5 de noviembre de 2024

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Entrevista a director de “Isla Alien” Cristóbal Valenzuela: “La historia de Friendship es la que más genera polarización en la ufología chilena”

Entrevista a director de “Isla Alien” Cristóbal Valenzuela: “La historia de Friendship es la que más genera polarización en la ufología chilena”

Por Jorge Arriagada La década de los ‘80 tuvo varios acontecimientos importantes para Chile. Entre los más recordados, se cuela un hito fundamental de la ufología chilena que hasta hoy sigue generando discusión: la Isla Friendship. Esta es la historia del documental Isla Alien, del director Cristóbal Valenzuela Berríos (Robar a Rodin, 2017), que se

Por Jorge Arriagada

La década de los ‘80 tuvo varios acontecimientos importantes para Chile. Entre los más recordados, se cuela un hito fundamental de la ufología chilena que hasta hoy sigue generando discusión: la Isla Friendship. Esta es la historia del documental Isla Alien, del director Cristóbal Valenzuela Berríos (Robar a Rodin, 2017), que se estrenó recientemente en nuestro país gracias a Miradoc.

A través de recreaciones y entrevistas a sus principales protagonistas, cuenta cómo un grupo de radioaficionados tomaron contacto con una embarcación en el sur de Chile, cuyos tripulantes confirmaban ser parte de una comunidad científica que había tenido contacto con otras especies.

En entrevista con Culturizarte, Cristóbal cuenta cómo se gestó su segundo largometraje documental, las conspiraciones y teorías alrededor de la Isla Friendship y las disímiles opiniones de la comunidad ufológica.

Antes de empezar, justo el día del estreno de Isla Alien, se cumplen 6 años del lanzamiento de Robar a Rodin. ¿Cómo recuerdas ese documental y su desarrollo hasta hoy?

Fue mi sueño que la película se instalara de culto y siento que se logró ese deseo. Todo el mundo ha visto la película, todo el mundo tiene un comentario al respecto, funcionó muy bien, sobrevivió al tiempo. En ese momento cuando hicimos Robar a Rodin, era un formato documental que no era tan común de ver, con recreaciones, menos en Chile. Ahora con Netflix se está estandarizando un poco más el formato. Fue una propuesta más osada, sobre todo para los más puristas del documental. Me acuerdo que mi asesor, que era Iván Osnovikoff, fue nuestro asesor de guion, y le decía: “Quiero poner música”. Él me contestaba: “¿Cómo le vai a poner música?”. Hay una escuela más rígida del documental que con Rodin la quebramos un poco. Y hay mucho de lo que aprendí en Rodin que se transmitió a Isla Alien.

¿Cómo llegaste al tema de Isla Alien? ¿Cuándo comienzas a desarrollarlo?

Como mucha gente, vi el programa OVNI, del año 98. Yo era adolescente cuando lo vi. Fue increíble, quedé impactado. Hay que entender que Friendship nace, la leyenda, el mito, con el programa OVNI. Antes de eso, si bien la historia parte el ‘84, las comunicaciones de radio, era un fenómeno bien marginal. Fue el programa OVNI que hizo que explotara, y ahí empezaron a haber más contactados, salió una nueva generación de Friendship, que no ha parado hasta ahora. Cuando terminé Rodar a Rodin dije: “Qué hago ahora”, y volví a mis ideas que tenía guardadas en mi lista y retomé Friendship. Así surgió Isla Alien.

No hay muchos documentales sobre la Isla Friendship, ¿cierto?

Hay uno de Peter McPhee que se llama ¿Hay algo en lugar de nada?. Y hay un reportaje de televisión, el programa OVNI también, y Salfate que lo lleva a la tele.

Antes de entrar a la historia de fondo, me interesan algunas decisiones técnicas. ¿Por qué decidiste hacerlo en blanco y negro?

También está conectado con Robar a Rodin. Estudié mucho el cine negro, el film noir, que es un subgénero del cine policial. Está muy inspirado en el cine policial, en la estructura y en un cierto arquetipo. Y me enamoré mucho de este cine de los años ‘50 y ‘40, y viendo este cine, derivé a ver cine de ciencia ficción del período. Un cine que es conocido como la época de oro de la ciencia ficción, que son muchas películas que se produjeron en ese periodo de Guerra Fría. The Day the Earth Stood Still, It Came from Outer Space, o las de Ed Wood también. Salieron películas como B y que después fue la clase A. Contagiado con este cine que encontraba precioso pero muchas veces son películas buenas por lo mala que son. Pero hay algo que las hace especiales. Empecé un romance con este tipo de cine y empecé a soñar de hacer una película con esto y después lo conecté con esta ansia de Isla Alien y así surgió esta idea de hacer como una película documental de ciencia ficción. Me gustó mucho la idea de hacer un documental sobre un rumor. Entonces empezamos a juntar muchas cosas y finalmente salió. También en Robar a Rodin ocupamos una película antigua de cine negro. Hay muchas películas antiguas que están liberadas, que cualquiera puede usar. Entonces dije: “Quizás puedo ocupar muchas de estas películas de ciencia ficción, hacer una película y empatar el formato de los archivos de esta película a las grabaciones originales”.

¿Cómo elegiste esas películas antiguas?

Teníamos esta experiencia con Robar a Rodin, que películas que están liberada y la ocupamos, y dije: “Esta operación es buenísima, no hay que gastar esta plata y hay archivos”. Hay varias páginas con películas liberadas, y saqué en una página que se llama Archive.org. Tenían cientos de películas de ciencia ficción. Ahí empecé a nutrirme. Nos funcionó con muchas películas, pero con un par no.

¿Por qué decidiste hacer así las entrevistas?

Ocupo un método de entrevista que está inspirada en un director gringo de documentales que se llama Errol Morris, y él inventó un sistema de entrevistas que ocupé también para Rodin y para esta, que se llama el Interrotrón, que es un sistema de entrevistas que ocupa dos telepronters. El entrevistado y el entrevistador están en lugares diferentes, pero se ven, se comunican a través de estos telepronters. El entrevistado me ve a mí en una pantalla y yo veo al entrevistado, pero detrás de esa pantalla hay un espejo, y está la cámara, entonces el entrevistado mira directo a la cámara y directo al espectador. Me interesó ese contacto visual. Como esto es una historia mitológica, el mito se cuenta de forma oral. Para mí la entrevista era muy importante, y me gustaba el sentido que fuera frontal al espectador, contándole la historia. Me gusta esta estética simétrica y clara para contar el relato.

¿Las entrevistas se hicieron en la casa de los entrevistados? ¿Los llevaste a alguna parte?

Mitad y mitad porque esto fue en plena pandemia. Por cosas de salud, elegimos espacios más abiertos y empezamos a traer a los entrevistados a este lugar. Pero en otras ocasiones fuimos a las casas. Pero la pandemia fue un tema. Me ayudó harto a mí en la investigación, tuve un año más de investigación y tuve que sumergirme mucho más en todos los aspectos de la historia.

Ernesto, que es el protagonista de la película, murió en 2019. ¿Cómo llegaste a entrevistarlo? ¿Cómo fue esa entrevista? Porque es un personaje bien particular, con un imaginario propio sobre él.

Partimos la película con un teaser, que es como un trailer de El Futuro, una película que todavía no existe, y puede que nunca exista. Estábamos grabando este teaser, que es lo que te piden para los fondos, y ahí contacté a Ernesto, que vivía en Freirina, que queda en Atacama. Me junté con él, aceptó la entrevista, después viajé con el equipo e hicimos la entrevista. Fueron como tres días porque él tenía un enfisema pulmonar. Se ahogaba… Eran pequeñas entrevistas, cortitas, y teníamos que esperar un día para que se recuperara y seguíamos. Vimos que estaba mal de salud, entonces hicimos entrevistas cubriendo todo el relato. Nos contó lo que siempre contaba, la misma historia, incluso con las mismas palabras, las mismas frases. También hablamos de su vida y otros aspectos que no se tomaron en otros reportajes. Después tuvimos la idea de volver a hacer una segunda instancia de entrevista, que iba a ser más confrontacional, y en ese momento que íbamos a ir, empezó el estallido social. Tuve que postergar todo, porque estaban todos en otra y yo también. Chile estaba en otra. Entonces postergamos esa segunda entrevista un par de meses y ahí murió Ernesto. Fue fuerte, pero hablamos con la viuda y le pregunté si podíamos grabar el funeral. Me dijo que sí, y fuimos y ahí logramos estos planos del funeral.

¿Con qué sensación te quedas después de conocerlo, hablar con él, pero también de hacer el documental? Hay un momento en que la hija de Carlos Maldonado, el detenido desaparecido del que se habla en el documental, dice que básicamente lo hizo para desviar la atención un poco.

Sin hacer demasiado spoiler, él hacía construcciones. Reciclaba su pasado real y construía uno mucho más interesante de sí mismo. Tenía rasgos medios psicopáticos, no hay que ser un asesino para ser un psicópata. Era un personaje encantador. La gente que conoció a Ernesto quedaba encantada con él, contaba muchas historias. Pero completamente mitómano. Por ejemplo, en el programa OVNI, abajo sale como ingeniero eléctrico, todo el mundo da por hecho que lo era. Después averigüé y nunca fue ingeniero. En los 2000, empezó a contar otro relato, muy largo, que fue la guerra de Vietnam, de camarógrafo. Me conseguí una autobiografía de él, yo creo que he sido la única persona que lo he leído, y cuenta el relato, las batallas y todo. Impactante. Empecé a averiguar y nunca estuvo en Vietnam. Hay muchas cosas de Ernesto que son motivadas por esta ansia de destacar, de ser un foco de atención. Es un personaje fascinante. Para mí en un momento lo encontré más increíble que Friendship. Él estaba viviendo en Quemchi, en Chiloé, y estuvo muy entremezclado con la mitología chilota porque quedó tirado ahí con una radio. Chiloé fue una gran influencia para la creación de Friendship. El Mytilus lo vio cuando chico y le agregó el II para la grabación.

Recientemente falleció Patricio Bañados. ¿Cómo fue la entrevista con él?

Fue interesante porque él conoció a Néstor en el año ‘60, cuando trabajaron juntos en el Canal 9 de la Universidad de Chile. Después se volvieron a topar en una película de propaganda para USIA (Agencia de Información de los Estados Unidos en inglés). Ahí Bañados era el conductor y Ernesto hacía el sonido. Se reencuentran en TVN en los ‘70 y después se volvieron a reencontrar en el programa OVNI en los ‘90. Era interesante tener a Bañados porque conocía todo su arco de vida. El programa OVNI ganó validez y popularidad, gracias a tener a Bañados ahí, y el programa OVNI configuró la historia de Friendship. Es parte de la creación de Ernesto de la Fuente y de Friendship.

Tengo la impresión de que el tema OVNI desviaba un poco el tema del contexto histórico de Chile. ¿Parte por ahí empezar con el OVNI de Sábados Gigantes?

Está comprobado que la dictadura ocupó la prensa para desviar la atención, o para hacer montajes. El mismo Plan Z, una historia delirante, que era el supuesto plan que tenía la UP para matar al ejército chileno, que se puso una lista negra, después se comprobó que era todo mentira, y publicaron un libro que se llama El Libro Blanco. Lleno de documentos, con fotos, con un arsenal de guerra que tenía Allende a su casa, todo falso. La prensa estaba intervenida, tenían editores militares, los canales también. Curiosamente, los casos de OVNIS más famosos de Chile son del periodo de Dictadura. Posiblemente Friendship nunca habría tenido la fuerza que tuvo si hubiera nacido en otro contexto.

Hay mucha gente que peregrina a Friendship, y de hecho Ernesto cuenta que se curó el cáncer yendo allá. ¿Qué crees tú sobre la isla y el fenómeno OVNI?

Investigar estos años el fenómeno me convirtió en un escéptico de todo, de OVNIs en sí mismos, pero no en la vida extraterrestre. Por las probabilidades tiene que haber en alguna parte. El fenómeno parte por un error periodístico. Hay un piloto que vio un avión que volaba con propulsión y que saltaba, con saltitos. Fue a la prensa y dijo que vio una cosa volando como si lanzaras un disco al agua. Ahí se llevó a la portada de un diario: “Se ve un disco volante”. Y después el cine lo propagó por todo el mundo.

Quizás también tiene que ver con la necesidad de crear mitos, ¿no? De explicar lo que nos pasa.

Mi interés es sobre todo mitológico, y lo de Isla Friendship. Hay dos preguntas esenciales que yo tenía para la película: ¿Por qué la gente cree en esto? y ¿Por qué alguien crea esto? Y para las dos respuestas, para mí es que se necesita esto, los creyentes necesitan esto para conocer el motivo y el creador también. Hay una necesidad en esta historia, para validarse, para sentir una satisfacción o llenarse espiritualmente. Para mí, Friendship también me hace mucho sentido. Ernesto necesitaba esa historia para lidiar consigo mismo, con su pasado. Friendship es ante todo un fenómeno radial. Ernesto era sonidista de cine y fue un sonidista importante para el cine de fines de los ‘60 y principalmente los 70 en Chile.

Entrevistas a varios ufólogos, entre ellos Patricio Abusleme, que es bastante conocido en Chile. ¿Cómo fueron esas entrevistas? Porque hay miradas disímiles entre los que entrevistaste.

La historia de Friendship es la que más genera polarización en la ufología chilena. Porque hacemos como grupos, los que creen, los que no creen. Ufólogos escépticos que creen en Friendship pero que creen que es peligroso. Es muy extraño, como un paleontólogo que no cree en los dinosaurios. Estos tres grupos se enfrentan constantemente. Nos pasó en la muestra de Sanfic, cuando mostramos la película por primera vez en Chile. Partió el conversatorio después y primero habló un ufólogo con una posición, y después vino otro que nos atacó a nosotros porque era un creyente en Friendship, después vino otro y así empezó una discusión. Empezaron a pelear. Después siguen peleando fuera de la sala y hasta ahora en redes sociales y en WhatsApp. Se mantienen peleando.

¿Qué hay detrás de esa película de Raúl Ruiz? Yo lo sentí como una especie de sueño que Ernesto cumplía.

Le pregunté sobre esa película que se llama ¿Qué Hacer?, que es una codirección de Raúl Ruiz con Saul Landau y su esposa, Nina Serrano. Ernesto hace sonido y actúa, y yo creo que también fue víctima de sí mismo, porque cuando ellos volvieron de trabajar en USIA con Patricio Bañados, mucha gente empezó a vincularlo con la CIA. La gente en el mundo audiovisual empezó a vincularlo con la CIA. Y él cuenta en la entrevista que nos dio, que aceptó tomar el rol de detective o policía, porque era básicamente cómo la gente lo sentía, casi como un infiltrado.

¿Por qué hacer las recreaciones? También lo haces en Robar a Rodin.

Me interesaba la idea de la construcción, el relato oral y la construcción. Cómo van construyendo a partir de la realidad esta imagen. Lo interesante de Friendship es que, a diferencia de muchos casos OVNI, que solamente es un avistamiento y sería, el caso de Friendship está lleno de historias. Hay casi 10 años, y en esos 10 años, no solo fue radio, sino que hubo una serie de hitos que se empezaron a replicar después de forma oral. Nosotros empezamos a entrar en esa misma dinámica con las recreaciones, reconstruir esta historia como contada oralmente, reconstruir las voces.

Me interesa la escena final donde están todos como parados y hay como un zoom out ¿Qué quisiste hacer con eso? ¿Qué significa?

Viene unido a la recreación, al final contaba que todo es una reconstrucción. Un poco revelar que todo lo que viste es una construcción, para redondear el efecto.

Ficha técnica

Título original: Isla Alien: Un viaje sin retorno a isla Friendship

Dirección: Cristóbal Valenzuela Berríos

Guión: Cristóbal Valenzuela Berríos, Juan Eduardo Murillo

País: Chile

Año: 2023

Duración: 87 minutos.

Distribución: Miradoc