¿Cómo sintetizaría lo que nos va a traer ‘Soñando alto’?
-Va un poco en la línea que el anterior disco, Sin domesticar, que era un lanzarte a la piscina para hacer lo que te pida el alma. La vida te pone donde ella tiene planeado, y supongo que tenemos que aceptarlo, pero nuestra obligación es soñar alto, no ponernos límites, ser optimista y ambiciosa en tus objetivos.
-¿En qué se diferencia este disco de anteriores trabajos?
-Sigo cantando desde mi periferia, de lo que me toca, pero a nivel musical hay cambios porque una carrera musical es como una cadena que se va desarrollando, que progresivamente va dejando atrás cierto sonidos y agarrándose a otros, para evolucionar hacia algún sitio. En este caso creo que me agarro a Hojas que se van, del anterior trabajo, y tiro de ahí, con sonidos diferentes, efectos de guitarras, sintes y algo de funky. Esa canción tenía muchas capas y he querido que Soñando alto tenga ese punto atmosférico. Pero sin desprenderme del rock, que es lo que me gusta hacer.
Los fans
-Hay fans que se toman mal los cambios, que quieren que sus músicos suenen siempre igual…
-Hay que evolucionar manteniendo la identidad. Es normal que nos gusten las canciones de nuestro pasado, pero hay que darle una oportunidad a las nuevas canciones para que se conviertan en nuevas bandas sonoras de nuestra vida.
-¿Por qué optó por el crowdfunding para financiar el LP?
-Porque es una fórmula que está funcionando bien y supone una gran ayuda para los meses del lanzamiento, que es un chorreo continuo de dinero. La gente que te sigue y aprecia lo que haces se vuelca porque le gusta ser de algún modo partícipe de lo que estás creando. YâÂÂaprecian las recompensas que son un poco especiales, los formatos físicos, o que quieren tener el CDâÂÂaunque luego te escuchen en Spotify porque es su forma de agradecerte lo que haces. Eso es precioso.
-CDâÂÂy también vinilo…
-¡Sí! Me encantan los formatos físicos, no solo por el ritual de tener y poner discos, sino porque además suena mejor. Si escuchas música en plataformas y no tienes buenos equipos o cuentas premiun escuchas una mezcla comprimida y se pierde calidad. Yo también escucho música a través de plataformas, como todo el mundo, pero siempre que puedo pongo un disco físico. Es un acto muy bonito, que le encanta a mi hijo y que me gustaría transmitirle. Significa detenerte más en las cosas, apreciar el LP en conjunto y todo lo que forma parte de él, desde la portada a la galleta pasando por el orden de los temas. Un disco es una obra muy reflexionada en la que cada elemento tiene un porqué, y si te detienes a disfrutarlo en conjunto llegas a comprender muy bien al artista.
-Usted reivindica la música hecha por mujeres, y hecha desde la España Rural. ¿Sigue siendo más difícil ser artista desde un pueblo, sea Alcorisa, Bonielles o Alagón, donde reside?
-Salir de tu casa o de un estudio de grabación y no ver cemento ni tráfico enloquecido, sino campo, árboles o monte, te ayuda a vivir mejor y, por tanto, a trabajar mejor. En la música hay handicaps,âÂÂporque los músicos tienen que desplazarse, a veces hay problemas con internet y para hacer una buena promoción tienes que rodar por radios y revistas en Madrid. Pero, personalmente, opino que las ventajas de vivir en un pueblo superan ampliamente los inconvenientes.
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