Siempre es interesante echarle un ojo a las propuestas de animación que se salgan de los gigantes norteamericanos habituales. ‘Me he tragado un extraterrestre’ es la ópera prima del estudio sudafricano Luma y propone un retorno actualizado al cine de ciencia ficción de los 80… con un resultado algo irregular.
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‘Me he tragado un extraterrestre’ (‘HeadSpace’, 2023) es la primera película desarrollada por el estudio sudafricano Luma Animation. Está dirigida por Paul Louis Meyer y Gerhard Painter, y guionizada por Daniel Buckland, Ronald Henry y Paul Louis Meyer.
La cinta propone la clásica aventura de invasión extraterrestre a la tierra e intenta homenajear películas como ‘E.T. el extraterrestre’, con una historia sencilla que no tiene otra intención que entretener al público infantil.
Obviamente, partimos de la base de que ya estamos algo malacostumbrados al nivel altísimo de las producciones de animación de Pixar, Disney, DreamWorks y otros grandes estudios estadounidenses, cuyo nivel técnico solo es capaz de igualar (e incluso superar) la animación japonesa (por eso apenas la nominan en los Óscar).
Con esto en mente, ya vamos mentalizados a que no podemos esperar ese nivel de animación en un estudio primerizo (al menos, en cuanto a largometraje se refiere). Sin embargo, incluso haciendo todo tipo de concesiones, el resultado final resulta bastante por debajo de los estándares mínimos.
La animación de los personajes es muy estática y lastra el ritmo general de la acción, que a ratos puede hacerse algo pesado pese a durar menos de hora y media. También resta mucha expresividad a los personajes, contrastando con un doblaje más animado de lo que vemos en pantalla.
Suelo ser la primera que rompe una lanza a favor de que, aunque el apartado técnico es una parte importante en este tipo de películas, al final lo que tiene más peso es el guion. Solo hay que mirar a cintas como ‘Antz’, cuya animación no ha terminado de envejecer impunemente, pero sigue funcionando a las mil maravillas gracias a su estupendo libreto.
Por desgracia, en vez de centrar los esfuerzos en diferenciarse a través del guion para suplir las carencias a nivel técnico, el libreto es un cúmulo de tópicos anodinos y sin demasiada gracia. Aparte de un par de gags divertidos, en general no consigue presentar una historia memorable, y tampoco ayuda el nulo desarrollo de personajes
‘Me he tragado un extreterrestre’ es una bienintencionada película de animación que, lamentablemente, se queda muy por debajo del nivel medio de estrenos animados, tanto en cartelera como en streaming. Quitando al público adulto de la ecuación, es posible que puedan disfrutarla niños de entre 5 y 10 años, que solo busquen entretenerse un rato con una aventura espacial.
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