A pesar de la inexplicable apatía de la prensa y del público continúan las sesiones en la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre las visitas de naves extraterrestres (UAPs) a la Tierra. La sesión séptima abordó el tema de los “agresivos” ataques extraterrestres. A nombre de la seguridad Nacional de USA Richard Dolan, expuso la preocupación de su país por lo que ha venido sucediendo desde finales de la segunda guerra mundial. Este episodio ocurrió en julio de 1945 en las ojivas nucleares del estado de Washington: al anochecer sonaron las alarmas y pudieron ver como un UAP, del tamaño de tres jets de los nuestros, descendió y se posó unos segundos sobre cada uno de los 10 misiles nucleares, luego emprendió el vuelo a una velocidad fantástica, los seis aviones encargados de interceptarlo nunca pudieron alcanzarlo. La misma historia siguió repitiéndose en otras ojivas nucleares estadunidenses, especialmente en la de “Los Álamos” donde, por nueve días seguidos, el radar captó 11 naves extraterrestres merodeando sobre esas instalaciones.
¡De la observación, los UAPs pasaron a la acción!.- El capitán Robert Sala de la Fuerza Aérea norteamericana relata: “en la Instalación, donde yo estaba asignado, había 10 misiles nucleares localizados 60 pies bajo tierra, sus controles estaban instalados internamente. Un día apareció un enorme UAP que pulsaba luz de diferentes colores. Mientras que yo trataba de alertar a mis superiores, la nave se posó unos segundos sobre cada misil y desapareció. Luego, al revisar los misiles, vimos que estos habían quedado inoperantes: tenían sus controles totalmente destruidos”. Esta misma historia se ha repetido innumerables veces en otras ojivas nucleares alrededor del planeta, pero especialmente en USA y Rusia. En la práctica, esta información se convirtió en un secreto inviolable pues, quienes hablan, ponen en peligro su carrera y su vida.
El mensaje que dejan los UAPs no puede ser más explícito: “Queridos humanos de la Tierra: su agresividad sin control y falta de discernimiento los tiene a un paso de suicidarse en masa y acabar con su planeta. (En la Tierra existe un total de 5.136 misiles nucleares) Nosotros, sus hermanos superiores galácticos, venimos a pedirles que haya paz: ¡NO MAS BOMBAS ATÓMICAS!, con ellas pueden hacer explotar un sector importante de la galaxia y eso no lo permitiremos. Son como niños pequeños e inconscientes y nosotros, para protegerlos, tenemos que privarlos de sus peligrosos juguetes”.
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