En la vestimenta de los años 1850 es común ver vestidos ampones con una falda que alcanzaría hasta dos metros de circunferencia y cuyo elemento principal se ocupaba para tan tremendo volumen sería la crinolina, un accesorio que propició la muerte de las hermanas de Oscar Wilde y de miles de mujeres.
La crinolina, una jaula para las mujeres de la época
El invento de la crinolina representó para las mujeres de la época una “liberación”, pues le decían adiós a las múltiples capas de enaguas para hacer las faldas de sus vestidos más amplias, sin embargo, con el paso de los años se convirtió en una auténtica jaula que causó desgracias.
Hecha de madera, acero o crin de caballo, la crinolina consistió en una enagua rígida que hacía que la falda de una mujer luciera espectacular, aunque no pudiera atravesar por el marco de una puerta sin tener que mover el vestido o ponerse de lado.
Tal era su popularidad que a un año de que la crinolina de jaula con aro de acero fuera patentada en 1856, Reino Unido ya había importado al menos 40 mil toneladas de acero sueco para fabricarlas.
De acuerdo con el Museo Molly Brown, ubicado en Denver Colorado, en una fábrica de Sheffield, 800 mujeres producían aproximadamente 8 mil crinolinas al día, un número que no alcanzaba a cubrir la alta demanda de las consumidoras.
Aunque el tamaño y la forma que podía proporcionar la crinolina a los vestidos sorprendía y enamoraba a las mujeres, por desgracia, no todo eran picnics y paseos en carruaje.
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Tragedias en la historia de la crinolina
Aunque no existe un número exacto de casos (y nunca lo habrá porque los registros no fueron realizados correctamente en aquellos años), se cree que entre los años 1850 y 1860 se produjeron alrededor de tres mil muertes a causa de la crinolina.
Esto debido a que las faldas extra grandes se extendían más allá del cuerpo de una mujer, por lo que era realmente difícil caminar por espacios estrechos o simplemente maniobrarlas, se puede decir que tenían vida propia.
Entre las múltiples posibilidades de morir a causa de la crinolina estaba el hecho de que se encendieran las grandes faldas de los vestidos o bien, se atoraran en maquinaría o ruedas.
De acuerdo con la BBC, el medio estadounidense, The New York Times fue quien informó por primera vez sobre las muertes relacionadas con la crinolina en el año 1858, y señaló que más de 19 fallecimientos fueron registrados en Reino Unido, entre los meses de enero y febrero.
En la época victoriana las chimeneas, los candelabros y las lámparas de mesa eran una forma de iluminar las casas, y con el uso de las crinolinas se habían convertido en una combinación de riesgo.
Para dar cuenta del peligro que representaban las grandes faldas de los vestidos conseguidas con las crinolinas, está el terrible incidente de las hermanas de Oscar Wilde.
La noche del 31 de octubre de 1871, Emily y Mary, medio hermanas del escritor y poeta, Oscar Wilde, asistieron a un baile. Mientras Emily bailaba con el anfitrión de la fiesta, su gran falda rozó con la chimenea, por lo que su vestido comenzó a incendiarse.
Aunque su hermana y varios presentes se acercaron para intentar ayudarla, fue en vano. Mary también resultó perjudicada, pues su vestido también comenzó a arder. Las hermanas de Wilde murieron días después del incidente.
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