23 de febrero de 2025

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«Es accesible para todos, no es un mundo de extraterrestres»

Kevin Iglesias Sábado, 21 de octubre 2023, 22:45 Hace ya un año que la pareja formada por la hernaniarra María Rengel y el urnietarra Koldo Velasco se mudaron a Andoain. Llevaban un tiempo dándole vueltas a la idea de realizar un duatlón, pero ella no lo veía claro: «No me veía corriendo más de cinco

Kevin Iglesias

Sábado, 21 de octubre 2023, 22:45

Hace ya un año que la pareja formada por la hernaniarra María Rengel y el urnietarra Koldo Velasco se mudaron a Andoain. Llevaban un tiempo dándole vueltas a la idea de realizar un duatlón, pero ella no lo veía claro: «No me veía corriendo más de cinco kilómetros». Sí que solía coger la bici antes de venir a vivir al municipio con un grupo de mujeres, pero fue a partir de septiembre del año pasado cuando comenzaron a prepararse para su primera prueba. En el caso de Velasco, llevaba seis años apartado de la competición ciclista con Andoaingo Txirrindulari Eskola y, aunque mantenía los entrenamientos con ellos, «lo tenía un poco dejado».

Fue en enero cuando dieron el paso de ser parte de Zumeatarra Kirol Taldea, con ficha de federados incluida. Y un mes después, con toda la ilusión, completaron el XI Duatlón de Valtierra (Navarra). Sin embargo, Rengel seguía con dudas antes del pistoletazo de salida: «Después de competir, ver el ambiente y saber que era capaz de hacer esto… Ver que cada vez que iba a una prueba acababa, incluso el primer triatlón… Al final este año para mí ha sido una superación». La ayuda brindada por sus compañeros en material y consejos para afrontar el reto aliviaron los nervios iniciales.

Desde entonces, han competido en casi treinta pruebas en los ocho meses que llevan siendo parte de la Zumeatarra entre duatlones, triatlones y carreras a pie, María centrándose más en el triatlón y Koldo en el duatlón. Con la temporada concluida en el circuito vasco, se han tomado una semana de descanso y ya han vuelto a la preparación de cara a la 45 edición de la Zurich Maratón de San Sebastián, del 26 de noviembre.

En esos dos tercios de año, Velasco ha notado la progresión y se siente cada vez más «a gusto», sobre todo en la bicicleta, que es su fuerte. Esperaba que fuera más duro, puesto que en la última transición del duatlón –«correr-bici-correr»– «llego bastante entero». No obstante, siente que debe mejorar para luchar en los tramos a pie. Rengel, a su vez, ha decidido perfeccionar la natación –«nado fatal, salgo la última casi siempre», comenta con sinceridad– y se ha apuntado a las clases del polideportivo.

Dentro de los objetivos de la Zumeatarra para el curso que viene, el duatleta indica que quieren organizar entrenamientos en grupo. A pesar de haber una estrecha relación entre todos, y que cada uno tiene sus metas, su nivel y quehaceres laborales o familiares, les gustaría potenciar eso porque «sentir que perteneces a un club o a un grupo es bonito», añade María Rengel, a la vez que suma otro punto importante: «En el equipo de triatlón a día de hoy somos dos mujeres federadas. Cuesta mucho entrenar en equipo siendo dos y con un nivel deportivo diferente. Aprovecho para animar a las mujeres a que se apunten, que no es un mundo de extraterrestres». Y para reforzar esa idea de que es «accesible para todos», se pone como ejemplo: «Si yo he podido hacer esto, cuando no tenía ni motivación, ni fuerza de voluntad de para salir a entrenar, sobre todo con lluvia, cualquiera puede. Estamos dispuestas a ayudar a las que empiecen de cero. Es una buena oportunidad para hacer un equipo de mujeres, y estar unidas y apoyarnos», dice, sabedora de que «por suerte» la presencia femenina crece, aunque está lejos de igualar a la masculina.

Para disputar estas pruebas tan exigentes y técnicas «tienes que ir mentalizado de que al principio vas a quedarte atrás, pero que poco a poco vas a ir mejorando», indica Koldo Velasco. Pero al final «es gratificante», asegura Rengel.

Por ello, y visto el interés creciente que viven estas pruebas hoy en día y la necesidad de prepararlas bien para evitar lesiones o colapsos –«no es tanto acabarla, sino acabarla bien»–, lanzan la propuesta de «venir y hacer un entrenamiento de prueba», y mencionan que están preparando una guía para novatos para aclarar dudas. «No hay ninguna responsabilidad ni nivel necesario para entrar a la Zumeatarra. No hace falta ser nadie, somos de calle. Tenemos cracks pero hay de todo; todo el mundo es bienvenido», invita la triatleta. Cualquier persona interesada puede contactar con Zumeatarra Kirol Taldea escribiendo a zumeatarrakiroltaldea@gmail.com o a través de sus redes sociales, en Instagram y Facebook.

18 años gracias al voluntariado

Al otro lado del teléfono, el presidente de Zumeatarra Kirol Taldea, Joxean Alberdi, recuerda los inicios de la sección de triatlón. Aunque la sociedad recreativa tiene más 50 años a sus espaldas, el binomio Zumeatarra y triatlón como tal ronda «los 18 años». Alberdi cuenta que, tras el fallecimiento de Bixente Huici, el atletismo local se fue perdiendo, por lo que Paco ‘Paquitín’ Arnaiz y él abrieron la sociedad a la modalidad popular, aparte del federado. Con ello, varios triatletas se pusieron en contacto con él para incorporarse a la sociedad, y tras valorarlo se compuso la sección como tal. «Teníamos posibilidades económicas, no grandes pero algunas, y lo creamos. Sacamos ropa, los primeros buzos, las primeras fichas…», detalla el presidente.

Para los miembros de la Zumeatarra, es importante la presencia del atletismo al ser «la base de cualquier deporte». Con esto en mente, al poco llegó la escuela de atletismo para niños y niñas, «no pensando en tener una cantera buena de atletas para el club, sino en dar a los jóvenes la oportunidad de hacer deporte», sobre todo para aquellos que se quedaban fuera de los tres mayoritarios (fútbol, balonmano y baloncesto). Es por esta razón que ve que el atletismo en Andoain siempre ha estado «un poco cojo» y que todavía adolece de una infraestructura «en condiciones».

Toda esta labor ha sido gracias a la aportación desinteresada de los voluntarios que conforman el equipo deportivo. Como apunta María Rengel, «cada vez es más difícil encontrar clubes en los que sea así, bajo voluntariado. Hay que darle muchísima importancia, porque sin ello no podrían organizarse las carreras populares del pueblo. Gracias a ellos, a la ayuda del Ayuntamiento y los patrocinadores, podemos seguir adelante».

Al poco de entrar en el club, tanto María como Koldo decidieron echar una mano con las redes sociales y la sección de triatlón, por lo que hay sangre nueva en el organigrama y la continuidad de la Zumeatarra se fortalece con el compromiso de esta joven pareja.