Hace unos días -si no me falla la cuenta son casi tres semanas- que está a la venta este “Backseat Rhythms” de los australianos The Casanovas. Y para su quinto larga duración, que llega tres años después de su anterior “Reptilian Overlord” y casi uno desde que visitasen Europa para presentarlo -¿recordáis aquella pandemia que paralizó prácticamente todo y que impidió a muchos grupos girar con normalidad durante bastantes meses?-, la banda de Melbourne ha confiado en el clásico productor Ron Nevison para que mezclase estos diez temas. “Backseat Rhythms” supone también el debut en estudio del batería Brett “Wolfie” Wolfenden.
Para “Backseat Rhythms” la banda también se ha dejado seducir por un sonido bastante clásico que va en consonancia con el curriculum del citado productor (incluye nombres que van desde The Who y Led Zeppelin a KISS o UFO, pasando por Bad Company o Thin Lizzy). Y es que el ambiente general de esta decena de canciones remite directamente a la década de los 70, probablemente la mejor etapa que haya dado el hard rock. Los referentes, de tan obvios, no hace falta que los mencionemos (ellos tampoco los ocultan); baste al lector saber que si lo que buscaban era sonar añejos lo han conseguido con creces.
La cosa es que quizás “Backseat Rhythms” sea un disco algo más aseado y aparentemente con menos pegada de lo que algunos esperarán de ellos (y digo aparentemente porque eso, como todo, es opinable). Tengo la impresión de que The Casanovas se han querido dar el gusto de lanzar un disco de estas características, emulando a algunos de los grandes del rock que reinaron hace por lo menos cuatro décadas. Y en ese sentido lo han hecho bien.
Pero… ¿es “Backseat Rhythms” simplemente un álbum de rock “nostálgico”? Nuevamente creo que eso va con el caracter, los gustos y hasta el ánimo del oyente. A mí personalmente no me disgusta y creo que es un disco muy disfrutable. Si cerramos los ojos casi nos transporta a todos aquellos vinilos que descubrimos en nuestra adolescencia de bandas y solistas que entonces nos parecían ya bastante mayorcitos (quién nos iba a decir entonces que tantas lunas después algunos de ellos iban a seguir en activo…). La cosa es si tal vez se les ha ido una miaja la mano en algún momento, que probablemente también. Eso sí, no me digáis que no os encanta esa portada.
Más historias