“Los astrónomos me han dicho que han hecho sus cálculos y hay más de un trillón de probabilidades matemáticas de que, en alguna de las incontables galaxias, exista un planeta similar al nuestro donde se haya desarrollado la vida. De hecho, sería rarísimo que no hubiera otras formas de vida en el Universo”, dijo director de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) , Bill Nelson, durante una visita que realizó en julio a Argentina.
Las especulaciones ante la cantidad de ovnis (objetos voladores no identificados) sobre si son o no del espacio exterior, llevó a preguntarle al Chat GPT cuáles serían los lugares de Mendoza, dónde se podrían refugiar los ciudadanos antes una hipotética invasión alienígena.
La inteligencia artificial (AI) señaló que si hipotéticamente llegaran extraterrestres a invadir el planeta y hubiera que buscar lugares de refugio, hay tres opciones que podrían considerarse debido a su ubicación geográfica y características:
Cordillera de los Andes: “Proporciona un terreno montañoso y difícil de acceder, lo que podría dificultar el avance de los extraterrestres. Además, esta región cuenta con una gran altitud y áreas remotas que podrían ser menos visibles y menos accesibles para cualquier invasión. Sin embargo, hay que tener en cuenta que sobrevivir en una zona montañosa tiene sus desafíos en términos de recursos y condiciones climáticas extremas”.
Valle de Uco: “Esta área podría ser considerada debido a sus vastos campos y recursos naturales, lo que podría facilitar la autosuficiencia en términos de alimentos. Además, la región ofrece cierta distancia de los núcleos urbanos principales, lo que podría ayudar a evitar un contacto directo con los extraterrestres”. Sin embargo, es importante considerar la disponibilidad de agua y la logística de supervivencia a largo plazo”.
Cavernas en Malargüe: “La ciudad de Malargüe y sus alrededores cuentan con un sistema de cavernas y cuevas naturales, como la caverna de Las Brujas. Estos lugares subterráneos podrían brindar protección contra una invasión, ya que serán menos visibles y potencialmente menos accesibles para los extraterrestres. Sin embargo, la vida subterránea también presenta desafíos, como la falta de luz natural y la necesidad de abastecimiento constante de alimentos y agua”.
Además, la AI destacó que “esta es una situación hipotética y altamente improbable. En caso de una amenaza real, lo más sensato sería seguir las recomendaciones y las indicaciones de las autoridades locales y los expertos en seguridad. El refugio y la supervivencia en tales circunstancias requerirían una planificación detallada, recursos adecuados y colaboración con otros para maximizar las posibilidades de supervivencia”.
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