21 de octubre de 2024

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El FBI irrumpe en un laboratorio que construía un ‘ovni’

El FBI irrumpe en un laboratorio que construía un ‘ovni’

Quienes tengan una edad, recordarán sin duda a los pistoleros solitarios de la serie Expediente X. Estos tres personajes secundarios de la histórica serie de televisión, Langly, Frohike y Byers, eran expertos en diferentes áreas (desde informática a la genética) que trabajaban en un oscuro laboratorio obsesionados en las conspiraciones del Gobierno de los Estados Unidos. Pues bien

Quienes tengan una edad, recordarán sin duda a los pistoleros solitarios de la serie Expediente X. Estos tres personajes secundarios de la histórica serie de televisión, Langly, Frohike y Byers, eran expertos en diferentes áreas (desde informática a la genética) que trabajaban en un oscuro laboratorio obsesionados en las conspiraciones del Gobierno de los Estados Unidos. Pues bien, estos “pistoleros solitarios” (The Lone Gunmen) parecen haberse encarnado en la figura de Mark Sokol y sus colegas porque el fundador del laboratorio Falcon Space en Hawthorne, Nueva Jersey, (Estados Unidos) tuvo que interrumpir su trabajo porque dos agentes del FBI irrumpieron en su –también oscuro- laboratorio donde intentaba construir un platillo volante.

Sokol, de 35 años, y sus colegas no podían dar crédito a que los agentes del FBI estuvieran interesados en su trabajo sobre propulsión antigravitatoria. Es más, según declaró a DailyMail, uno de los dos agentes le informó que habían recibido la tarea de los jefes de la Oficina para investigar los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP, por sus siglas en inglés).

«Está pasando…» – compartió desde su cuenta oficial en “X” (antiguo Twitter).

So this happened….https://t.co/P0wkkLGcrB

— Falcon Space (@FalconSpaceLabs) October 27, 2023

Los agentes se mostraron intrigados por los experimentos que se llevaban a cabo en el Falcon Space Labs y justificaron su presencia en el laboratorio por un informe que les alertaba de la presencia de uranio enriquecido en el lugar.

«Dijeron que habían recibido un aviso de que tenía uranio enriquecido –declaró Sokol al DailyMail. “El único uranio que tenemos aquí –agregó- es un pequeño pedazo que compré en Amazon ara comprobar nuestro contador Geiger y asegurarme de que funciona».

Obviamente no había ni un gramo de uranio enriquecido en el laboratorio. Es posible que la confusión proviniera de la donación de una máquina EPR completa, por parte de Goerge Hathaway, para llevar a cabo sus experimentos de orientación del giro nuclear, tal como anunciaban en junio en sus redes sociales. Los miembros del laboratorio se financian con donaciones privadas.

Big thank you to Goerge Hathaway for Donating a complete EPR machine for our Nuclear Spin Orientation Experiments. pic.twitter.com/CIBS3deCdX

— Falcon Space (@FalconSpaceLabs) June 9, 2023

Sokol y sus colegas intentan utilizar la física nuclear para hacer que los objetos pierdan peso, que es –según dicen- el primer paso hacia la construcción de un platillo volante funcional, inspirado en informes verificados de ovnis. El laboratorio –asegura su página web– es empleado por una comunidad de científicos, ingenieros e inventores que trabajan con recursos limitados para descubrir la antigravedad, los motores de curvatura y otras tecnologías futuristas.

Uno de los agentes les informó que no tenían ningún problema y que le gustaría volver más adelante para hablar con Sokol acerca de los UAPs porque “le habían asignado la tarea de investigarlos».

¿Acaso tiene el FBI un programa secreto de investigación ovni? ¿Acaso no son los UAP un negociado de la AARO?

El diario DailyMail contactó con una portavoz de la oficina del FBI en Newark, Nueva Jersey, que no quiso confirmar si tenían agentes destinados a la investigación ovni y justificó la presencia de los agentes cuando “en base a denuncias del público sobre situaciones que involucran materiales radiológicos ilegales y peligrosos, nuestros agentes lo investigan».

Las imágenes de circuito cerrado de televisión muestran a los dos agentes del FBI mostrando sus placas e interrogando al inventor, así como caminando afuera con un contador Geiger, un dispositivo utilizado para detectar radiación.

El cofundador del laboratorio, Jeremy Rys, que publica en el canal de Youtube Alien Scientist vídeos de sus experimentos y discusiones científicas se mostró escéptico acerca de la visita del FBI y señaló que el agente del FBI tenía formación en crímenes financieros y no en nada paranormal.

«Dijeron que estaban interesados en los UAP y en lo que estaba haciendo en el laboratorio. Podría ser una forma de abrir la puerta», dijo. «Tal vez están tratando de engañar a Mark para que se abra más porque saben que es su pasión. Si mientes a los investigadores federales de alguna manera […] pueden presentar cargos en tu contra».

Lo cierto, en cualquier caso, es que el gobierno de Estados Unidos ha intentado construir naves con aspecto de platillo volante, aunque con poco éxito.

En la década de 1950, por ejemplo, la Fuerza Aérea impulsó mediante el contratista canadiense Avro Aircraft la construcción de un platillo supersónico. Se denominó Proyecto 1794 y en los documentos desclasificados en 2012  pueden verse diseños y esquemas que parecen sacados de una película de ciencia ficción.

Aunque no se fabricaron en serie, los documentos publicados por los Archivos Nacionales, aseguran que el platillo estaba diseñado para volar «entre Mach 3 y Mach 4, a una altitud máxima de más de 100,000 pies y un alcance máximo con una tolerancia de alrededor de 1.000 millas náuticas». Eso sobre el papel porque el proyecto se desvaneció después de que los ingenieros no lograron hacer volar la nave a más de unos pocos metros del suelo.

También parecen futuristas las patentes ovni que, como los experimentos del laboratorio visitado por el FBI utilizarían una reducción de masa inercial o anti-gravedad. El inventor, el Dr. Salvatore Pais, presumió en la patente de posibles «velocidades extremas» de su vehículo y la capacidad de «diseñar la realidad en su nivel más fundamental».

En el laboratorio Falcon Space investigan este tipo de propulsión. Algunos de sus experimentos ponen a prueba la teoría de que la masa de los objetos proviene de las direcciones desordenadas en las que giran las partículas subatómicas de sus átomos. Si pueden hacer que esas partículas giren en la misma dirección conseguirían disminuir el peso. 

«Hemos visto una pérdida de peso de hasta un 17.8% en un experimento», dijo Sokol quien asegura que una vez que puedan superar el 90% serán capaz de tener un platillo flotante funcional.