4 de octubre de 2024

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Cocina sobre ruedas en estas food trucks extremeñas

Jueves, 12 de octubre 2023, 20:04 | Actualizado 20:51h. El hambre, ese estado que te hace rugir por dentro y dejar de disfrutar de lo que sea que estés haciendo. Por suerte, desde hace unos años, las food trucks son un cabeza de cartel más en festivales, ferias y otros eventos. Lo saben bien Gloria

Alba Baranda

Jueves, 12 de octubre 2023, 20:04

El hambre, ese estado que te hace rugir por dentro y dejar de disfrutar de lo que sea que estés haciendo. Por suerte, desde hace unos años, las food trucks son un cabeza de cartel más en festivales, ferias y otros eventos. Lo saben bien Gloria Plaza y Manuel Corbacho, quienes recuerdan con humor cómo este verano en un festival, sus tallarines ibéricos consiguieron llenar el estómago y ablandar al punki más cañero, que les dedicó un corazón hecho a base de sus fideos.

Anécdotas como esta no le faltan a esta pareja de cocineros pacenses que regentaron la tapería Tierra de Sol en Valdepasillas y después, en 2008, se dedicaron en cuerpo y alma al catering Come y Calla, trabajo que compatibilizan desde 2021 con la labor de llevar la gastronomía extremeña a todos los rincones de España. El vehículo que lo posibilita es La Salaína.

Aunque este proyecto de cocina nómada arrancó en plena pandemia, allá por 2015 Gloria ya tuvo ilusión por pilotar una gastroneta. Incluso miraron algunas pero, finalmente, La Salaína se hizo realidad seis años más tarde. Se trata de una caravana verde agua con una cocina milimétrica en su interior y Extremadura por bandera. Es simbólico, pero también literal, ya que, además de la enseña verde blanca y negra, tiene dibujada la frase de Extremoduro: «Ama, ama y ensancha el alma», y su insignia principal es una muñeca regional pintada a mano por la artesana Elena Barrena.

«Nuestra extremeña no es ni guapa ni fea, pero sí es muy ‘salá’», cuenta Gloria. De ahí surgió el nombre del proyecto, además que de ella utiliza mucho ese adjetivo, ‘salá’ y decidieron darle su toque más personal. Con su propuesta gastronómica han hecho igual, recuperar los sabores de siempre y darle el lugar que se merece a la cocina tradicional, eso sí, con un punto más actual.

«No queríamos ofrecer lo mismo que el resto y, además, teníamos la mentalidad de cocineros, así que en nuestra primera carta había un brownie ibérico, una pizza de chipirones en su tinta y hasta una ración de jamón ibérico», detalla Manuel. Pero pronto se dieron cuenta de que en este tipo de circuitos la gente quiere pan y contundencia, así que al día siguiente de su salida al ruedo de las food trucks, se adaptaron como pudieron, elaborando bocadillos de jamón con salmorejo, desmontando el brownie y creando un bocata de carrillada estofada.

Algo más de dos años después, tras miles de kilómetros y de bocadillos, sigue intacto el afán por defender el producto regional, pero sí han modificado el formato, adaptándolo a la demanda. En la carta de La Salaína actualmente hay tres bocadillos con pan rústico: de ternera de Extremadura a baja temperatura con alioli de pimentón, de lomo ibérico asado a la mostaza con queso extremeño y el estrella, de carrillada ibérica con mayonesa de soja; también ofrecen tallarines con cabezada de cerdo, verduras y salsa teriyaki (disponibles en opción vegana); arroz ibérico; cartucho de patatas con sal y pimentón de la Vera, y un plato con patatas embadurnadas con queso del Casar y tacos jamón ibérico.

«El producto extremeño está muy valorado fuera de nuestra región», comenta Manuel. «Nos gusta mucho ir representando a Extremadura, pero no solo gastronómicamente, ya que también hablamos de la alcazaba pacense, de los carnavales, del folclore…». Con tanto amor por la tierra, en cuanto hay posibilidad, estacionan sus fogones en alguna de sus ciudades, especialmente en Badajoz, donde tienen su sede. De hecho, es la única gastroneta pacense que existe y, para más inri, la única extremeña que participa en la sexta edición del ‘Callejeando Food Fest‘ (hay doce en total), que se está celebrando este puente del Pilar en el auditorio Ricardo Carapeto.


Salaínos en la VI edición del festival ‘Callejeando Food Fest’ de Badajoz.


PAKOPÍ

Food truck y rural son compatibles

Y de la cigüeña que La Salaína lleva en su parte superior, al buitre negro de Jalamío’s Rural Food Truck. Se trata de la furgoneta gastronómica que pilota Fabio Pizarro desde hace año y medio. Este joven de Zarza de Granadilla estudió Cocina en Plasencia y, tras trabajar en diferentes empresas familiares, dentro y fuera de la región, se marchó a Ibiza con su pareja, donde estuvieron diez años. Él no paró de trabajar en cocinas y allí conoció por primera vez el encanto de las food trucks. Cuando tuvieron una niña, decidieron que Extremadura era el mejor lugar para la crianza y regresaron a su pueblo.

«Puse toda la carne en el asador y monté Jalamío’s. Es una furgoneta, pero al principio parecía que había llegado un ovni al pueblo», cuenta con una sonrisa Fabio, otro apasionado de la cultura extremeña. «Me encantan nuestras palabras y nuestro acento, y recuerdo cuando me decían de pequeño que venía ‘jalamío’, es decir, con mucha hambre, por eso elegí ese nombre». Así mismo, su eslogan, también de Extremoduro («Negro buitre no come alpiste»), hace referencia a que a los extremeños hay que darle buena materia prima.

Por eso siempre tuvo claro que iba a ofrecer hamburguesas de carne extremeña. «En Ibiza había muchos restaurantes que ofrecían productos de la región y me parecía insólito que estos se valorasen más fuera que dentro», detalla. Así que apostó por lo conocido y lo cercano. Carne de ternera de Extremadura, setas de Micoambroz, quesos de Granadilla, cervezas artesanas Cerex… Aunque tiene dos más, su hamburguesa Jalamío’s (lechuga, tomate, queso de cabra, salsa de shiitake, bacon ahumado y 220 gramos de ternera en pan brioche) es la reina. También ofrece pollos asados muy crujientes por fuera y tiernos por dentro. «No había este producto en toda la zona y además, ya había trabajado en el sector, así que me animé a asarlos en la caravana de jueves a domingo», cuenta. La tiene aparcada en la localidad cacereña, enfrente del parque principal, en un espacio que va decorando y mejorando con mobiliario hecho por él mismo.

Imagen principal - Cocina sobre ruedas en estas food trucks extremeñas

Imagen secundaria 1 - Cocina sobre ruedas en estas food trucks extremeñas

Imagen secundaria 2 - Cocina sobre ruedas en estas food trucks extremeñas

Un restaurante itinerante

Desde abril de este 2023 llevan Alessandra y Sandra rodando con La Bichina. Dos amigas apasionadas de los viajes y de la gastronomía que decidieron aúnar estas dos aficiones en una furgoneta amarilla que reparte hamburguesas y sonrisas allá por donde va pasando. Aless, que es brasileña, aunque lleva muchos años en Mérida, cuenta que a pesar de que maneja bien el idioma, a veces se le escapa alguna palabra, por eso utilizaba «la bicha» o «la bichina» como sinónimo de todo.

Ahora, La Bichina es un restaurante itinerante que se va adaptando al tipo de público e incluso a las localidades que visita. «Hemos tenido dulces y smoothies, pero no tuvieron mucho éxito, ya que a la gente le gustan las hamburguesas y los bocadillos, así que nos hemos enfocado en esto. Pero, por ejemplo, este fin de semana vamos a un pueblo pacense y llevamos pinchitos y montados, que es lo que más se estila por allí«, revela una de las propietarias.

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También se han incorporado recientemente a este mundillo La Gata Food Truck, que elabora hamburguesas de autora, ya que son dos mujeres las que están al frente, y La Tahona Food Truck, propiedad de los dueños del restaurante cacereño Quereles. Cocina extremeña de calidad a pie de calle.